desgracias detrás del mito

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Snape se derrumbó en el frio asfalto con un punzante dolor en la pierna, volteo y vio como la sangre escurría de una profunda herida donde se había clavado un gran pedazo de cuerno del cráneo de un dragón que estaba sobre el mueble de madera con el que había chocado, Charlotte lo miro y lo ayudo a levantarse

-ven no estamos lejos de una posada donde podremos curarte esa herida Sevi-

-no.... me digas así- respondió de mala gana en parte por encontrarse herido de forma tan patética

-eres un poquito gruñón no crees- contesto Charlotte mientras dejaba escapar una pequeña risa nerviosa

Llegaron a una pequeña posada donde un hombre bajito y calvo los atendió y les ofreció un cuarto sin perecer muy sorprendido por el estado de Snape y realmente no le presto demasiada atención, subieron por las escaleras y entraron en la pequeña habitación donde solo encontraron una pequeña mesita junto a una polvorienta cama con trabajos acomodada. Ambos se acomodaron y Charlotte le quito el cuerno de la pierna la cual ya estaba cubierta de una gran cantidad de sangre, con un movimiento de la varita limpio la herida y con otro la serró sin dejar ninguna cicatriz.

-gracias- dijo secamente Snape mientras se sentaba en el borde de la cama

-finalmente, creía que moriría sin escucharte decir esa palabra- dijo en un tono sarcástico pero al final le mostro una sonrisa que rápidamente cambio por una expresión de preocupación

- ¿Cómo nos habrá encontrado?-

-no lo sé, creo que me reconoció y supo de inmediato a donde ir a buscarme, creo que nos dio algo de tiempo la pequeña sorpresa que le deje, su barba estaba algo chamuscada- dijo Charlotte tocándose la barbilla como si se acariciara una barba invisible –pero finalmente él ahora tiene el diario y de seguro sabrá en poco tiempo donde encontrar la esmeralda- dijo ahora con un tono lúgubre

-no creo, no sin las páginas que tengo yo- afirmo Snape mientras le mostraba a Charlotte tres hojas arrugadas que tenía en su mano

- ¿Cuándo....

-cuando se hizo la primera explosión arranque las hojas y las guarde, por si acaso- Snape desarrugo las páginas y busco el orden correcto para empezar a leerlas

Después de nuestro primer experimento de crear la varita más poderosa de la tierra las cosas se pusieron realmente tensas entre los tres hermanos y yo, había disputas por casi cualquier cosa e inclusive hoy por alguna extraña razón empezaron a discutir por la estúpida razón de quien sería el poseedor de la tan prodigiosa varita que aún no se creaba....

Las disputas crecieron conforme pasaban los días, ahora Cadmus me reclamaba la piedra de la resurrección, alguno de los dos le había contado la verdad detrás de su desaparición, se puso realmente agresivo al grado de retarme a un duelo, por suerte alcancé un tónico que podía hacer dormir a cualquiera que lo respirara lo lancé al suelo y contuve el aliento, el tiempo suficiente para alcanzar el antídoto, los tres hermanos por lo mientras quedaron completamente dormidos...

El tónico solo los mantuvo dormidos cuatro horas, el tiempo suficiente para que pudiera tomar los tres experimento algo de mi equipo de alquimia y la esmeralda sangrienta, ahora estoy buscando un lugar seguro donde esconder tan peligrosos artefactos...

Mi curiosidad me ha ganado y he hecho un último experimento refugiado por los arboles de un denso bosque, mi experimento termino siendo el primer éxito desde que empezamos a tratar con este peligroso objeto, logre crear una piedra que alarga la vida de quien la pose, (creía que había creado la sagrada piedra filosofal, pero esta no puede convertir el plomo en oro) ...

El último trabajo de SnapeWhere stories live. Discover now