Capitulo 7

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Una chica polinesia entraba a la casa de las Cabello-Jauregui, solamente para ver, probablemente, la escena más adorable qué jamás había visto. La familia completa estaba en el sofá principal, incluso Ifos, el pequeño cachorro qué Cam tanto adoraba desde qué Lauren lo trajo a casa, nombrado en honor al peluche qué tanto amaba su mamá. Cam abrazaba al cachorro en su regazo, él parecía incluso más cómodo, Lauren, a su vez, abrazaba a su pequeña su cabeza descansando en la de ella qué estaba recargada en su pecho, mientras qué Camila era la qué simplemente parecía estar encima de la ojiverde.. bueno, la ojiverde más grande.

Camila se había despertado un poco más temprano por el molesto sonido de su celular sonando, era Dinah, qué al parecer tenía algo importante qué decir, y qué no podía esperar más. Camila bufó en cuanto escucho aquello, no le agrado para nada la idea de Dinah molestando tan temprano, aunque en realidad solamente eran las diez de la mañana. Su cabeza dolía y sentía sus constantes pulsaciones en ella, así qué le dijo a Dinah qué usara las llaves qué ella le había dado, mientras ella seguiría durmiendo.

Y así fue lo qué paso, un sonoro 'Awww' saliendo de los labios de la chica alta. Dinah simplemente sacó su móvil del bolsillo del pantalón de chándal qué tenía puesto.

–¿Camila?–. Probablemente si ella ya se había despertado antes, se despertaría ahora fácilmente, pero él único qué se despertó fue Ifos, quién empezó a ladrar adorable mente, sus ladridos de cachorro y sus movimientos repentinos fácilmente despertaron a Cam, quién saltó, despertando a Lauren. Fue cómo si tiraras una de esas fichas de domino de una hilera, y Dinah sonrió satisfecha.

–¿Qué haces aquí?–. Fue lo primero qué comentó Lauren, quitando los brazos del alrededor de su hija mientras qué sentía más peso a su otro lado, Camila aún roncando ligeramente con la boca medio abierta. Lauren rió.– Camz, creo qué es hora de levantarse.– Dinah rodó los ojos, las únicas personas qué hacían qué el lado cursi de Jauregui apareciera eran ellas, su esposa e hija– Cielo, Dinah está aquí cariño.– Cam bufó, y se levantó del sofá para desaparecer en la cocina.

Después de los nulos intentos de Lauren para qué Camila se despertará, la chica dormilona finalmente se levantó, regalándole una sonrisa cansada a Lauren mientras qué se giraba a ver a Dinah, jadeando de sorpresa.

–No creí qué estuvieras aquí tan rápido.. ¿Hace cuánto hablaste? ¿Media hora?

–Es medio día, Mila..

–Oh por dios..– Se exaltó la ojiverde–. ¡Él maldito correo!

–¡No maldigas, mamá!

–Ajá..– Y en menos de unos segundos Lauren ya estaba subiendo a toda prisa las escaleras.

–Creí qué está temporada ya estaba hecha..– Dijo Dinah, girándose a ver extrañada a Camila.

–No lo sé, sólo esta dando los toques finales antes de qué la temporada de verano comience.

Ella era una diseñadora conocida, por lo menos, en Miami, y Lauren no podía ser más feliz teniendo el trabajo qué quería. Tal vez lo único qué ahora pasaba era lo atareada qué él trabajo la traía, pero afortunadamente sólo era por temporadas. A veces podía pasar dos semanas en casa, simplemente trabajando una o dos horas desde su portátil, y después iba a la tienda con Camila, en la qué era también feliz enseñando a los pequeños lecciones de piano.

En definitiva disfrutaba de las dos cosas.

–¡MAMÁ!–. Se escuchó el grito de Cam desde la cocina..– ¡No encuentro las galletas!

–¡Están en la nevera, cariño! ¡En dónde los vegetales!–. Casi pudo escuchar a su hija gruñir mientras qué Dinah la miraba divertida–. Es ahí dónde las escondo de Lauren.

–Cómo sea.. ¡Te tengo una sorpresa!–. Admitió felizmente.

–¿Estás segura qué no podías esperar por lo menos otra hora? Mi cabeza duele.. Además, sigues en pijama–. Jugó y su amiga sólo rodó los ojos en respuesta.

–Hablo enserio, Camila.

–Lo siento.. Dime tu sorpresa.

–¡Mani viene!–. Soltó de repente, y Camila ahogó un grito, la emoción invadiéndola.

–¿Esta todo bien ahí abajo, cariño?–. Camila sólo asintió en respuesta al gritó de su esposa, pero después se dio cuenta qué no la veía.

–¡Todo bien!–. Se giró a ver a Dinah–. Ahora tú, tienes qué contarme..

–Habló esta mañana, entendí qué Michael tiene algo así cómo vacaciones, y qué pensaba qué podríamos pasarlo juntas..– La morena asintió, haciendo un además para qué continuara–. Ya sabes.. No nos vemos de Navidad, y cree qué sería genial qué nos viéramos todas.

–¿Todas?

–Sip, Ally vendrá también.

–¿Quién vendrá?–. Preguntó con interés Cam, en sus manos un plato de cereal, en su boca un par de galletas, dejando caer una cuándo la abrió, la cuál cayo justo en su cereal, salpicando un poco.

–¡Isabella!–. Cam bufó, negando con la cabeza mientras rodaba los ojos.

–¿Cuántas veces te he dicho qué no me llames así, mamá?

–Las mismas veces qué yo te he dicho qué desayunes en la mesa.– Dinah rió cuándo vio a Cam caminando a regañadientes al comedor.

–Es extrañamente idéntica a las dos.. A veces da miedo.– Camila rió.

–Esta bien.. ¿Cuándo llegarán?

–Mani estará aquí esta noche–. Camila de nuevo jadeo ante la sorpresa.

–Aún falta una semana para qué las vacaciones empiecen, no estoy segura si yo tendré.. Con lo de la nueva tienda no se si-

–Camila, esta bien. Recuerda qué tu eres tu propia jefa ahora–. Camila rodó los ojos, haciendo qué Dinah soltará una risita.– ¡Cam!

–¿Si?–. Ella dejó por un momento su delicioso desayuno, con las dos galletas de chocolate ahora en el cereal, mientras qué se giraba a ver a Dinah.

–Te recuerdo qué aún le debes la historia a Ally. Fue lo único qué habló ayer y esta mañana.

–Mamá dijo qué ella terminaría de contársela–. Habló entre cucharada y cucharada, ganándose una mirada curiosa de Camila.

–¿De qué historia hablan?–. Dinah sonrió, guiñándole un ojo a Cam quien las veía atentas desde el comedor.

–Oh.. Bueno, una historia muy linda.

Una Historia De Princesas.- CamrenWhere stories live. Discover now