No se lo digas a tu madre | Sterek |

Capítulo 21

La carne llama.

- ¿Cuándo te has hecho esto? - cuestionó en lobo acariciando uno de lo espirales del pequeño Triskel en el pecho de Stiles.

Llevaban casi media hora abrazados luego de haber hecho el amor, disfrutando del silencio acompañado de sus respiraciones y el calor de sus cuerpos. Hasta que Derek se puso de lado, recostándose por su codo y poder admirar el tatuaje del menor.

El castaño miró lo que Derek le hacía y sonrió ante la cosquilla que le causaba. - Cuando cumplí los dieciocho. Como tú. - admitió acariciando el pecho de su lobo, jugueteando con los bellos a la mitad del sitio.

- ¿Me lo ocultaste un año entero? - reprendió entrecerrando los ojos.

- De hecho moría por decírtelo, pero también quería que lo descubrieras de una manera especial. 

- Y cumplí tu fantasía. - agregó Derek ganándose una risita del castaño, indicándole que estaba en lo cierto. Se inclinó a dejarle un beso en el tatuaje y otro en su mejilla. - ¿Lo hiciste por mí? ¿Qué tal si un día decides dejarme? - inquirió bromeando.

Stiles sonrió nostálgico y se pasó la mano por la cara. - No lo hice porque eres mi novio ni por envidia, ni nada que se le parezca. Lo hice porque a pesar de que algún día encuentres a alguien mejor para ti, fuiste mi amigo, Derek, desde que tengo memoria y eso nadie podría cambiarlo. - musitó bajito, mordiéndose el labio inferior.

- Yo jamás te dejaría. - negó el moreno tomando su mano para dejarle un beso al dorsal de esta. - Y no solo mi lobo te necesita. Yo te necesito y te necesitaré siempre. En todo caso tu eres el humano aquí y podrías enamorarte de otra persona. -

- A menos que tú me marques. - interrumpió Stiles con una media sonrisa. - Sí, yo sé eso. Lo leí. - afirmó al ver la mirada de sospecha de Derek. - Si tú me marcas, yo podría tener un vínculo irrompible contigo. - replicó.

- Es cierto. - reconoció sonriendo. Le daba gracia saber que su castaño se había tomado la molestia de investigar esas cosas. No había dudas de que aquel chico lo amaba, tanto como él lo hacía.

- Oye, ¿puedo confesarte algo? - preguntó de repente Stiles, imitando la posición del lobo, mirándole fijamente, fácil de besarle cuando se le antojara. Pues así lo hizo, se inclinó un poco y besó sonoramente sus labios.

- Claro, lo que quieras. -

- Paige me cae mal. Muy mal, de hecho. - soltó. ¡Vaya! ¡Eso se sintió genial! Pensó y escuchó que Derek dejó escapar una risita.

- ¿Crees que no me di cuenta? - preguntó riendo.

- ¡Es que odio cuando se te insinúa frente a tus ojos o en mi presencia y tú no dices nada! - farfulló.

- Es que no tengo porqué decirle nada, cariño. - replicó acariciándole el pelo. - Ella no me interesa y sé que le gusto, pero no tienes que ponerte así. En realidad es patético la forma en la que actúa, y a veces siento pena por ella. Pero es que en realidad es una excelente compañera de estudio y gracias a que terminamos los trabajo en tiempo y forma, a mí me va perfecto. -

- ¿O sea que la estás usando? - preguntó aguantando una risa.

Derek enmarcó las cejas y movió la cabeza de lado a lado. Como diciendo que podría tener razón. - Si lo dices así, suena feo. -

- A mí me gusta como suena. - confesó el chico sonriendo con malicia.

- Eres malvado. - acusó el mayor atrayéndolo para besarle con ternura. - Me encanta. -