♡「Kiss from a Ʀose」♡ ➳(Escrito Propio)

Acto II: El beso de una ℛosa.

De camino aquel lugar en donde se conectaba a su amado limbo, ese que era el mismo de siempre, sus recuerdos del pasado, en el que él quería volver a situarse, le hacían eco mientras le -atormenta- acompañaban en su caminar.

Cada recuerdo era una gota de lluvia que refrescaba su cuerpo, su mente, su espíritu.

Gotas de lluvias que realmente eran crueles con él.

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Nam WooHyun es un científico que se dedica a realizar experimentos extravagantes para seguir modernizando la vida de los seres humanos, le gustaba retar las cosas que estaban prohibidas, ya establecidas y sobre todo, desafiar lo natural. En su vida profesional, un gran maestro a seguir. Pero en su vida personal, era la mismita reencarnación de un lobo solitario en la oscuridad de la noche.

♪♫ There used to be a graying tower alone on the sea.♪♫

Al salir WooHyun ese día temprano del trabajo, decide ir directo a su dulce hogar. Cuando llega a su casa, conoce por primera vez el enfermero que le brinda cuidado en el hogar a su padre encamado. Nam queda totalmente flechado con la belleza del chico con melena corta de color marrón miel y con ojos pequeños, pero totalmente llenos de expresión. Su nombre, Kim SungGyu, sonaba bien cuando los labios de WooHyun lo pronunciaba. WooHyun quedo hechizado por esas hermosas perlas que lo miraban atentamente mientras unos labios rosas pálidos le murmuraban el status de cómo se encontraba su papa en el día de hoy, no es un misterio de que tres flechas impactaron con precisión ciertas áreas en el cuerpo de WooHyun.

En cada visita de seguimiento que SungGyu le daba a su padre, Nam quedaba cada vez más cautivado por él, admirando extremamente mucho la belleza y profesionalismo del enfermero. SungGyu era un hombre profesional, amable, dedicado a su trabajo, pero sobre todo, una hermosura sobrenatural ante los ojos de WooHyun. El desespero y la inquietud de las manos de WooHyun al no poder acariciar la delicada piel de pétalos blancos del hombre, se hacían cada vez más evidente al estar tan cerca de ella, pero a la misma vez, tan lejos.

No cabe duda de que WooHyun siempre intentaba de salir lo más temprano posible del trabajo para poder ver al enfermero Kim en acción; su presencia era adictiva y provocaba que los ojos de Nam se agrandaran a tal magnitud que el resplandeciente brillo que salían de los poros de SungGyu, fuera visible para sus ojos. Un brillo que está abriendo paso y cambiando la brújula de WooHyun.

♪♫ My eyes become large. And the light that you shine can be seen.♪♫

A WooHyun le encantaba ver como SungGyu realizaba su trabajo. En definitiva, SungGyu había nacido para cuidar enfermos. Él tiene esa pasión por brindar un cuidado digno, de calidad, basado en la evidencia y con mucho juicio crítico que lo ayudan a tomar las decisiones y medidas correcta para mejorar la salud de sus pacientes. Era hermoso ver como sus cuidadosas y cálidas manos trabajaban arduamente en brindarle el mejor tratamiento a su padre. A SungGyu le quedaba perfectamente su lema: "Enfermería es mi pasión, ayudar a los demás no tiene precio. Sobre todo, cuando uno le trasmite felicidad y fortalezas en el momento que más lo necesitan."

El papa de WooHyun en completa tranquilidad, fallece de causas naturales en una inesperada tarde, y con él, se esfuman las oportunidades de seguir viendo a SungGyu. Ya no había razón para que SungGyu continuara visitando su hogar. A pesar de eso, SungGyu lo acompaño durante el proceso del velatorio y hasta la santa sepultura de su querido padre, la última compañía que le quedaba, se le había ido como agua en mano.

La muerte de su padre pudo a ver sido una llena de momentos de completa sofocación. Pero SungGyu caritativamente le ofreció su número telefónico para brindarle apoyo emocional en su difícil y lamentable situación en la que se afrentaba. SungGyu fue el motor que le dio fuerzas para continuar adelante con su vida, siendo un impulsor excepcional y de alta calidad.