XI

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— ¡LO BESASTE! — exclamó Blaise con los ojos muy abiertos.

—Sí. — respondió el rubio sonrojado. Ambos chicos se encontraban en la habitación de Draco Malfoy.

— ¡POR SALAZAR SLYTHERIN! — volvió a exclamar el chico. — ¡Me lo perdí!

Draco sonrió y golpeo el hombro de su amigo.

— ¿Y qué tal besa? — preguntó el moreno alzando las cejas.

— ¡Blaise! — exclamó Draco. —Eso no se pregunta...— respondió el rubio cubriéndose la cara con sus manos.

— ¡Pero claro que se pregunta!

—Mejor ya vete a dormir.

— ¿Me vas a dejar así? — preguntó el moreno y el rubio asintió. — Te odio. — dijo Blaise y se dispuso a salir.

—Besa bien. — susurró el rubio y cerró la puerta en la cara de su amigo.

— ¿Dónde te habías metido Harry? — preguntó Hermione al ver a su amigo entrar a la sala común.

—Por ahí. — respondió Harry con una pequeña sonrisa asomándose en los labios.

— ¿Terminaste los deberes? — preguntó la chica mirándolo.

—Sí.

— ¿Cómo ha estado la clase con Snape? — preguntó Ron quien se encontraba en uno de los escritorios.

—Bien. — mintió Harry y se aflojó la corbata. —Creo que me voy a la cama.

—Descansa. — dijo Hermione.

Harry asintió y atravesó la sala común esquivando a un par de personas, llegó a la tranquila y fresca escalera de piedra que conducía a los dormitorios de los chicos. Volvía a estar mareado, como la noche que había tenido la visión del señor Weasley, pero pensó que si se tumbaba un rato en su cama se le pasaría.
Abrió la puerta de su dormitorio, y en cuanto puso un pie dentro, noto un dolor tan intenso que creyó que alguien le había partido la cabeza por la mitad. No sabía dónde se encontraba, ni si estaba de pie o tumbado; ni siquiera sabía cómo se llamaba. Unas risotadas de maniaco resonaban en sus oídos... Se sentía más feliz de lo que se había sentido cuando beso a Draco Malfoy... Radiante de alegría, eufórico, triunfante... Había pasado algo maravilloso...

— ¿Harry? ¡HARRY!

Alguien le había pegado en la cara. En ese momento, aquella risa loca tenía como contrapunto un grito de dolor. La felicidad se estaba esfumando, pero la risa continuaba...

— ¿Qué ha pasado? — preguntó Ron.

—No....Lo sé...— contestó Harry entrecortadamente, y se incorporó—. Está muy contento..., muy contento...

La noche avanzaba tranquilamente, Malfoy se encontraba dormido plácidamente en su dormitorio, pero enseguida su sueño se convirtió en una pesadilla, comenzó a sudar frio y a forcejear.

—No... Déjame... Basta... Madre... Suéltala... ¡NO! — gritó el rubio y abrió los ojos, tenía la respiración agitada y su frente estaba perlada en sudor. Se incorporó y se sentó abrazando sus rodillas. Miro a su alrededor y sintió miedo, miedo de que alguien descubriera que él y Harry eran algo más que amigos... Miedo de que Voldemort lo torturara otra vez, miedo de dormir y despertar en la Mansión Malfoy, miedo de morir.

— ¿Malfoy? — preguntó alguien tocando la puerta. — ¿Bajaras a desayunar?

El rubio parpadeo y miro la puerta, ¿había dicho desayunar?, volvió a mirar su recámara pero esta vez noto que estaba iluminada por los rayos del sol, los cuales daban justo en el lago y se percató de que se había quedado despierto toda la noche.

The Tear In My Heart - |DRARRY|Where stories live. Discover now