「Entre Pañales | M I K A Y U U✧」

O 1 8;

|•|•|•|•|•|•|•|•|•|•|•|•|•|•|•|•|•

Disclaimer: Owari no Seraph|Seraph of the end ( 終わりのセラフ)
Creado por Takaya Kagami e Ilustrado por Yamato Yamamoto.

Parejas: Mikaela Hyakuya x Yūichirō Hyakuya.

N/A: ¿Ya vieron la nueva portada? ¿qué les parece? ¿debería volver a colocar la antigua? -carita pensativa del WhatsApp-

|•|•|•|•|•|•|•|•|•|•|•|•|•|•|•|•|•

° Entre Pañales °

Durante el periodo de desarrollo se atraviesan diversas etapas que son necesarias para lograr mantenernos firmes en el día a día.

La primera de ellas llega cuando ya somos niños con la capacidad de hablar y caminar. Nada nos debe preocupar ya que mamá junto a papá hacen todo.

La segunda llega en la fase de la adolescencia, aunque aún los progenitores se encargan de tus labores, debes prestar tu ayuda quieras o no. Es una etapa donde el libertinaje se comienza a desarrollar.

La tercera etapa se refleja con la frase "volar y dejar el nido" ahora todos los cargos están en tus manos y deberás empezar a valerte por tu propia cuenta.

Ahora tenemos a Mikaela.

El ambiente de Mika se basa en una persona de la etapa tres.

Pero su mentalidad aun no sale de la primera.

Si bien es cierto que no es su primera vez siendo el dueño de su residencia, si es su primera experiencia realizando todas las tareas él solo.

Y sin tener la ayuda de un segundo la mente del Tepes se hace un caos.

Y el estrés producido por tanto ajetreo no le ayuda a organizarse.

Tareas tan sencillas como:

Meter el jabón a la lavadora.

Freír un huevo.

Cambiarle el pañal a Michirō.

En la mente de Mikaela sólo se logra formular esto:

Meter a Michirō a la lavadora.

Freír un jabón.

Cambiarle el pañal al huevo.

Pobre del bebé que está a su cuidado, y Michi no tardó en saber que ante la ausencia de su figura materna su hogar no es lo mismo.

Con Mikaela no es fácil quedarse dormido ya que éste lo acuna muy rápido, creyendo que eso le hará conciliar mejor el sueño.

Tampoco queda oliendo a frutos rojos después de bañarse.

Son esos delicados detalles que su ausencia son percatables sin Yuu y aunque Mika lo niegue realmente lo necesita.

-¿Quita grasa o brillo reluciente? Agh ¿por qué las mujeres deben complicarse tanto la vida? Krul debe comprar sólo un producto de limpieza y no llenar esto de tantos envases que literalmente hacen lo mismo.

Fue ese el quejido que se deslizó sobre los labios del blondo al tener que escoger un producto de limpieza para arreglar el desastre que ocasionó en su cocina al intentar preparar su almuerzo.

-Y no es sólo eso, también los artículos te confunden. Es como el Shampoo, ¿para puntas abiertas o cabello seco? ¿para qué me voy a echar algo para cabello seco si ya me lo moje? -se dijo a sí mismo.

Decidió dejar de discutir contra las empresas que jamás tomarían sus quejas como válidas para sus productos y caminó hasta la sala del hogar donde se encontraba el infante tendido sobre un alfombrado colorido especial para bebés.

-Al menos tú no exiges mucho Michi.

Tomó asiento a un lado del alfombrado para dedicarse a cuidar al pequeño bebé azabache. Éste ante la presencia de su padre hizo un trabajoso esfuerza para sentarse por su propia cuenta y llevar sus manitas a su boca para morderlas.

Últimamente está realizando seguido aquella acción, Mika espera que sea algo normal en su desarrollo.

Se mantuvo observando al infante por unos segundos hasta que éste dejó de morder sus manos al sentir algo extraño dentro de él.

Y antes de que Mikaela pudiera preguntar, un leve eructo escapó de la garganta del menor.

Aquel sonido que salió por sí sólo de él le había asustado y las lágrimas no tardaron en salir junto con un llanto a máxima potencia.

El Tepes, quien antes había soltado una carcajada por el sonido que salió de su hijo, ahora se ha alarmado por el sollozo que éste está expulsando.

El pequeño cuerpo del bebé perdió equilibrio y casi caía sobre su espalda, por suerte Mika logró atraparlo antes de causarle un severo daño.

Pues los bebés son tan delicados como una copa de cristal.

Llevó a Michirō hasta su pecho en un intento de detener sus lágrimas. Tenerlo cerca de esa forma es la única manera de calmar al pequeño azabache, ya lo habían consentido mucho y él debía estar con sus padres para calmarse.

-¿Por qué tenías que llorar en un momento así? Michi, si no colaboras conmigo voy a estallar.

Dio suaves palmadas a la espalda del menor y sus labios creaban un siseo para calmar a su pequeño.

-Por favor Michirō, ya deja de llorar.

Y es ahora cuando en su mente viaja la frase "¿qué haría Yuu en éste caso?"

¿Alimentarlo? ¿crear una obra teatral con títeres hechos de calcetines? ¿llorar junto a él?

En ésta situación la última opción suena más factible.

Al mirar hacia la ventana una idea iluminó su mente. Michirō no es su hijo, pero lo conoce a la perfección y sabe que su curiosidad hacia el mundo es insaciable.

Así que decidió salir hasta el jardín principal y sentarse en la verde alfombra natural. Tiene la suerte de que las nubes se hayan decidido por mantener el cielo despejado hoy.

Michirō, al ser expuesto ante la belleza del jardín decidió parar su llanto y dejar sólo un hipido. Sus glaciares irises se paseaban por cada pétalo danzante y por cada uno de los animales alados que se posaban sobre estos.

Un mundo nuevo para tan pequeña criatura.

Mika sonrió al ver como su plan funcionó y sentó al infante frente a él para dejarlo curiosear más.

-¿Ves Yuu-chan? No te necesito para cuidar un bebé.

Sólo esperaba que Krul no se enfadara porque algunas flores fueron arrancadas.

Para Mikaela le pareció adorable la escena que tenía ante sus ojos, más que tierno era divertido ver como Michirō seguía con la mirada a una mariposa que revoloteaba encima de él.

Quiso ir adentro a buscar su móvil y grabar el momento. Pero su plan fue cancelado al ver que la entrada a de su casa está cerrada.

Y las llaves seguían adentro.