El soldado más fuerte de la humanidad

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Llevaba yo más de dos horas sumergida en los informes que tenía pendientes por entregar. Insisto, las científicas, no estamos para el papeleo después de la investigación, debería haber algún tipo de aparato que haga récord de todo lo hablado, experimentado, roto, yo que se. Quizá cuando termine todo esto pueda dedicarme a inventar alguna cosa parecida, mientras la humanidad este en peligro, no.

Estoy cansada, estoy frustrada y lo único que espero es poder meterme bajo las cobijas y no despertar hasta que todo esto se haya terminado.

Volteó hacia la ventana y veo un grupo de gente que rodea algo o alguien, no alcanzo a ver, maldita sea mi curiosidad que me hace levantarme de mi cuchitril y acercarme al barullo.

Ah, ya sé que es.... mejor dicho ya sé quién es. Me pongo en un costado y me río interiormente de la situación, sé que odia mucho estos momentos, odia la atención, odia la hipocresía, odia el no poder siquiera bañarse. Acaba de entrar por las puertas del muro y ya lo asedian con preguntas. En su cara, que todos ven como inexpresiva, puedo ver su molestia, su desgaste y su frustración.

Acto seguido, mira hacia mi dirección y yo solo atino a levantar la mano a modo de saludo, en su mirada hay una súplica tipo "Sálvame de esta situación", se me escapa una carcajada y me doy la vuelta dejándolo que lidie solo con toda la atención. En un rato más encontrará la forma de vengarse por no haberlo ayudado.

Mientras camino a contra flujo de toda la gente escucho a unos pequeños decir:

-Mira Tenji, es él, el soldado más fuerte de la humanidad-
-Si es él, dice mi papá que ha matado más de mil titanes-
-Dice el mío que ya no tiene sentimientos gracias a todo lo que ha vivido fuera de los muros-
-Espero algún día yo logré ser tan fuerte como él-
-Espero que no muera pronto-
-Ya dejen de hablar, corramos a ver si podemos verlo más de cerca-

Sigo mi camino con la conversación repiqueteando en mi cabeza, y otra vez tengo esas ganas incontrolables de escribir sobre él. Decidido, terminaré mis informes y tomaré un tiempo para escribir.

Va cayendo la tarde y no me he levantado del escritorio, hace un rato terminé los informes y en teoría debería haberlos entregado en la oficina de Erwin pero no, tengo frente a mi casi dos hojas y casi dos horas perdiendo el tiempo escribiendo sobre él. Levantó la mirada y me doy cuenta que se me ha pasado la hora de la cena, la hora del baño y la hora de esparcimiento que casi siempre ocupo para revisar mis experimentos del día.

Suficiente. Guardo mis cosas y me dirijo al despacho de Erwin con los informes llenos de manera perfecta. Los dejo en su escritorio y salgo, solo llevo en la mano mi carpeta que contiene mi escrito, aún me falta darle un final y podré descansar.

Y de la nada, siento su presencia, detecto su aroma, y como si no fuera suficiente su voz rompe el silencio del pasillo, su voz rompe la paz en mi interior.

"No fuiste a cenar" le escucho decir y no sé decirte si me duele el estómago de hambre o me duele el corazón de tanto agradecimiento pues al momento que volteo veo que trae pan y una taza de lo que parece ser té caliente.

"Tenía mucho papeleo por hacer" le digo quedándome en mi mismo lugar mientras lo veo fijamente, el tampoco se acerca y solo me observa, como si me estuviera leyendo, como si me estuviera descifrando los pensamientos y de repente me da miedo que sepa lo que estuve haciendo, me da pánico que lo descubra todo. Agarro con más fuerza mi carpeta e internamente deseo que se vaya con todo y su pan delicioso. No se mueve. Parece ser que tendré que ser yo la que aplique la retirada. Me armo de valor y...

"Te traje pan y té caliente, pero temo que si no te apresuras y seguimos parados en el pasillo, se enfriará"

Y me desarma con esas simples frases, otra vez. Y solo logró asentir dándole a entender que lo agradezco pues frente a él siempre me hacen falta las palabras. Caminamos juntos por el pasillo en un silencio bastante cómodo hasta llegar a mi puerta y me detengo frente a ella.

"Hoy no quiero tu cuarto, ven, tengo algo que mostrarte" y yo no entiendo nada pues nunca he entrado a su cuarto, soy demasiado indigna para eso y no me he bañado. Y lo miro y se que eso de la lectura de mente puede ser posible por qué me intenta tranquilizar diciéndome que si quiero puedo bañarme en su cuarto. Como puedo le digo que se adelante, que tomaré mis cosas de aseo y nos vemos allá. Lo veo alejarse, y yo entro a mi cuarto.

Mi cuarto, el que debería ser una asquerosa pocilga y tener todo tipo de animalejos, se encuentra en perfecto estado. Gracias a él. Todo por él.

Camino hacia el escritorio y dejo mi carpeta sobre el, parece indicar que hoy no podré darle un final. Tomo
mis cosas de aseo, ropa limpia y cierro mi puerta para encontrarme dos segundos después siendo observada desde el umbral de la suya. No cambia su expresión y comienzo a pensar que esto podría ser su venganza de la tarde. Se mueve para dejarme pasar y cierra la puerta. Me quedo parada esperando que me de instrucciones, me siento invasora en su territorio.

Lo oigo acercarse detrás mío y siento que se queda uno o dos pasos detrás de mi. Toma mi muñeca y me dejo guiar hacia el baño donde me encuentro con la tina lista. 
Me deja parada frente a ella y él sale sin decir una palabra.

Me sumerjo en la tina y me tomo mi tiempo, pienso en él mientras me baño, pienso en él como siempre lo hago, pienso en él y en su cuerpo, pienso en él y en la angustia que sentí al verlo salir por las murallas, pienso en él y siento que el aire me sofoca. Pienso en él y pienso que hubiera pasado de no haberlo visto volver. ¿Por que el aire me falta? ¿Que es esto que siento en el pecho? ¿El está ahí afuera esperándome, verdad? ¿ Y si estoy soñando?

"Levi" susurró y espero su respuesta.
"Levi!" Digo con voz fuerte y no escucho movimiento. "LEVI" alzó mi voz y hace eco en el baño, me llevo las manos a la cara solo para darme cuenta que estoy llorando.
"LEVI!!!" Grito con todas las fuerzas que creo tener, acto seguido entra por la puerta con su mirada de siempre, inexpresiva.

Camina hacia mi... siento como uno de sus fuertes brazos me rodea la cintura, el otro pasa debajo de mis rodillas y siento cómo me saca del agua. Estoy desnuda pero no me importa y a él tampoco no es algo que el no haya visto antes. Rodeo su cuello con mis brazos y me dejo llevar. "Pensé que te había perdido en esta ocasión" le digo y me recargo en su fornido pecho.

Me deja sobre la cama, me acerca mis  alimentos, acto seguido se levanta en búsqueda de una toalla y regresa para secarme el cuerpo. Yo me dejo, sus manos recorren mi cuerpo y yo solo quiero que este momento se quede por siempre, maldita sea quiero que se detenga el tiempo en este instante. Este instante donde yo lo observo, con la ropa mojada por mi culpa, concentrado en lo que hace, con una erección palpitante, tocándome como si me fuera a romper, observándome como lo más bello qué hay. Sin decir una palabra y a la vez diciéndome todo con lo que hace.

Mi corazón se ensancha y mi sonrisa también. He terminado mi comida y la dejo en el mueble cercano a la cama.Lo tomo de su muñeca para que voltee a verme y a la primera oportunidad me abalanzo sobre el para buscar sus labios, el me corresponde de la misma manera desenfrenada en que yo le beso y yo solo quiero seguir deseo que el tiempo siga congelado y quiero que me haga suya como todas las veces anteriores y quiero perderme en él....

"Hoy no Hange, estoy muy cansado, tómalo como un castigo por no salvarme hoy, hoy solo quiero dormir con tu cuerpo desnudo y sentir tu calor que extrañé como no tienes jodida idea" me dijo mientras se quitaba la ropa y nos metía debajo de las cobijas.

Así, desnudos y su brazo alrededor de mi cintura sintiendo su respiración acompasada en mi espalda y veo correr la madrugada, es cuando me llega el final de mi escrito sobre él.

*El soldado más fuerte de la humanidad, Levi Ackerman. El soldado más fuerte de la humanidad: Es mio*

El soldado más fuerte de la humanidadWhere stories live. Discover now