Capítulo 3: Nada cambia.

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Mi decisión era... realmente no tenía decisión. Lo unico que tenía era miedo, miedo a los desconocido.

Si me quedaba con mi madre, sabía que mi futuro sería nulo, pero por lo menos tenía a amigos, toda mi vida estaba aquí, Seattle se había convertido en mi hogar.

Con mi padre empezaría de nuevo, ¿pero me aceptarían?, no lo creo. Ha pasado mucho tiempo, y eso ha hecho que sea otra persona. No es fácil cambiarse de estado, ir a  California, y dejar todo atrás, que pasaría con mi madre.

- no es tan fácil decir que sí, ¿que harás con Lauren?- se había comportado como un perra, pero es mi madre y me importa.

- Mia, tu madre irá a un centro, sabes que no puede continuar así, tu no puedes continuar así- dijo mi padre con tristeza en sus ojos.

Oír las palabras de centro y madre juntas me causaron gracia y a mi madre también. Era triste pero cierto, eso era imposible. Él se cree que yo no he intentado nada de eso antes, ja, la última vez que se lo propuse a mi madre recibí una cachetada.

- Por dios Robin, ella te está diciendo que no, es demasiado estúpida- dijo mi madre, mirándome como siempre me había mirado, con rabia.
-ella se quedará aquí, es demasiado estúpida para irse, es una fracasada- dijo con gracia, como si fuese lo más normal del mundo.

Estaba cansada, no dejaría que esto siguiese, la había ayudado y así me las pagaba, llamándome estúpida,pero  o no, no dejaría que eso sucediera. Notaba como mis puños se cerraron instintivamente tras escuchar la última palabra.

A paso rápido fui hasta donde estaba ella y la agarré por el cuello, y la levanté.

- Puede que yo sea una estúpida, pero no te llegas ni a imaginar, lo que has podido llegar a ser tú, pero menos mal que no he estado aquí siempre para poder verlo ¿no?.- Mi madre me miro con miedo, pensaba que la delataría, pero no lo haría, no por ella, sino por mi.  - Se que en el fondo lo único que haces es aferrarte a mi, porque soy lo único que te queda o mejor dicho quedaba. Simplemente estás amargada, porque las cosas nunca salieron como tu querías, pero sabes que, yo me iré , otra vez,  y seré feliz,algo que tú nunca serás, y cuando venga a ayudarte otra persona, llámala hija o lo que quieras porque para mi dejaste de existir hace tiempo- la miré con asco y la solté dejando que cayese al sofá derramando algunas lágrimas.

Durante los años que llevaba con mi madre, si, no siempre he estado con mi madre pero eso es algo que ni mi padre  ni mi hermano deben saber, muy pocas veces había visto a mi madre llorar, para ella sentirse débil, era lo peor. Por eso intentaba hacer débiles a los demás.

Al principio recuerdo que todo lo que me decía me dolía mucho, me encerraba en mi cuarto, llorando todo el día. Esperaba que ella misma  viniese y me dijese un "lo siento cariño", acompañado de un beso.

Pero ese beso de disculpas nunca llegó, solo la oía riéndose abajo, con sus amigos mientras bebían, así que aprendí a buscarme la vida por mi cuenta, ya no me importaba lo que me dijese.
Fui creando una especie de escudo, ya no me importaba lo que me dijese, aprendí a camuflar mis expresiones, también aprendí a cómo contestarle.

Gracias a los servicios sociales y también al boxeo supe a cómo controlar todo esto, sino hoy sería aquella niña que lloraba por cualquier cosa.

Sé que le había dicho la verdad y eso es lo que más duele. Yo sabía que era su única esperanza, lo único que le recordaba quién había sido alguna vez. Pero no voy a sacrificar mi vida por la de ella. Ya lo había hecho demasiado.

Con las manos todavía temblando de la rabia acumulada ,me giré viendo a mi padre que estaba con los ojos muy abiertos, puede que sea porque haya podido levantar a mi madre del suelo o por lo que le dije.
Creo que de ambas..

Bad girl makes you cryWhere stories live. Discover now