Capítulo 4: tiempo al tiempo

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Flashback
Varios meses antes

Hay muchos sonidos en el mundo. Está el sonido de la jodida alarma, que solo hace que me despierte muy cabreada " acordarme de comprar un reloj nuevo". Están los sonidos de la ciudad, como los coches y las motos. El embarazoso pitido de una tienda al salir, en el que todos te miran como si hubieses robado algo, y lo único que se nos ocurre es levantar las manos para parecer más inocentes.El ladrido de un perro.El sonido de las llaves entrando en la cerradura. Un golpe en un mesa, el sonido de un instrumento..... hay diversos sonidos en el mundo y todos nos provocan alguna sensación.

Pero yo no sabia como sentirme ante el sonido que acababa de escuchar. No sabia como reaccionar. No sabia que consecuencias tendria, pero sí sé que tendría bastantes.

Acababa de escuchar el sonido de un disparo. Veía como la gente a mi alrededor corría, y oía de lejos la sirena de la policía. Por suerte ninguno de mis amigos estaban heridos y yo tampoco.Aunque fuese de noche, puede presenciar al chico que estaba delante de mí. Estaba tirado en el suelo, junto a un charco de sangre.

Estas cosas nunca solían pasar, teniendo en cuenta que he venido a estas cosas durante mucho tiempo. Estas carreras, ilegales claramente, eran peligrosas eso he de admitirlo, pero nunca hasta el punto en el que pienses que no podrás volver vivo a tu casa. Tan solo éramos varios chicos y chicas cuyas vidas eran muy iguales y diferentes al mismo tiempo, y nos unimos para hacer estas cosas.

Mientras pensaba todo esto, seguía viendo al chico tirado en el suelo. Oia a Gabriel gritándome que nos teníamos que marchar ya, que la policia no nos podía pillar. Pero mi cuerpo ni mi mente reaccionaba, cada vez oía las sirenas mas fuertes incluso podia ver un destello de las mismas.

Mi instinto me decía de salir de allí ya, pero en el fondo sabía que no podía, y es aquí donde te haces la pregunta de> le hago caso a mi corazon o a mi cerebro. Yo tenía claro que no iba a poder hacerle caso a ninguno de los dos así que me deje llevar. Me deje llevar por la gente y los brazos de Gabriel que me cogieron por la cintura y me subieron a la moto.

La moto de Gabriel salió a toda velocidad teniendo en cuenta a la gente a su alrededor, no queremos más heridos. Aunque ya hubiésemos avanzado, no pude detener la curiosidad de volver la cabeza atrás.

El chico estaba en el mismo lugar, pero a su alrededor había más gente. Habían varios policías y médicos que llegaron en una ambulancia. Estaban agachados al lado del chico. Todos tenían caras serias y tristes, mientras una chica le cerraba los ojos con sus dedos y decía> no ha sobrevivido.

Sentí un dolor profundo en el pecho, esto no estaba bien. Cuando las cosas habían cambiado tanto. Algunos pensaran que no tengo derecho a sentirme así , que ni siquiera conocía al chico, pero no me podéis prohibir que sienta.

Gabriel bajó la velocidad de la moto, aunque a estas horas no hubiesen muchos policias no nos podíamos arriesgar. Conducía en silencio, yo estaba en silencio. Tampoco había mucho que decir, y si había algo que decir yo no sería capaz de decirlo.

Miraba las luces de la calle, ya no me parecían igual, todo parecia brillar menos.

Gabriel pronto llegó a mi parada, es decir al orfanato. Para mi padre y hermano, si todavía piensan en mi, sigo viviendo con mi madre, pero esa no es la verdad.
Los servicios sociales llegaron un día a mi casa, cuando tan solo tenía ocho años, y me llevaron al darse cuenta de las condiciones en las que estaba viviendo con mi madre.

No me baje enseguida, tan solo nos quedamos los dos sentados.

- Cuando ha cambiado todo tanto, esto nunca había pasado Mía y tú mejor que nunca lo sabes , dime qué está pasando- me dijo viendo dolor en sus ojos y eso era algo raro en el.

Gabriel era de esas personas que ocultaban sus sentimientos , y aunque hemos sido amigos durante mucho tiempo me parece extraño todavía ver algún tipo de sentimiento pasar por sus ojos.

- no lo se, todo ha pasado demasiado rápido- y eso fue lo único que conseguí decir, mientras revivía la escena en mi cabeza millones de veces. Se que Gabriel no intentaría sacarme las palabras a fuerza, yo tampoco solía mostrar mis sentimientos. En el mundo en el que estábamos metidos, mostrar nuestros sentimientos era como ser carne para perros. Así que tienes que cogerlos, hacerlos una pelota y tragartelos y guardarlos en el fondo, muy en el fondo.

Me baje de la moto, y me diriji a la parte trasera del orfanato. No dije ningun chiste gracioso al despedirme de Gabriel, como siempre solíamos hacer, ni el espero a que yo estuviese completamente segura dentro de esa. Simplemente no era la ocasión, no era el momento, no era el día ni tampoco la hora.

Seguramente ambos y todos los que estabamos alli haremos lo mismo. Cogeremos este sentimiento y lo volveremos aguardar con los demás, porque si dejamos que nos afecte eso junto con todos los demás, moriríamos. Asi que haríamos como si nunca hubiese pasado nada, actuariamos normal, sobreviviremos de alguna forma. Pero eso no implica que cuando nuestra cabeza toque la almohada nos invadan todos esos sentimientos de nuevo, que era lo que me pasaba a mi.

Entre en silencio por la ventana de la habitación intentando no hacer mucho ruido. Obviamente la puerta del orfanato ya estaba cerrada así que solo me quedaba la opción de la ventana. Entre sin tropezarme con nada afortunadamente, mientras oía las respiraciones tranquilas de las diez chicas que dormían. Desafortunadamente, el orfanato no tenía mucho presupuesto y es por eso que dormíamos tantas en la misma habitación.

Llegue a mi cama y me acosté, no me puso otra ropa ni el pijama, no tenía más fuerzas. Tan solo quería cerrar los ojos y dormir, olvidar todo lo que había pasado. Mañana sera otro dia, tan solo otro mas, para mi y para el resto de personas. Pero presentía que para mi no tanto.

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⏰ Última actualización: Feb 02, 2019 ⏰

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