¡Esta es la guerra!

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¡Esta es la guerra!

Lado para dónde miraba, las criaturas se batían a muerte. La reptiliana con sus colegas, lobos y ogros, por supuesto, se peleaban con los nuestros, pero nosotros los doblábamos en cantidad.

De nuestra parte, no sólo había centauros, lobos, y ogros. Minutos después, llegó toda la G.E.L.A. Eran miles. No sabía que podía haber tantos lobos trabajando para una causa en común.

-        ¡Basta! – me detuve en seco. Era una voz grave, que ya la había escuchado antes. Todos miraban hacia los costados. Las reptilianas amigas de Selena se quedaron allí plantadas con una expresión dura. Las sirenas se hundieron en sus estanques, dejando ver sus ojos fríos y verdes. Sus cabellos flotaban grácilmente sobre el agua. Minutos después, uno de los lobos se paró en cuatro patas, y se convirtió en humano. Era…

-        Magnus – susurré. Mi susurro quedó tapado gracias a los susurros un poco más audibles de los presentes.

-        Silencio – dijo. Sus ojos marrones se posaron en cada uno de los presentes. Los nuestros, incluyéndome, estábamos convertidos en lobos. Cuando clavó sus ojos en los míos, sonrió de manera horrible. - ¡Ah, Harley! ¡Has acudido a nuestra… humilde morada! – sus colegas rieron por lo bajo. – Por fin podemos hablar con toda la serenidad del mundo.

-        ¡No lo escuches! – gritó Sam. Selena levantó un brazo, e hizo que lo encadenaran. Maldijo por lo bajo.

-        Quiero que todos… armen una ronda enfrente a nosotros dos. Solamente quiero quedarme cara a cara con la “chica poderosa” – dijo, agregándole comillas a las palabras con los dedos. Muchos rieron. Los nuestros, callaron. ¿Chica poderosa? Ni siquiera sé de lo que soy capaz de hacer, ¿y encima me califica como “poderosa”? Miré a mi familia, a Ashley, a Sam, a Luke… si moriría, no moriría en vano. Moriría protegiéndolos. Quería decirle a Sam que cuidara a mis hermanos, pase lo que pase. Contuve el llanto. Estaba aterrada.

-        Tranquilízate – escuché la voz serena de Sam en mi mente – Vacíate de toda sensación. Confía en tu instinto – Ahora, esas indicaciones eran nulas para mí. Respiré hondo. Traté de no pensar en absolutamente nada, pero un torrente de sensaciones me inundó por completo. ¿Qué debería hacer? – Conviértete. Vamos, hazlo. – Me convertí en humana. Miré de reojo a Sam, y vi que éste asentía despacio con la cabeza, y me miraba con tristeza. ¿Sabría él mi destino? ¿Me está preparando para mi posible muerte? No lo sabía. Mi estómago se tensó por completo.

-        Bien – dijo, cuando todo el mundo hizo un gran círculo alrededor de nosotros. – Gracias a Selena, encontré esto – dijo, alzando el gran libro de muchas páginas. Las páginas estaban algo amarillentas. – Traté de abrirla, pero para sorpresa de los nuestros, están… vacías.

Escuché un susurro que provenía de las personas que estaban alrededor mío.

-        Ábrelo.

-        ¿Qué?

-        ¡Que abras el maldito libro! – lo tomé con dedos temblorosos.

Al principio, no pasó nada. Las páginas estaban intactas, blancas, sin nada escrito en ellas. Luego, sin previo aviso, unas palabras fueron apareciendo lentamente. Leí el título: “Un objeto poderoso”. Tenía la foto del collar, y en ese momento resplandecía. Entorné un poco los ojos, ya que la luz me daba directamente. Las demás personas dieron gritos de asombro.

-        ¿Qué ves, Harleton? – Preguntó Magnus.

-        No… no puedo decírtelo – dije con voz firme. Sam asintió, como dándome fuerzas. Los míos se habían convertido en humanos.

I. Moonlight Shadow (editando 2023)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora