Capitulo 7

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Emely baja las gradas con una enorme sonrisa en sus labios, sintiéndose la persona más afortunada del mundo. Cuando está en la planta baja, sus hermanos, madrastra y padre ya están en la puerta, listos para marcharse. Matty lleva puestos el típico traje de futbolista, mientras que los demás llevan puestos jeans y sudaderas.

—Ten esto, allí hará frío. —le dice Mark, sonriendo, mientras le ofrece una sudadera color rosa pálido; que combina a la perfección con el vestido que lleva puesto.

—Gracias. —le devuelve el gesto, mientras extiende sus manos para tomarlas, dejando a la vista el aparato dorado que lleva en ellas.

—¿Qué es eso? —pregunta su padre, frunciendo el ceño.

—¿Eh? Oh, esto; es un teléfono celular táctil inteligente... —responde Emely, encogiéndose de hombros.

—Sabemos lo que es Emely —la interrumpe Eleanor, cruzándose de brazos. —. Lo que quiere saber es cómo lo obtuviste.

—Matthew me lo obsequio. —responde tranquila, mientras sonríe recordando al chico.

El rostro de su padre cambia radicalmente ante esto, pasando de estar sonriente a estar serio, muy enojado. Esto no puede estarle pasando a él, no tan pronto, ella acaba de volver.

—No aceptarás ese obsequio —sentencia. —. Se lo devolveré. —dice firmemente, mientras toma el teléfono y sale de la casa a toda prisa.

—¡Papá, espera! —Emely trata de detenerlo, no logra entender porque la actitud de su padre, es sólo un obsequio.

—¡Emely, sube al auto con los demás! —ordena Mark, con voz severa, mientras cruza la calle.

Cuando está en el porche de la casa de sus vecinos, toca la puerta dos veces y espera a que alguien abra. Segundos después, cuando esta es abierta, deja ver a una mujer morena, un poco alta, delgada y de caderas anchas, quien tiene puesto un delantal y el cabello cubierto con un pañuelo.

—Señor Watson, que sorpresa. —dice la mujer cuando lo observa.

—Hola, señora Williams. Lamento molestarla, pero busco a Matthew. —anuncia Mark, tratando de no hacerse notar molesto frente a ella.

La mujer entorna los ojos mientras se inclina un poco para verlo de cerca. Mark no puede evitar sentir que ella trata de examinarlo, buscando algo que él no puede detectar qué es; y eso lo pone nervioso.

—¿Está todo bien?

—Hizo algo malo —afirma la mujer, refiriéndose a su hijo. —. ¡Matthew Joel Williams, ven acá ahora mismo!

—No, no hizo nada malo. — trata de calmar a la mujer, quien parece estar sumamente molesta.

—¿Qué pasa ahora, mujer? —Matt aparece en la puerta, un tanto angustiado por el tono en la voz su madre al llamarlo; ella solo lo utiliza, y dice su nombre completo, cuando está furiosa.

Mark presiona los labios en una fina línea, cuando la imagen de Matt, luciendo solamente una calzoneta y con el torso desnudo, aparece en su campo de visión. El joven está en perfecto estado físico, parece que se ejercita muy bien sin abusar de su cuerpo.

—¿Qué le hiciste al señor Watson?

—No, no hizo nada —replica Mark, nervioso por la actitud de la mujer. —. Matt, ¿no crees que deberías vestirte?

—Oh, lo lamento señor Watson, vengo saliendo de la ducha. Y si hay algo que sé de esta mujer; es que no debo hacerla esperar. —responde el joven un poco avergonzado, y agradece mucho que el rubor de sus mejillas no se note.

Emely, La Hermana Mayor © (Modificada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora