cartas para Dee (Edd x Eddy)

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¡Ed, idiota!. -decía eddy mientras corría detrás de sus amigos Ed y Nathan- . Maldita sea ¡Nath! ¡Ed! De vuelvanme esas estúpidas cartas!

Eddy, doble D debe saber tus  sentimientos. -corría Ed con las cartas de su amigo- .

Solo queremos ayudarte pelos necios. -dijo Nathan tocando con desesperación la puerta de la casa de Dee- .¡Doble D abre la puerta!

¡Eddy tiene algo para ti doble D!. -grito Ed llegando al lado de Nathan- .

Eddward escucho los gritos de sus amigos y bajo a abrir la puerta para encontrarse con Nathan y Ed ambos muy asustados y agitados.

Doble D, Eddy nos quiere matar. -dramatizó Nathan levantando los brazos- .

Pe-...

Nathan le quitó las cartas a Ed y se las lanzó en la cara a cabeza de calcetín.

¡No preguntes! Solo léelas y no le abras a Eddy!. -grito con despertó y empujando a Ed para poder seguir corriendo- .¡Vamos grandulón debemos correr por nuestras vidas!

Edd cerró la puerta detrás de sí un tanto confundido, se apresuró a levantar las cartas del suelo y mirarlas con cierta desconfianza.

¿Qué tiene que ver Eddy en todo esto?. -dijo para si mismo y luego dar un largo suspiro- . En que problemas se habrán metido ahora.

Abrió la primera carta, no sabía el orden de estas así que las leería totalmente desordenadas.

Dee.

No se cuento tiempo llevo escribiendo estas tontas cartas...

**ustedes ya leyeron esas cartas así que el orden no importa mucho**

Leía una a una las cartas he intentaba colocarlas en orden. Un ardor en sus mejillas comenzó a notarse al igual que cierta vergüenza.

Era más que claro que el autor de esas cartas era su mejor amigo Eddy, pues nadie más que el se había enfrentado a Kevin el día que le rompió el corazón, a demás de que la letra era igual de desordenada que la de Eddy.

Su corazón estaba agitado, sus mejillas sonrojadas, no sabia que hacer ¿Debía ir a buscarlo? ¿Tendría que esperar?. La última carta leída aun la tendía entre sus manos y recordaba aquella frase "gastaría mi amada fortuna en ti", le provocaba algo de gracia pero ternura, pues sabía lo tacaño que era el pelos necios.

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Encerrado en su habitación caminando en círculos, estaba Eddy apuntó que arrancarse la cabeza.

Maldita sea. -maldecía por lo bajo- . Esto no estaba en mis planes.

Seguía caminando en círculos mordiéndose las uñas con desespero pensando como arreglar otra estafa que le salía mal, claro que a quien había estafado todo ese tiempo era a él mismo haciéndose creer que todo estaría bien y nada saldría mal.

¡Cuando los encuentre los haré pedazos!. -grito dentro de su habitación y luego suspirar con desgano- .¿Cambiará nuestra amistad?. -se dijo a sí mismo mirando las palmas de sus manos- .

Recuerdos pasaban por su mente, recordando aquellos momentos en los que se metían en problemas por culpa de sus estafas mal planeadas y a pesar de las advertencias de Doble D, Eddy de alguna manera lograba convencerlos para hacer realidad su estafa y poder comprar dulces. Todo era más fácil en ese entonces, no pensabas tanto en los problemas, sólo querías disfrutar y comer caramelos.