Sexto sentido (JiHan) ✨

Under the afterglow

Fue un reto tratar de convencer a sus padres para obtener el permiso de salir del país, pero lo logró.

Después de todo estaba cerca de cumplir la mayoría de edad y era un jovencito bastante maduro como para desconfiar de él.

Su mejor amigo fue quién le había hecho la invitación de tomar unas vacaciones fuera. WonWoo y Joshua estudiaban en Los Ángeles, pero el hogar natal de WonWoo estaba en Canadá; algunas veces no podía costear un viaje a su hogar debido al dinero y terminaba por quedarse en casa de Joshua, pero esta vez era diferente, saldría del país y había propuesto a su amigo que fuera con él.

Le ofrecía la estadía en su hogar con todas las comodidades de uno: habitación, abrigo, alimento. También había mencionado que como plus, tenía su propio espacio en el sótano arreglado con un pequeño equipo de música: guitarra, bajo, batería y hasta tenía un teclado.

La habitación ideal para un par de jóvenes amantes de la música.

La idea sonaba fantástica.

Los padres de WonWoo vivían en las orillas de Canadá colindando con Alaska.

Era un pequeño pueblo poco concurrido y habitado, donde había un bosque y un lago cerca. El clima era una locura, era un frío que calaba hasta los huesos, tal vez era la razón por la que nadie hacía de esa zona su estadía permanente. Y sin embargo el paraje era indiscutiblemente una maravilla.

La sola idea de apreciar aquel panorama tan de cerca, era bastante emocionante.

Con dieciocho años, sus progenitores encontraban a Joshua lo suficientemente maduro para pasar tiempo prolongado fuera de casa con otra familia. Así que luego de muchas recomendaciones, recordar modales y el apropiado comportamiento, el joven se despidió con equipaje en mano hacia aquellas prometedoras y frías vacaciones.

A su llegada a Canadá la familia de WonWoo fue muy amable con Joshua. Los recibieron a ambos con una cordial y calurosa bienvenida y a invitado le ofrecieron la habitación del hermano mayor de WonWoo, JunHui, quien también era estudiante y no pasaría las vacaciones en casa.

Joshua agradeció tanto la bienvenida, como la oportunidad de ser huésped en aquel hogar por varios días. Fue amable y agradecido con todas las atenciones y la hospitalidad que le brindaba la familia de su mejor amigo. Inclusive después de comer, ambos recogieron la mesa y lavaron la loza juntos.

Ese mismo día su compañero decidió mostrarle los alrededores y la casa completa.

Era una casa rústica y pintoresca, una de madera que contaba con dos pisos, con un patio bastante amplio rodeado de pasto verde. A lo lejos, podía apreciarse el frondoso bosque, los pinos verdes y tupidos. Era un paisaje realmente hermoso y frío, muy frío.

Por último, su amigo decidió mostrarle el sótano.　　　　　　　　　　　　

Cuando encendió las luces de aquel cuarto subterráneo, en efecto se dio cuenta de lo bien equipado que estaba, parecía una habitación de música.

Había una pequeña sala y enseguida varios instrumentos: una batería, un par de guitarras acústicas, una guitarra eléctrica, un bajo, un teclado y tres amplificadores.

Joshua estaba fascinado con aquella habitación, aunque un momento después, el frío en aquella pieza lo sacó de su trance. Era como si hubiesen encendido el aire acondicionado a baja temperatura y éste le hubiese golpeado directamente a la cara.