Con cuidado
Aférrate a mí.
Eso trato es que eres muy tosco.
Como si no lo hubiéramos hecho antes.
Cuidado con mis piernas.
Baja tu cabeza Saret.
Al fin entramos a la casa, la puerta era muy pequeña para el vestido de Saret, teníamos miedo de que se rompiera o de que ella se hiciera daño.
Cámbiate- le sonreí- iremos a la playa en un rato.
Asintió y con cuidado subió las escaleras al segundo piso en lo que era nuestra cabaña en la isla de Jeju.
Eran casi las 3 am, pero sinceramente quería caminar un poco con Saret, despejar nuestras mentes y pasar un rato a solas con la que ahora es mi esposa.
Por mi parte me quite el saco y la camisa y fui donde la maleta para sacar una playera normal y unas sandalias.
Estoy lista- bajo sonriente la pequeña con un short bastante corto y un camisón largo que le tapaba un poco este.- ¿me veo bien?
Perfecta- sonreí tomándola de la mano- ¿debería cargarte de nuevo?
Tonto.
La levante en mis brazos y la cargue para salir a caminar a la playa.
¿Qué sientes?- dijo la pequeña pateando un poco la arena
¿Cómo?
Estamos casados- sonrió viendome- ¿Cómo te sientes?
Vi al cielo, aquella noche llena de estrellas- no sé como describirlo.
Me siento igual- rio.
Gracias- la abrase
¿He?- dijo un poco sacada de onda
Gracias por casarte conmigo.
Ella regreso el abraso- gracias por no rendirte.
Todo será mejor desde ahora- me aleje un poco de ella.
Será mojado, dirás…
¿mojado?
Saret me empujo con todas sus fuerzas, caí de golpe a la orilla del mar, mojándome casi por completo.
¡Yah!- grite pero no había nadie a quien gritarle, la muy cobarde corrió como si no hubiera mañana.-¡Vuelve acá Saret!
Fui detrás de ella, pero ya iba bastante lejos.
¡Yah Saret vuelve!- pero ella seguía corriendo mientras reía nerviosa.
Ya no puedo correr- dijo jadeando.
Ya casi te alcanzo.
Yah, ¡aléjate!- rio nerviosa mientras se cubría con sus brazos.
Al momento de atraparla la acosté con cuidado en la orilla del mar, pero ella con su fuerza me jalo y de nuevo me mojo.
Saret, eso es trampa.
Calla.-rio- es solo agua.
Saret- dije viéndola.
¿Qué pasa?, ¿Por qué me miras así?.
Am, mira hacia abajo- reí nervioso.
¡Pervertido!- dijo empujándome
¡Soy tu esposo!- la razón era que Saret traía ropa blanca lo que hacía notar su ropa interior gracias al agua…bendita agua.