S I E T E

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O quizás no.

1 mes después.

-¿Duele?- pregunto Hershel doblando mi pie, negué -¿Ahora?- presionó su dedo sobre la herida.
-Un poco- susurre.
-Bueno la curación va mejorando muy bien por lo que ya podrás caminar- sonrió el hombre.
-Grac- el ruido de la puerta abriéndose me interrumpió.
Daryl entró con su trapo rojo que siempre lleva en la bolsa trasera de su pantalón cubriendo su mano que parecía estar sangrando.
-Volveré luego- dijo cuando me vio en la camilla.
-No ya me voy- hable poniéndome mi bota para después pararme -Gracias Hershel- dije tomando su mano dándole un apretó.
-No hay nada que agradecer- sonrió amable.
Comencé a caminar de a poco, era la primera vez en este mes que puedo hacerlo sin usar las malditas muletas que usaba Hershel. Claro, antes que Merle, Daryl y yo le consiguiéramos una prótesis.
La herida había sido peor de lo que pensé, no dejaba de sangrar y casi se infecta. Por suerte y ayuda de Rick y algunos voluntarios más consiguieron los medicamentos para evitar la infección. Y Hershel prácticamente me había salvado, de nuevo.
Estuve estancada en la cama durante 2 semanas y luego no aguante más y le rogué a Hershel que me dejara usar sus muletas. Me sentía un tanto inservible estando en esta condición pero al menos había podido darme un descanso.
¿Y que ha pasado con Daryl?
Bueno él me dejo de hablar después de aquella noche, simplemente se alejo. Al principio cuando estaba en cama sin poder hacer nada pensé que él solo necesitaba algún tiempo solo. Por lo de su hermano y eso. Pero él nunca llegó a mi celda, nunca me visito y cuando pude salir lo primero que hice fue buscarlo sólo para que él me ignorará por completo.
No podía negarlo, me había dolido que se alejara sin siquiera una explicación. Pero luego lo entendí. Me odiaba, por lo que había pasado con Merle. Intente explicarle lo que había pasado ese día. Pero él nunca quiso escucharme. Así que después de algún tiempo me rendí y deje de buscarlo. Por más que me doliera.
Aun no se con exactitud que era lo que sentía o siento por Daryl. Pero sinceramente creo que ya no importa.

-Debes comer- dijo Daryl serio, rodee los ojos y negué. Solo habían pasado 3 días desde la muerte de Andrea y no había hecho más que dormir y llorar -No has comido desde no se cuando y casi te desmayas al subir las gradas- hablo él castaño -Debes comer-
Lo cierto es que no sabia porque mierdas hacia esto Daryl, ya se lo había dicho, esto no era su problema.
-Ya deja a la pequeña cucarachita en paz hermano- dijo Merle.
-Vete a la mierda- dije enojada, él solo soltó una carcajada.
-Sal de aquí Merle- hablo Daryl.
-Pero no est- intento defenderse pero el castaño lo interrumpió -Sólo vete- el nombrado salió de la celda enojado.
-Tu también vete- dije viéndolo fijamente.
-Ni lo sueñes- dijo él sentándose a mi lado con el plato de comida en la mano. Este hombre nunca se rinde.

Entre a la cocina lentamente, tenia bastante hambre y quería despejar mi mente un poco.

-Megan- saludo Carl alegre -Ya no tienes las muletas- sonrió.
-Así es pequeño amigo- despeine su cabello para luego sentarme en una de las mesas -Pero aún no puedo correr, así que tendrás que esperar un poco más- Carl hizo un puchero, volví a despeinarlo, solo sonrió -¿Podrías ir a traerme un poco de comida?- el chico asintió para luego salir corriendo hasta la cocina del lugar.
Carl y yo nos hicimos muy buenos amigos desde el principio, me había ayudado con los caminantes cuando llegue a la cárcel y luego con lo de Andrea el se quedo allí afuera cuidándome cuando la enterramos. Al igual que Daryl.

Y ahora pasábamos la mayoría del tiempo jugando ajedrez ya que no podíamos jugar escondidas porque no podía moverme mucho.
-Aquí esta- aviso Carl poniendo el plato con comida delante de mí.
-Gracias- susurre.
La comida fue un tanto lenta, Carl que se quedó conmigo no dejo de hablar en todo el tiempo. Y cuando termine insistió con querer jugar ajedrez así que nos encaminamos hasta mi celda.

Certain Things || Daryl Dixon.Where stories live. Discover now