27. ¿Truco o trato?

25 4 2
                                    

Frank POV'S
-¡Gio!¿Gio? GIORGIO, ABRE LA PUERTA.-me estoy cansando de esperar a que este me abra.

-Voy, no botes la puerta animal, ya voy- y hasta que se digna a abrir la puerta, me dice que pase y me acomoda en su sofá.- No tardo Frank, debo ir a la tienda por unas cosas que me ha pedido Vic para el baile, si tocan o entran sin aviso no te asustes es una vieja amiga que viene desde Florida- Gio se va y me deja con sus tremendas comodidades.

Se escuchan pasos, pero es normal, es un edificio en donde vive mucha gente y pasan a cada rato, pero estos son distintos, son fuertes pero pausados.

Tocan a la puerta y abro sin ver el pestillo.

-¿Hola?- no hay nadie frente a la puerta, cierro y por supuesto que fueron esos diablillos de los niños.

Me voy a sentar cuando de nuevo escucho esos pasos y tocan la puerta de nuevo. Esta vez miro el pestillo pero no hay nadie.

Me dispongo a sentarme de nuevo y veo el pestillo, no hay nadie. Para resumir el cuento, me lo han hecho 3 veces más.

Ya me cansé así me quedo allí esperando y cuando toquen de nuevo voy a ver por el pestillo y los pillaré.

Llevo 20 minutos esperando y nada, ahora sí me voy a recostar en el sofá cuando tocan de nuevo y esta vez abro sin pensarlo... ¡DIOS!

-¡HOLA!- no puede ser posible, no está pasando, NO ME PUEDE HACER ESTO.

-¿HOLA? ¿SABES CUÁNTO MALDITO TIEMPO HE ESPERADO NOTICIAS TUYAS? GRACIAS SEÑORITA CIPRIANO POR APARECER CUANDO MENOS TE NECESITAMOS- siento como la furia va recorriendo todo mi cuerpo y lo único que quiero es gritarle por maldita desgraciada.

-Yo también te extrañé, gracias por tan amable recibimiento. ¿Tiene Gio un poco de vino?-se hizo la que no una vez más, pero esta no se la dejo pasar.

-NO ME VENGAS CON CINISMOS FIORELLA CIPRIANO, ESO YA NO TE QUEDA Y CONMIGO MENOS, VETE, FUERA, NO TE QUIERO VER EN MI VIDA.- eso fue loq UE solté, pero su rostro no dejó de tener esa sonrisa retorcida y esos hermosos ojos verdes.

-Ok, me voy, pero antes... Paso por el vino que tiene Gio en la cocina, permiso, voy a pasar- y así es como me ignora todo.el.tiempo.

Pasa como si yo fuera el hombre invisible y no me hace caso, le vale, pero esta vez no voy a caer en su juego.

-Sabes, sabía que estabas aquí y sólo quería explicarte el por qué de mi "escapada" necesito aclarar mis sentimientos y todo el revoltijo de vida en el que todos participan- me dejó perplejo porque no esperaba que me lo dijera tan calmada y lo más impresionante, sin drama.

Buscaba el vino de Gio en la nevera. Se levanta suavemente porque aún está lastimada del pie, luego rebusca en la cocina el saca corchos y se tira al sofá con dos vasos, la botella y el saca corchos.

-¿Quieres?- pregunta la chica por la que he estado preocupado desde que llegó a esta inmensa ciudad.

Tomo la botella sin ganas de hablar con esa malditainfeliz, la abro y casi estoy sirviendo el vino en los vasos cuando me detiene.

-No, de la botella es mejor, además necesitamos más fuerza de la que crees. Necesitas escucharme porque esta vez no voy a escapar.- me quitó la botella de las manos y le dió un sorbo profundo, no hizo cara de disgusto.- Esto está demasiado bueno, Gio tiene muy buenos vinos Abruzzeses.- se relamía los labios carnosos.

-¿Qué haces aquí? Se supone que ya habías salido de nuestras vidas y que te largaste sin dejar rastro y ahora vuelves como si nada y además... Con la más notoria tranquilidad ¿por qué carajos eres así?- esta vez su cara se tornó seria y no denotaba ninguna emoción.

-No regresé para quedarme, eso es seguro. Sabes, siempre quise hacer esto pero me daba miedo de quedar como una ridícula y demostrar lo débil que soy no me queda nada bien. Tienes que saber que me dejaste un revoltijo en la cabeza y el corazón. Mi paciencia se agotaba cada vez que me coqueteabas o qué hacías esos acercamientos tan espantosos para mi piel, eras la kriptonita de mi vida; Frank, no te voy a mentir. Fuiste, eres y serás un hombre que ha marcado la diferencia en mi vida, hay una Fiorella antes y después de Frank Collins. Siendo sincera, no me arrepiento de mis decisiones pasadas, me arrepiento de haber sido tan cobarde como para no haber hecho esto años antes.- su mirada estaba clavada en la mía, cada palabra que soltaba eran bálsamo para esas heridas que había dejado abiertas- No te voy a mentir más, mis planes no te tenían contemplado a ti ni a ningún otro chico, yo te quiero, yo llegué a enamorarme de ti, yo te amo, pero no puedo continuar así. Me disculpas de antemano porque lo que voy a hacer es indebido y de lo más loco que he hecho.- tomó mi cara y me plantó un beso tierno al principio e intensificó el beso con toques más bruscos, llevó sus manos a mis cabellos, los haló, gemí. Llevó su mano derecha al botón de mis jeans y con astucia se deshizo de ellos al momento que yo levantaba su hoodie, para toparme con la sorpresa de que no tenía sostén. Nos quedamos viendo por un momento y ese se volvió uno de los momentos más tiernos y apasionados que he tenido con Fió.

Se acercó a mí y susurró Perdón por esto, acto seguido la tenía encima, se deshizo de mi playera y empezó a depositar pequeños besos sobre mi abdomen, fue subiendo hasta alcanzar mis labios, esto es el paraíso.

No dejó que respirara ni un momento. Mis calzoncillos estaban a punto de reventar.

-Espera, queda más- me hizo saber que esta, probablemente, era la última vez que la vería.

Tomé su cintura y la abracé contra mi pelvis. Su pecho subía y bajaba contra mi barbilla. Esta es una sensación que jamás en la vida volveré a sentir. Le quité esos malditos pants y las pantaletas, para que quedara completamente desnuda ante mí.

Acto seguido fue una sensacional tarde en donde no tuvimos sexo... Nos entregamos uno al otro para confirmar que no seríamos de nadie más, o eso fue lo que yo quise creer.

Sin Filtro// Terminada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora