One Shots || Why Don't We

¿Qué demonios paso contigo?

💧Corbyn Besson💧

Es triste como una persona puede cambiar de un momento a otro. La sociedad te comienza a consumir poco a poco, y te hace cambiar. Eso me paso a mi.

Bueno, no a mi, sino a la persona que creí mi mejor amigo, Corbyn Besson. La "popularidad" lo consumió por completo, y más sus estúpidos amigos.

Es doloroso ver a Corbyn del otro lado del pasillo, conversando con sus nuevos amigos, y olvidando los 10 años de amistad que teníamos, como si nunca hubieran pasado.

Me le quede viendo, parada desde mi casillero, pero claro, él no lo notaría, pero sí su estúpida novia.

—¿Qué estas mirando, idiota?— Me grito Christina desde el otro lado del pasillo, haciendo que todos los que estaban ahí me miraran.

Me gire, dándoles la espalda, rogando para que ella no viniera, pero de todos modos lo hizo. Mi casillero se cerro de golpe, y Christina estaba parada frente a mi, con una sonrisa en la cara.

—Te hice una pregunta, ¿Qué estabas mirando?— Dijo, con voz amenazante.

—Nada.— Murmuré, y ella solo se rió.

—¿Nada?— Preguntó burlona y negué con la cabeza.— ¿Qué estabas mirando?

—Nada, lo juró.— Respondí, retrocediendo, pero sólo coque con alguien atrás de mi, el cual me empujó hacía Christina, volviendo a acercarme a ella.

Mire a Corbyn, rogando que él hiciera algo y me ayudara, pero sólo se quedo parado, mirándome serio, sin hacer nada.

Sentí la mano de Christina tomarme del cabello y tirarme al suelo, y después una patada en la cara, haciendo que mi nariz sangrará. No me pude contener más, y como pude me levante del suelo, quedando cara a cara con ella.

—¡Ni se te ocurra volver a tocarme!— Le grite, y ella solo me miró indignada.

—¿Tú quién te crees que eres?— Preguntó molesta.

Sentía mi sangre arder de la furia. Yo no soy cualquier estúpida, y no voy a dejar que me humillen frente a todos.

—Vas a arrepentirte.— Dije, levantando mi mochila.

—¿Me estas amenazando?— Mascullo, y de nuevo camino directo hacía mi.

Levante mi puño y le di un gran golpe en la nariz, haciendo que ella fuera directo al suelo. Deje caer mi mochila y me subí arriba de ella, soltando varios golpes en su cara. Christina gritaba y trataba de cubrirse la cara, pero yo siempre encontraba la manera de darle un golpe.

Sentí unas manos en la cintura y después como me alejaban de ella, para sacarme de el lugar, hasta que terminamos en el gimnasio. Me solté bruscamente del agarre de Corbyn, él cual me miraba serio.

—¡No vueltas a tocarme!— Grite, dando unos pasos hacía atrás.

—Alguien tenía que detenerte.— Dijo serió.

Me quede callada unos segundos, y después camine hacía Corbyn y comencé a empujarlo.

—¡Eres un idiota, Besson!— Grite, dándole manotazos en el pecho, pero a él parecía no importarle.

—¿Quieres dejar de comportarte como niña pequeña?— Dijo, tomandome fuertemente de las manos.— Te estas ridiculizando a ti misma.

—¡Sueltame!— Masculle, tratando de soltarme de su agarre, pero él no me soltaba.

—¿Vas a dejar de golpearme?— Preguntó, mirándome fijo.

—No, porque mereces que te golpee.— Contesté.

—¡Ya basta Anne!— Gritó, haciendo que dejara de intentar soltarme.

Me le quede viendo fijo, y después me soltó las manos. No pude contener el llanto, dando unos pasos lejos de él.

—¿Qué pasa contigo?— Pregunté, dolida.— ¿Qué demonios paso contigo?

Corbyn no dijo nada, se quedo callado, mirándome fijo. Bajo la mirada y se giró, dándome la espalda.

—¿Va a ser así?— Pregunte, molesta.— ¿Vas a darte la vuelta e irte sin responder?— Él seguía callado.— ¡Diez años de amistad tirados a la basura Besson! ¡Diez años desperdiciados! ¡Todo por la estúpida con nariz de tucán!

Finalmente, Corbyn se giró a verme, molesto.

—¡No hables así de Christina!— Mascullo.

—¿O qué? ¿Vas a golpearme como lo hace ella?— Grite.

—¡¿Por qué estas tan aferrada a recuperar al alguien que ya no existe?!— Grito él, con las manos en la cabeza.

—¡Porque te amo!— Grite, y las lágrimas comenzaron a caer de nuevo.— ¡Porque he estado enamorada de ti por años! Pero tienes razón, él Corbyn del cual me enamore ya no existe, en su lugar, esta este idiota parado frente a mi.

Corbyn iba a contestar, pero la puerta del gimnasio se abrió, y por ella aparecieron los cuatro mejores amigos de él, Jack, Daniel, Jonah y Zach, los cuales sólo se nos quedaron viendo fijamente.

—Eres un idiota.— Murmuré, viendo a Corbyn de nuevo.— Eras mi mejor amigo, Besson.

—No te confundas, Anne.— Interrumpió.— Tú y yo jamás fuimos amigos.

Dicho eso, camino hacía sus nuevos amigos, y los cinco salieron del gimnasio, dejándome totalmente sola.
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