°Capitulo Unico:°

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La invitación habia sido entregada a mi por medio de un Mettagross que a diferencia de otros que habia visto, este era de color blanco en lugar de ser azul oscuro. Una invitación a un baile de un anfitrión desconocido. Candela era la última líder de gimnasio que yo había enfrentado, y no me esperaba que antes de que llegara al gimnasio de mi padre me llegara eso. Al principio había dudado demasiado en ir, pero de alguna forma había terminado vestida y arreglada en el baile, donde todos parecían traer una máscara mientras que yo había olvidado traer la mía.

En fin, me encontraba paseando por el lugar acompañada de mi confiable equipo a solo un movimiento de mano de distancia, buscando quizás una cara que me resultara conocida, pero era inútil, ni Brendan ni los demás estaban ahí. A quien sí pude reconocer, fue a algunos de los líderes de gimnasio que ya me había enfrentado, incluso pude reconocer a la campeona de concursos Ariana acompañada de su "Ariblu", parecía que toda la gente importante de Hoenn estaba en ese baile

—Vaya, si viniste— escuché decir a una voz masculina encima de la música de salón

No supuse que fuera para mi aquel comentario, por lo que seguí paseándome por el salón mirando a las demás personas con sus increíbles máscaras. Cuando de repente pude sentir un jalón en mi brazo, cuando yo creía que caería al suelo, resultó ser que había una mano esperándome y otra sosteniendo mi brazo. Cuando por fin abrí los ojos, los mismos debieron de abrirse como platos ante la persona frente a mi, tenia el cabello de un color azul claro que a decir verdad era muy parecido al color de sus ojos, la piel blanca y una sonrisa hechizante, a decir verdad, se veía un mayor que yo. Vestía una camisa blanca con un listón azul que le rodeaba el cuello y que era sostenido por delante con un broche dorado, traía una capa de color negro con dorado en los bordes, un antifaz con los mismos colores y guantes blancos, pero sinceramente, yo ya sabia quien era este chico

—Steven— dije casi en un suspiro

—Ignorar a la gente es de mala educación, querida— me volvió a decir mientras se incorporaba y me abrazaba

Steven Stone, el hombre más misterioso en todo Hoenn; lo había visto un par de veces mientras recorría la región, pero jamás había pasado de un par de conversaciones y que yo le entregara una carta por parte del presidente de Devon S.A en la curva granito, aunque desde el principio sentía cierto encanto en él

—Me da gusto verte, no había visto a nadie que conociera— dije pasándome un mechón de pelo por detrás de la oreja

—Te vi muy sola, y una entrenadora como tu no debe de andar así

Nosotros hablábamos mientras que los demás bailaban. No me fue dificil saber que todos los que pasaban cerca de nosotros se nos quedaban viendo de una manera extraña; quizás se debía a que Steven había pasado solo de tomar mi mano entrelazando nuestras palmas a que sus dedos se entrelazaron con los míos a lo largo de los últimos minutos.

De alguna forma logramos terminar en unos hermosos jardines iluminados por una luz de luna, su compañía de alguna manera me daba un calidez que no se sentía ni en el gimnasio de Candela, pero el hecho de que nos estuviéramos alejando tanto de las demás personas no me daba una de las mejores espinas

—¿A donde me estas llevando?— dije por fin, buscando saciar mi curiosidad

—Ten paciencia, ya estamos cerca

Eso pareció ser suficiente para que mi curiosidad fuera saciada, aunque fueran solo un par de palabras.

Unos minutos después Steven se detuvo en seco; estábamos en la orilla de un barranco

—¿Steven?- dije

Él se ha quitado la capa que traía y simplemente la ha arrojado a un lado sin contestarme nada. La siguiente imagen es bastante extraña, Steven se ha puesto sobre sus rodillas y se ha agarrado de la orilla del barranco para dar un salto hacia este. Estaba a punto de sacar a mi Swellow de su pokebola e ir a ayudarlo, cuando se ha asomado por el borde del barranco y me ha hecho una señal de que me sentara en el, al verlo seguro he alejado mi mano de las pokebolas y me he acercado a sentarme en el lugar indicado por el chico de ojos azules con mis pies colgando al barranco.

La Cueva en la Montaña [ONE-SHOT]Where stories live. Discover now