HOME -(Yuri On Ice-Vikturi Omegaverse)

Tarea

Yuri salió a hacer las compras de la semana, por lo general Viktor lo acompañaba, pero esta vez el ruso se hallaba entretenido cortando el exceso de cabello a un Makkachin más que esponjoso. Sin su esposo en casa Viktor pensó en tomar una siesta, sin embargo un mensaje de Yurio lo sorprendió. 

"Hey anciano, ¿cómo están tus matemáticas?"

"Bien gracias, ¿y las tuyas?"

Tan pronto como respondió alguien llamó a la puerta, le pareció extraño pues Yuri siempre llevaba sus llaves, abrió tras pensarlo un momento y encontró a Yurio con una mochila al hombro y su cara de "soy un adolescente peligroso". Tras un respaso rápido al rubio lo dejó pasar.

-Me tienes que ayudar- demandó el rubio sentándose en la sala y sacando sus libros y cuadernos.

-¿Qué pasa?- Viktor lo vio sorprendido, según parecía, Yurio no entendía su tarea. Es muy importante que los patinadores además de tener un buen desempeño deportivo, estudiaran como los chicos normales, así tendrían éxito en caso de abandonar el patinaje. 

-Yakov y Lilia son tan viejos que solo conocieron la rueda, no sé que hacer con estas ecuaciones- se quejó Yurio. 

-Verás... a decir verdad fue hace mucho que estudié eso...- decía Viktor, en realidad recordaba muy poco de lo visto en sus años académicos, sin mencionar que estudió con tutores. 

-¡Trae tu trasero calvo y ayúdame!- gritó Yurio y Viktor suspiró yendo a ayudarlo. 

Yuri los encontró durmiendo sobre los libros de Yurio, los problemas aún no estaban hechos y a ese ritmo el rubio no entregaría la tarea. 

-Viktor, Yurio, no sé que deben hacer por no lo están haciendo si duermen- dijo Yuri despertando al par de rusos, cuando reaccionaron se dispuso a guardar la compra, sin embargo no llegó lejos. Yurio lo tomó de la mano y tras mirarlo con los ojos llorosos dijo:

-Katsudon, ayúdame, el inútil de tu esposo no sabe sumar- la cara suplicante del rubio ablandó su corazón y Yuri asintió. Tres horas después la tarea estaba hecha y Yurio había comprendido por completo el tema. 

-Hey, calvo, cada miércoles el Katsudon me va a enseñar matemáticas, no lo acapares- gruñó Yurio cuando se marchó, no sin antes darle un sincero beso de agradecimiento a Yuri que solo atinó a parpadear confundio ¿cómo que le daría clases a Yurio?