Uno no sabe lo que tiene, hasta que lo pierde. |Editando/SasuNaru|

11. Por favor

Era temporada de lluvias, se podía saber a simple vista con tan sólo ver el cielo nublado.

Naruto suspira, se siente ansioso pero no sabe cuál es el motivo, le duele hasta su estómago. Todo su cuerpo le grita que algo ocurre.

Hay un alboroto enorme en la editorial que el rubio no se da cuenta como todo es destruido por la furia de Nagato, están frustrados por ser finales de mes.

Mira de reojo al asiento enfrente suyo donde Shikamaru siempre está, es raro no tenerlo reclamándole cualquier cosa. No ha recibido mensajes alguno del hombre ni tampoco se tomó el tiempo de llamarle, pero fue un día demasiado largo para poder tomar el teléfono tan siquiera.

Las gotas empezaron a caer lentas y pequeñas, segundos después eran grandes, resonaban en la ventana. No era un simple lluvia.

-Maldita sea.- susurra bajo, mirando su celular abajo del escritorio para no ser regañado por Nagato.

Naruto: Hey? Estás bien?
Shika: No
Shika: Lo siento tanto Naruto, debí llamarte antes pero tengo fiebre y no puedo ir por Yuuki.

Naruto se inquieta al leer el mensaje, desconoce si sería hoy uno de esos días de suerte en donde salen temprano, pero lo dudaba. Muerde su labio inferior pensando que podía hacer, alguien tiene que pasar por su hija.

Naruto: Está bien:) recupérate, mañana iré a verte temprano.

Envío el mensaje, dudando si hacerlo o no pues estaban molestos bueno él no lo estaba, Gaara si. Le duele tener que dejar su orgullo aún lado.

-Voy al baño.- dice a los presentes, el líder pelirrojo está en una crisis existencial así que le da igual ver como Naruto se sale, minutos después de decir que nadie iba a salir del sitio hasta terminar.

Ya afuera, a cortos centímetros de aplanar llamar , su dedo tiembla. Ugh todo era un fastidio, pero lo hace. Pega el teléfono a su oreja izquierda escuchando los timbres indicando la llamada entrante.

Buzón de voz...

Corto la llamada, evitando escuchar a la contestadora y sentirme más estúpido por haber intentado.

Gaara era un inmaduro y Naruto ahora realmente estaba molesto.

-Perdóname Yuuki.- habla pegando su cabeza al frío concreto de la pared, debía conseguir un trabajo que le permitiera salir temprano.

Pero amaba estar aquí, trabajar en este lugar había sido una de las mejores cosas en su vida. Era el trabajo de su vida o su hija. Obviamente la menor era prioridad.

Así que resignado entra nuevamente a la habitación donde se encontraban los demás, pidiéndole perdón a Yuuki en sus adentros por no llegar a tiempo.

-

-Hola pequeña.- saluda Sasuke sentándose a lado de la menor quien le sonríe. Al Uchiha le encanta ver como lo hace, provocándole recordar viejos tiempos, más que nada a un Naruto con mejillas rojas y una enorme sonrisa. Ambos tiene la misma sonrisa y gestos, esta feliz porque Yuuki sea idéntica al rubio, por ejemplo cuando se arrugan las esquinas de sus ojos azules cuando ríen y a Sasuke siempre le pareció un encanto prohibido aquello.

-Hola maestro Sasuke.- repite el gesto, sigue abrazando sus piernas contra su pecho como muestra de lo asustada que está, esperando la llegada de alguien en esta lluvia.

-¿A qué hora van a pasar por ti, Yuuki?- cuestiona algo que mantuvo al azabache caminando en el mismo sitio, preguntándose si era correcto o no acercarse.