Narrador Luffy
- Gracias por taerme a mi casa sejas de remolino shishishishi...
- Me llamó Sanji - Lo dijo con un tono de voz un poco enjado. Luego se fue de mi casa con escopeta en mano.
- Mamá! Ya llegue! - Grite para que mamá me escuchara. Mi mamá era una de las mujeres más hermosas que pueblo, muchas chicas envidiaban a mi madre por su edcultural estructura o al menos decía el cazador que cada vez que la miraba le salía sangre de la nariz y no se porque. Con larga cabellera de color negro y unos hermosos ojos azules, gran figura, grandes atributos delante y por atras, y un hermoso caminar, eso decía los hombres del pueblo, ella llegaba a una tienda y los hombres caían a sus pies. Tal vez todavía soy muy inocente para comprender esos sentimientos eso decía mi madre cada vez que le preguntaba.
- Luffy llevale esto a tu tía Nami esta muy enferma necesito que le lleves esta canasta de medicinas y una gran tarta que le e preparado solo no te la comas te conosco muy bien ¿vale?.- Si. - mi tía Nami también es parte de las mujeres más hermosas del pueblo.
- No te vayas por lugares extraños tu sabes el camino y solo debes tomar ese.
- Si.
A lo largo del tiempo mi tia sufría una enfermedad mi madre no me quiso decir cual tenia tal vez es muy fuerte por que ella se puso a llorar al salir de doctor con mi tía Nami.
Al entrar al bosque recordé a aquel lobo que me habló. Quería pasar por el mismo lugar quería volver a verle pero mi mamá dijo que no me fuera a lugares extraños...... Pero tan solo ir a verle no causará ningún daño.
Entró por ese pequeño camino que había entre muchos de los árboles que habían.
- Lobo! Lobo! ¿ Estas aquí? - pregunto pero no resivo ninguna respuesta.
Derrepente entre los arbustos algo que se mueve y se lanza hacia mi que caigo al suelo atrapandome con unas grandes garras y un gran cuerpo que puede tapar toda mi vista, con una mirada de asesino. Pareciera que quisiera matarme.