Persecución (9)

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- mañana querida- corrigió picaron y sacando algo de personalidad de Fred/?

Te reiste y saliste del cuarto despidiendote de él con la mano. Estabas agradecida de que Mangle te permitiese despedirte de Golden.

Sin más, te dirigiste hacia el salón donde estaba Mangle y le dijiste que mañana vendrías por la tarde, solo para avisarla, pero no le dirías que curarías a Golden, obviamente.

____________Al día siguiente___________

(¿Quien quiere intriga?)

Suspiraste aburrida, faltaban diez minutos para las dos de la tarde, llevabas alrededor de tres horas con los deberes.

Estabas impaciente por ir a ver a Golden, tanto que no te podías concentrar en la tarea y la solías hacer mal sin darte cuenta.

Gruñiste al ver que habías escrito "había" con "v".

Estabas desesperada.

Cuando por fin terminaste los deberes te levantaste de la silla y te fuiste a la cocina a por la comida, vivías con tus padres, pero ellos siempre se levantaban temprano y llegaban a casa muy tarde. Lo cual hacia que siempre estuvieses sola, por eso te buscaste el trabajo en cierta parte.

Tras la comida te arreglaste y saliste hacia el hospital psiquiátrico con una gran sonrisa, hoy no tenías que ir, pero por tal de ver a Golden todo valía la pena. En teoria le dijiste a Mangle que irías a conocer al nuevo paciente, etc, etc. Pero no, ibas a ver a Golden y de lunes a viernes al nuevo paciente. Eso podía acarrearte muchas consecuencias pero, el amor valía por mil.

Al entrar escuchaste un discusión, parecía una discusión en plan bestia. Dejaste tus cosas en el casillero y te pusiste la bata blanca, sin más dilación entraste por el pasillo y te quedaste rígida al ver a Golden en el pasillo peleando con lo que podía ser Mangle, estaban discutiendo enojados, el rubio parecía estarse alejando de la albina y esa parecía intentar llevarlo a rastras a algún lado.

- Mangle, ¿qué sucede?- preguntaste dejándolos a los dos sorprendidos, se giraron hacia ti, uno sonrió y la otra gruñó enfadada.

- nada, lárgate con tu paciente- gruñó furiosa.

- ¿quiero saber porque Golden está fuera de su sala?- respondiste insistente.

- no te importa eso

- era mi antiguo paciente- espetaste con una mirada pícara.

- estúpida- musitó entre dientes.

- Mangle, creo que lo más lógico sería explicarle lo que vas a hacerme, ¿no es así?- dijo Golden con retintin irónico. Retrocedió y se colocó a tu lado. Estaba atado con cadenas por las muñecas para llevarlo pero había conseguido librarse del agarre de la albina.

- ya lo sabe!- gritó ella- ¿quien sino le diría que te íbamos a desechar por no tener solu...?

- ¿que? ¿que dices?- dijiste tú haciéndote la sorda- ¿que Golden no tiene solución?- te reiste después- yo creo que te equivocas, en el poco tiempo que llevo con Golden e logrado mucho más que todas vosotras, ¿cómo? Porque yo sí he sabido cómo actuar ante él...

- además de que tiene mucha más paciencia que todas vosotras- añadió el rubio sonriendo de lado mientras te miraba.

- me da igual!- gritó Mangle al límite del enojo.- ella no sabe lo que se sien...

- MANGLE!!!!- gritó una voz masculina a su espalda, Golden puso un brazo por delante de ti, te estaba defendiendo.

El sujeto que se encontraba delante de vosotros y detrás de Mangle era un chico de cabello rubio oscuro, ojos grises y sudadera verde pistacho con pantalones anaranjados, tenía una camiseta grisácea dentro de la sudadera abierta. Y parecía que Golden lo conocía por su reacción.

3.- El único pirómano que me importa (Golden sick x lectora)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora