Ella (Led Zeppelin)

Tren Azul

Miss Page despertó a medio día, llovía.

Se vistió con algo abrigado: Un pantalón rosa y un suéter plomo.

Se disponía a ir por su desayuno pero Audrey se acercó a Miss Page corriendo con lágrimas en los ojos.

— ¿Qué pasa? —preguntó Page tratando de calmarla.

Audrey solamente negaba con la cabeza.

— ¿Qué te hizo Robert? Yo puedo hablar con él.

— No...Es que su hijo

— Estaba enfermo, sí lo sabía.

— Pero....murió.

El mundo se desmoronaba, sus ojos estaban vidriosos.

— ¿Dónde están? —Miss Page trato de controlar su voz

— Salieron esta mañana alrededor de las ocho.

— Me dejaron.

— Todos estaban despiertos menos tú, volvieron a Inglaterra en el Starship.

— Me voy.

— No puedes ir así—la groupie reclamó.

— ¿Por qué? — se irritó.

— No, sabes que hazlo tu...¿Sola?

Miss Page regresó a su habitación, guardó rápidamente todas sus cosas, le indignó que sus amigos le hayan dejado en el hotel y más en esos momentos en que él era ella y el hijo de su mejor amigo estaba muerto. Tenía muchas cosas y el espacio en sus maletas se acababa.

Habían tantas cosas en su cabeza entre ellas estaba el cómo iba a volver a Inglaterra, en un aeropuerto no le iban dejar subirse al avión porque en su pasaporte e identificación estaba: James Patrick Page y una fotografía del guitarrista mas no de una guitarrista.

El reloj marcaba las doce y media, se preguntaba si todo el sequito ya habría llegado a Inglaterra y así ella podría pedir el teléfono del hotel para llamar a Peter Grant y exigirle que mandara el Starship de vuelta de los Estados Unidos.

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Para unos ese día el más hermoso del verano podían salir a la playa y estar en familia pasándola bien y siendo felices pero para alguien ese día iba a ser el que arruinaría toda su felicidad y el que recordaría para toda su vida, el motivo de su futuro y presente sufrimiento.

Él al entrar a su casa casi rompe la puerta, caminó hacia la habitación de su hijo, tenía la esperanza que todo fuese una mentira de su esposa, una mentira que le estaba matando a él.

Cuando ingresó a la habitación de quien fue su hijo, se encontró con el bebé en su cama, parecía que solamente estaba dormido, su esposa Maureen lloraba con todas sus fuerzas. A él se le secaron las lágrimas en el camino, le destrozo la escena, se arrodillo al costado de su esposa que tenía su cabeza sobre el pequeño cuerpo. Se miraron y ella abrazó a Robert con todas sus fuerzas, ambos gemían de dolor por su hijo.

No iba a crecer, no iría a la escuela, no aprendería, no se enamoraría, no iba a conocer la vida.

Robert tenía el sueño o esperanza que él junto a su hijo podían formar un grupo y cantar juntos.

— Va a despertar.

Los días pasaron, el bebé seguía "dormido" hasta que llegó el peor momento de un padre y una madre: Ver muerto a su hijo, asumir que lo está y debe irse. La key de la vida manifiesta: Los hijos deben ver morir a sus padres mas no los padres.