19. Decirle cómo me siento

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Quiero disculparme, decirle lo que siento realmente por él. Lejos de la envidia y el odio, comienzo a pensar que realmente hay algo en Deku que me gusta. Quisiera evitar todo esto, pero hay cosas que ni Bakugou Katsuki sabe ignorar.

Midoriya le mira, distante. Le pregunta qué es lo que quiere. Katsuki no quiere algo en especial, simplemente lo quiere a él: a su lado, que no vuelva a marcharse, que no vuelva a sentir celos de Uraraka o de Todoroki.

Hablando de Todoroki, este pasa al lado de ambos y los mira fijamente. Su fría apariencia pone de los nervios a Katsuki. Mientras tanto, Bakugou mantiene agarrado a Deku del brazo.

—¿Pasa algo, Midoriya?

—No, no es nada. Solo estamos hablando.

Todoroki asiente, no muy convencido, y se despide de su amigo. Bakugou siente rabia, pero rápidamente se calma al ver el rostro impasible de Midoriya.

—Escucha...

—Dime lo que tengas que decir, tengo prisa.

Es tan cortante que no parece Midoriya. Pero Katsuki lo entiende, entiende que es su culpa y que debe arreglarlo si quiere volver a ver la sonrisa de Izuku delante de él: al Deku fuerte y agradable de siempre.

Katsuki tose un poco. Nunca ha hecho esto y nunca pensó que tendría que expresarse de esta manera. Está tan nervioso...

Al final, decide que este no es un buen lugar y arrastra, a duras penas, a Midoriya. Llegan al parque más cercano al instituto y sienta a un enfadado Izuku en un banco, mientras Katsuki se queda en pie, frente a él.

—El día que viniste a mi casa y me dijiste eso...—comienza a hablar.

Midoriya suspira.

—Pensé que ya habíamos terminado con ese tema...

—¡Escúchame!—grita Bakugou.

Midoriya sigue mirándolo, pero no dice nada.

—Ese día te traté mal y no te respondí como debería haberlo hecho....

Otra interrupción.

—Si vas a volver a rechazarme, ahórratelo. Ya me quedó bastante claro.

Deku baja la mirada, consiguiendo que Bakugou vuelva a ponerse de los nervios.

—¡Cállate, maldita sea!—agarra el cuello de la camisa de Izuku, que vuelve a mirarlo. Sus caras están peligrosamente cerca. Los ojos de Bakugou echan fuego.—Me gustas, ¿vale? Era eso lo que debería haberte dicho, pero en su lugar te eché de mi casa sin darte ninguna explicación. 

Midoriya abre mucho los ojos. No está fingiendo, realmente le sorprende. Balbucea.

—Entonces...

Sus ojos brillan un poco. Bakugou está muy serio. A cualquiera podría darle miedo, pero para Izuku el sentimiento es incluso gratificante.

—Entonces...—repite Bakugou.

Se acerca a Midoriya, hasta que ya no quedan centimetros que los separen. Le da un beso, que es correspondido por el inexperto Midoriya. Dura unos cuantos minutos, y cuando se separan para coger aire, Midoriya sigue muy, muy sorprendido.

No dicen nada, solo se miran. Bakugou tiene una sonrisilla en sus labios: no se arrepiente, ha hecho lo correcto. Y aunque no es el primer beso de ninguno de los dos, sí que ha sido el mejor, el más esperado por ambos.

Ahora, cuando Bakugou mira a Izuku, el de las pecas se pone colorado. Ríen nerviosamente y se quedan ahí, juntos, como deberían haber estado hace mucho tiempo.


N/A:

Oh yeaaaaaah, último capítulo de esta bonita historia del loco de Bakugou y el dulce Midoriya.

Realmente me habéis apoyado mucho durante todo este tiempo, tanto con comentarios como con favoritos, y por eso me han entrado ganas de seguir escribiendo, hasta finalmente acabar la historia. ¡Nunca había acabado una historia! Me siento muy orgullosa de mí misma, jajajaja.

Si os ha gustado (o no jiji) no os olvidéis de decirme vuestras opiniones, y sois libres de compartir la historia con vuestros amigos ^^

Por cierto, no os vayáis todavía, porque aún queda el epílogo, y os prometo que os gustará.

La retorcida mente de Bakugou - KatsuDekuWo Geschichten leben. Entdecke jetzt