Desperté temprano para ir al instituto. Me vestí con el uniforme y bajé corriendo las escaleras para tomar mi desayuno. Justo estaba apunto de irme cuando mi madre me llamó.
-Rebecca, ¿Podrías llegar a casa puntual hoy?
-Sí, claro. ¿Por qué?
-Tu padre y yo tenemos algo importante que contarte -Dijo con una sonrisa.
-De acuerdo... -respondí no muy segura-. Nos vemos mamá.
Me marché un poco confundida. ¿Qué sería tan importante? Mi padre siempre estaba trabajando, así que aquello que me tenían que anunciar tendría que ser bastante grande como para que estuviera mi padre. No me di cuenta que había llegado ya al instituto hasta que sentí una mano en mi cintura. Esbocé una sonrisa ya que reconocí al instante ese perfume.
-¿Qué tal, preciosa? -me giré y lo besé en los labios.
-Genial, Nick, aunque ayer no te vi en todo el día y te eché de menos -dije haciendo un puchero. Él rió.
-Te comprendo, yo estuve igual. Pero ya sabes cómo es mi padre. Tuve que ayudarle con el negocio y me permitió faltar -Se encogió de hombros.
La familia de Nick vivía de las ganancias de su negocio familiar, un restaurante que mantenían entre todos. Cuando nadie podía encargarse de él Nick tenía que sacrificarse, y lo hacía por su familia. Su humildad fue una de las cosas que me enamoró de él, junto con su increíble atractivo. Un rubio de ojos verdes muy sexy.
El timbre sonó y me vi obligada a despedirme de él ya que teníamos clases diferentes. La primera mitad del día pasó hasta que llegó el almuerzo. Localicé a Mary y me dirigí a la mesa donde estaba sentada junto a Nick. Ellos son mejores amigos, en realidad ella fue quién me lo presentó. Besé a Nick y me senté a su lado.
-¿Qué tal las clases? -Les pregunté.
-Aburridas, como siempre -Respondió Mary.
-Lo suponía -Reí.
De repente sentí una mirada sobre mí. Me giré y allí estaba él. Smith. Solo. En realidad, siempre se sentaba solo. Él no apartaba la mirada de mí y me ponía incómoda. Alzó una ceja divertido y me volví a girar enfadada. Gale se estaba riendo de mí.
-¿Ocurre algo? -Me susurró Nick al oído.
-Nada -Sonreí como pude y me levanté para volver a clases.
---
Abrí la puerta y me tiré agotada sobre el sofá. Mis padres aparecieron de inmediato para arruinar mi tranquilidad.
-Rebecca, por fin llegas -Dijo mi padre mientras tomaba asiento junto a mi madre.
-¿Qué queríais decirme? -me incorporé para escucharlos.
-Creo que tu madre debería decírtelo -Miró a su esposa sonriente.
Miré a mi madre que tenía una enorme sonrisa en el rostro.
-Hija, la señora Smith y yo volvemos a ser amigas.
Me quedé petrificada.
-¿QUÉ?
ESTÁS LEYENDO
Ese Chico... ©
Teen FictionRebecca Parker era precisamente un ejemplo de buena chica. Buenas notas, un grupo de amigos lo suficientemente buenos, sociable, pero sobretodo popular. Aunque, como todo el mundo, había algo que la sacaba de quicio. O alguien...