Shadow: Los inicios de un heroe.

Prólogo.

2 de Mayo del 2017.

La noche cubría totalmente con su oscuridad a las calles y los edificios, la falta de personas otorgaba a la ciudad una soledad melancolica que era complementada por la humedad del ambiente debido a la reciente lluvia que ya había cesado hace unos minutos, las pocas luces que alumbraban las aceras de las calles no brindaban esa sensación de seguridad que uno espera al ver la luz, sino que le brindaba un aspecto fantasmatico a la escena y un silencio que fue roto por el sonido de un motor seguido de la imagen de un vehícuulo amarillo cruzando brevemente en la esquina.

El conductor del pequeño taxi se mantenía callado y siempre alerta, mirando a todos lados para evitar crusarse con algun grupo de maleantes. Si hubiera sido por el, no se encontraria manejando a tan altas horas de la noche en una ciudad tan peligrosa, pero su pasajero le había ofrecido el doble de pago si aceptaba, cosa a que accedió de mala gana.

Por otro lado, el pasajero que venia en el asiento de atrás se encontraba silencioso y sin expresiones en su rostro, en sus brazos traia un bebé dormido envuelto en una Manta color azul y a su lado en el mismo asiento tenia un pequeño sobre abultado.

El vehículo se movia suavemente con las ruedas chapoteando en los pequeños charcos de agua.
Finalmente el taxi se detuvo frente a un gran edificio de tres pisos, con detalles arquitectónicos que le daba una apariencia griega a la entrada. El hombre tomo el sobre y bajo con su bebé en brazos no sin antes pedirle al chofer que no se fuera. El conductor ya se estaba desesperando, no podía durar mucho tiempo estancado en un solo sitio, empezó a mirar a su alrededor buscando algo fuera de lugar, al no notar nada giro su vista al edificio en donde pudo observar como el hombre estaba esperando en la puerta de enfrente, despues de unos segundos se dio cuenta que la puerta estaba siendo abierta, una mujer salió con una vestimenta muy formal para esas horas, el hombre estaba hablando, pero el taxista no pudo escuchar nada de la conversación, el hombre le tendio al bebe a la mujer, ella con una expresión un poco confusa lo tomo con sumo cuidado, despues el sujeto le ofreció el sobre a la dama, ella quiso rechazarlo pero el hombre insistio, al final la mujer termino aceptando el sobre, sin decir mas el hombre se alejo de la puerta y se dirigió al taxi, entro y luego cerro la puerta.

—Vamonos.— Ordeno el hombre desde el asiento trasero sin hacer contacto visual. El chofer lo miro con algo de lástima por el espejo retrovisor. El hombre se percató de eso y lo miro por el espejo. —Dije Vamonos.— repitió el hombre.

El taxista puso sus ojos en el camino y puso en marcha el vehículo, poco a poco se fueron alejando de ese imponente edificio al que ahora se le podia observar unas letras con la leyenda:

Orfanatorio Miguel de la Cruz.