Extraña sensación

40 15 10
                                    

  3 meses antes

La chicharra suena, cierro mi casillero y comienzo a caminar rumbo a clase, cuando sin darme cuenta choco con alguien.

—¡¡Fíjate por donde vas! —se queja la chica a la que he golpeado, pero en cuanto levanta la cara y me ve...

—Ho...hola Eidrihan. —la chica sonríe tontamente

—Hola Samantha. —Me agacho para recoger los libros que se le han caído, se los tiendo pero ella solo me observa sin hacer caso—¿Sam?.
—¡Oh si claro, perdón!.—Toma los libros y me sonríe—Gracias.
Me limito a asentir—Que tengas un buen día, nos vemos.

Ella parece querer decir algo pero al final solo se despide con la mano así que me dispongo a seguir con mi camino. Miro la hora, se me ha hecho tarde, muy tarde, corro tan rápido como puedo, llego al salón casi sin aliento, entro a clase y todos voltean a verme.

—Miren quién nos ha honrado con su presencia—exclama el profesor un tanto molesto luego se acomoda las gafas y mira un momento su reloj, niega—¿Qué espera? Siéntese ya. —A travieso el salón sin decir nada y me siento en la parte de atrás, la clase continua, saco mis cuadernos para luego mirar la pizarra confundido ¿Qué estamos viendo? Suspiro cansado y solo comienzo a anotar, cuando de pronto siento como alguien me respirara en la nuca, volteo a ambos lados pero ahí no hay nadie, entonces…

—Señor Arango, lo estamos esperando.

Al escuchar mi nombre me sobresalto, regreso la vista al frente topandome con la expresión disgustada del profesor, todos me observaban divertidos
—Primero llega tarde y luego no pone atención, ya tuve suficiente ¡Fuera de mi clase!

Me limito a observarlo, acto que lo molesta aún más tanto que marca la vena entre su frente. —¡Qué está esperando, una invitación! ¡váyase, no lo quiero aquí, fuera de mi clase! —no me quedo de otra así que me pongo de pie, guardo mis cosas y salgo de clase, mientras me encamino hacia la puerta soy perseguido por las miradas de mis compañeros.

¡Rayos! Vaya manera de iniciar el último año.

Comienzo a caminar tratando así de matar el tiempo hasta la siguiente clase pero no encuentro algo bueno que hacer la escuela estaba desierta, había tanto silencio que era capaz de escuchar mi respiración ¡rayos! ¿Qué haría los siguientes cincuenta minutos? De pronto escucho el chillido de una puerta seguido de unas fuertes pisadas, parece que alguien viene.

Escucho risas, estas se intensifican conforme los segundos avanzan y luego solo se esfuman—¿Quién anda ahí? —pregunto pero nadie responde, todo está en absoluto silencio— ¡¿Hay alguien?! —insisto un poco más fuerte, nuevamente sin respuesta.Las luces comienzan a parpadear y un escalofrió me recorre.

—¡Eidrihan!—Alguien grita mi nombre,la voz se vuelve más aguda—Ei...dri...han. —Los gritos se intensifican, hasta convertirse en chillidos que me taladran al punto de hacerme enloquecer.Mis latidos se aceleran y el pánico me invade, intento escapar pero no puedo moverme, es como si mis pies estuviesen fijos al suelo, lucho tratando de soltarme hasta que finalmente lo consigo ¡puedo moverme! No lo dudo mucho y empiezo a correr pero aunque me aleje aun puedo oírlo.

— ¡Puedo verte Eidrihan! —susurra de forma burlesca, entonces...

"No, no puede ser" ¡No puedo ver! todo se ha tornado negro, solo puedo ver pequeños destellos de luz pero ya nada tiene sentido, todo se ha vuelto un tumulto borroso de espectros.

Siento una mano en mi hombro, alguien comienza a zarandearme, mi vista regresa, me encuentro tirado en el suelo, todos me observan.

—¿Qué ha ocurrido? ¿Te encuentras bien? —cómo puedo asiento, Luck me tiende la mano y me ayuda a ponerme en pie—Fuera, vuelvan a clase, aquí no hay nada que ver. —Exclama mi mejor amigo, ahuyentando a todos los curiosos.
Me da un golpe en la cabeza—Auch ¿Eso por qué fue?
—Es para que aprendas a no hacerme estas cosas.
Lo miro confundido—¿Y yo qué hice?
—No te hagas el tonto, me has dado un susto tremendo, tuve que salir de clase para buscarte ¿Por qué te has saltado la clase? tú no eres así.
Lo interrumpí—Espera ¿saltarme la clase? ¡Qué va, si ha sido el profe quien me ha sacado!
—Pero esa fue la primera hora, ya son más de las once.
—¡Qué! ¿Estas jugando? —Él me ve confundido y niega, así que miro la hora en el teléfono y veo que es verdad—¡Demonios! Lo que me faltaba.—me llevo la mano a la frente—No de nuevo.
—¿Qué dijiste?
—No nada.
—¿Estás seguro?.—Asiento pero él no parece muy convencido—Amigo ¿todo está bien?
—Ya te dije que si, déjalo estar.
—Pero es que estas como ido y para colmo te has desmayado, me preocupas,  perdón por preguntar pero ¿Tomaste?
—Sabes que yo no hago eso desde que…
Él se da cuenta de su error y niega—Lo siento, no debí insinuarlo, es solo que no encuentro otra explicación pero si no ha sido por eso debes ir a un doctor.
—¡Estoy bien! Yo no necesito un médico, no me pasa nada.
—Pero si tienes algo ¿no es mejor saberlo?
—¡Ya te dije que estoy bien!.—mi tono suena más duro de lo que quería.—Perdon no quería gritarte, es solo que no quiero que insistas más. 
Él alza las manos en señal de rendición—Bien, haz lo que te plazca pero no digas que no te lo dije. —Señala alrededor—Hoy no solo te has desmayado, eso fue algo más, intenté de todo para despertarte pero tú no reaccionabas estabas como ido y muy pálido por un momento pensé.-se calla antes de decirlo—Bueno no importa, solo por favor no seas terco, se que los hospitales no te traen buenos recuerdos pero trata de ponerte primero. 
Asentí con la cabeza y cambiando de tema musite—¿Qué te parece si vamos por algo de comer?
—El que cambies de tema no me hará olvidar esto tan fácil, pero has ganado por ahora, vamos que muero de hambre.—Sonreí y negué con la cabeza. 
—Tú siempre tienes hambre.
El me golpea el hombro— ¡Eso es una vil mentira!
—Cómo tú digas pero ambos sabemos que lo único que haces es comer y golpearme. —Él me pega en la cabeza—¿Lo ves?. —él rueda los ojos.
—Eres muy infantil.
—Y tú eres un pesado, andando.

Caminamos rumbo a la cafetería y pedimos unas hamburguesas, conversamos un rato y después me fui a casa. Al llegar mi madre seguía en el trabajo, subí a mi cuarto y me dejé caer en la cama. Mientras miraba el techo mi teléfono vibro, lo saque de la bolsa era un mensaje de mamá diciendo que llegaría después.Suspire y mire la hora pero al hacerlo no pude evitar soltar un sollozo ¿Por qué de nuevo?

Me cubrí la cabeza con la almohada tratando de no llorar. Esto está empeorando, he perdido tres horas de mi vida, simplemente se fueron ¡se esfumaron! intentó recordar, pero es en vano, todo está en blanco,no es la primera vez, pero nunca había sido tanto ¡maldición! tengo que hacer algo pronto, ¡ojalá supiera qué está pasando! así todo sería más simple.


¿Qué creen que este pasando? ¿Ustedes que harían de haber perdido tres horas de su vida? ¿Qué les pareció? comenten                 



El torbellino del trance (completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora