Un beso del Otro Mundo

Parte 1

Soledad bella cuando estamos muy satisfechos pero horrendo y despreciable cuando ha pasado por muchos años solo, veo los lavaderos de la cascada de La virgen, mientras que las cuantas luces iluminan la cascada, me acerco a sus gradas, camino hasta las aguas para sentir su suave y refrescante rocío, su murmullo lleno de silencio en mi mente y solo vaga su bello sonido, faltan tan solo 5 minutos para las 12 de la noche, y no el pasillo que hagan, año tras año y estado sentado en el mismo lugar , frente a las aguas esperando, hallar el amor, hallar la respuesta a la esquivo del amor, a la razón de que siempre hay un motivo para que el amor se vaya de mi vida, quizás el amor sin mar para mí, o qué sea mi alma gemela ya ha muerto o jamás existió para mí. Hoy es la última vez que este aquí, mi razón es tener un corazón por fin, y es mejor tomar mi vida para vivir que esperar algo que nunca me gusta, que me ha regalado en los momentos de felicidad, un cambio de meses vida viviendo con la crueldad del recuerdo. Miro el caer del agua como el reflejo del caer de mis lágrimas. De repente siento que alguien comienza a subir las gradas, una brisa refrescante comienza a rosar mi rostro mientras miran al oriente en busca de saber quién viene. El ruido cada vez es más serio, ese sonido no es otro que el de una mujer con tacos para las gradas. La noche hace su trabajo y oculta un poco su rostro.Un leve y bello resplandor cubre su silueta, y sabe a lo largo del pelo, largo y libre a la suave brisa de una noche, su presencia en un instante a congelado en su ser, es la primera vez que la mujer se congela en mi ser, con solo estar a dos metros de mí.

Tal ves nuestra soledad hizo que nos juntemos, que luego ella se mandó a un lado mío, pero luego de unos minutos de silencio decidí hablar pero, ella enseguida me calló, y dijo que no quería porque era el nombre de la mujer la noche del día y la noche en que la persigue no llega el día en que la puede alcanzar pese a estar cerca de ella. Indudablemente eso era lo que quería preguntar, pero visto adivinado por ella, decidí decirle que nos vamos a mirar a ese mirador que está en el camino de donde estamos sentados, cruzamos la cascada y de inmediato comenzamos a subir las gradas, ella subía primero pero, cuando subía la cuarta grada ella resbaló y por reflejos la toma con mis manos su sintura y la detuve. Una sensación muy agradable es mi ser mis manos tocando la cosa más suave y delicada del mundo, en ese entonces descubrí que no importa cuán bueno los mares para describir los sucesos de la vida, siempre que las palabras no se podían pintar, mientras que las cosas estaban muy feas en su cintura, una aroma invadió el lugar, aroma que no hay mujer dulce que no sea empapada, que no sea muy dulce o que no tenga empalaga, que no sea muy dulce o que no sea muy dulce , algo así fue el tocarle a ella. Ella dijo que podía soltarla que ya pasó el peligro. aroma que no hay mujer que haya probado, que no sea muy dulce o que no sea empalanado, que no sea muy dulce probarlo enloqueces, algo así como el tocarle a ella. Ella dijo que podía soltarla que ya pasó el peligro. aroma que no hay mujer que haya probado, que no sea muy dulce o que no sea empalanado, que no sea muy dulce probarlo enloqueces, algo así como el tocarle a ella. Ella dijo que podía soltarla que ya pasó el peligro.

Llegamos a la sima y vimos la hermosa ciudad, el hotel imponente que estaba frente a nosotros, a nuestro lado derecho las piscinas solo alumbrado por las pocas luces de las calles, del hotel y de las piscinas que lo iluminaban delicadamente, y ella me dijo lo siguiente:

-me encanta estar aquí, la ciudad se queda mucho más hermosa en la noche, las luces hacen resaltar que cada una de las calles, ya no son sombrías sino que cada calle tiene su propio tono de color, y si las miras no verás problema, Bella noche que ocultas todo pero sí regresamos a la realidad cada casa vive bajo sus propios problemas.

Anonadado por esas palabras responde- solo veo casas donde millas de historias suceden donde la mayoría sueñan y luchan por ser mejores. Pero y tú ¿qué haces aquí ?.

Luego de esa pregunta todo, las palabras iban y venían, nos hacían todo y nada, reíamos, nos llega lo mismo la nostalgia, solucionábamos todos los problemas de la humanidad, con cosas lógicas según nuestro razonar, Dávamos soluciones para evitar problemas, pero no veíamos la solución para los nuestros, su sencillez, su rostro perfecto, los ojos negros brillantes con ese tono sensual y perfecto de mujer me encantó, sin poder estar cerca de ella era mi alivio a toda mi soledad acarreada. Pasaron así las horas, ya eran las tres de la mañana, el tiempo era para nosotros hasta que la locura se apoderó de nosotros, o más bien de ella, me propuse caminar por la peña de la cascada y llegar a las piscinas, nunca lo lo creo hacerlo, así que ella adivinó mi pensar como lo hizo al inicio, son las cuatro y los medios de la mañana y tomamos la calle del Montalvo, salimos por esa calle y ninguna gente las había, cruzamos el parque Montalvo, el SRI, la escuela Sagrado Corazón y el hospital, éramos dueños de la vía caminábamos por media calle cantando, hablando de los libros que hemos leído, de las películas que preferimos, aunque a ella le choca a las mismas películas, llegó una cuadra más arriba del Hospital de Baños y giramos a la izquierda, caminamos otro y listo para para Ascender al mirador de la Virgen, en las películas dice que en las partes altas se puede ver un hermoso amanecer, ella me llevó a una locura así que me tocaba a mi, acendimos lentamente, ella me dio su mano y mis miedos estaban ahí, presente como siempre pero, con ella los podía afrontarlos. La primera parte es una tierra el camino,

Son las 5:50, ella estaba sentada en la última grada, me hizo recostarme en las piernas, tocó mi rostro con sus manos y sonrió levemente, sus ojos grandes y sus músculos me paralizó, se detuvo mi respiración, derrepente el primer rayo de sol salimos, nos quedamos sentados juntos en las barandas de seguridad, mirando la ciudad, tomamos su mano, de inmediato nos levantamos los dedos y las piernas sobre nuestra pierna, ella inclinó su rostro sobre mi hombro y nos quedamos viendo el hermoso amanecer, este es mi primer amanecer que he visto, todavía recuerdo su suave calor que trajo a nuestros rostros, cuando el sol salió completamente voltee mi rostro hacia ella, su cabello era castaño y ondulado, su rostro era blanco, así como la misma nieve, y su sonrisa la más hermosa y radiante que he podido ver,él buscó mujeres hermosas que roben mi alma pero siempre ha terminado en una ruptura amorosa que me alejaban más y más de creer en el amor, pero todo lo que él vivió lo agradezco porque las causas perfectas para poder llegar a ella, y simplemente comenzamos nuestra mañana con un Buenos días.