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Volvió

Capítulo 12

(Narra Madi)

El sonido del despertador me asusta, ya que me caigo de la cama por el ruido, pero las cobijas amortiguan mi caída, estiro el brazo, tomo el teléfono y desactivo la alarma, después miro todo a mi alrededor y recuerdo que estoy en el cuarto de mi mamá y también recuerdo que Brhian está en mi cuarto, así que me levanto, tiendo la cama rápido y salgo hacia mi habitación.

Abro la puerta y parece que Brhian está en su casa, mis cobijas están tiradas en el piso, parece que a él lo estuvieran exorcizando, ya que está en una pose demasiado extravagante, (Por no decir ridícula), y mis almohadas están regadas por todas partes.

-Brhian.- digo sacudiendo su hombro.

-Haaaaaaa, 5 minutos más.- dice mientras gira al otro lado.

-Brhian.- digo un poco más fuerte.

-Calla, mamá.- dice él.

-¡Brhian!- digo esta vez gritando.

Ahora en lugar de protestar da un salto fuera de la cama, me tira al piso y se coloca sobre mí.

-¿Qué coño te pasa?- le digo molesta.

-¿Estas bien?,… ¿Qué no eras mi mamá?- dice mientras me mira extrañado.

-No, no estoy bien, y no soy tu madre así que suéltame.- digo forcejeando para liberarme.

-Sí, ya veo que no eres mi madre, pero ¿Cómo entraste?-

-Gracioso, hilarante, me duele el estómago.- digo sarcástica

-¿Qué?-  pregunta el confundido.

-Haber, te recuerdo que estas en mí casa, en mí habitación y encima de mi.- le digo exasperada.

-Aaaaaa, claro, Madi, si lo siento lo había olvidado.- dice él.

-Sí, mira que gracioso él, ahora quítate de encima.- digo yo.

Él se levanta y me ofrece una mano para ayudarme, yo la acepto y me levanto, después lo miro ya que me había olvidado por completo de que no tenía camisa, y así estaba sobre mí, pero ahora debo centrarme.

-¿Madi?- dice llamando mi atención.

-Abdominales…, es decir ¿Qué?- digo poniéndome más roja que un tomate.

-Dije que si vamos a ir al instituto.- dice él mientras sonríe.

-Por supuesto, no pretendes que haya pasado por esa humillación para nada, cierto.- digo mientras lo miro a los ojos

-Sí… eso creo.- dice mientras se le dibuja una sonrisa en el rostro.

-¿Qué?- pregunto mientras me examino.

-Nada, es solo que… tienes unos hermosos ojos.- dice sin dejar de sonreír

Yo lo vuelvo a mirar y ese momento habría sido perfectamente romántico a excepción de que yo tengo puesto el pijama, que no es de conejitos ni nada por el estilo, pero estoy increíblemente fachosa, así que tengo que darme prisa para vestirme, bañarme, bla, bla, bla.

-Y a todo esto… ¿Qué piensas ponerte?- digo un poco cortante con su comentario anterior.

-No lo sé, creo que tendré que ir a casa a prepararme.- dice el mientras se rasca la cabeza.

-Pues corre.- digo mientras hago un movimiento con las manos a modo de despedida.

-Bien, estaré aquí afuera al 20.- dice mientras empieza a caminar a la salida