Todo es culpa de las minifaldas [Minific - Camren]

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Todo es un ciclo eterno, la vida, la muerte, la crisis, la justicia, las desgracias, el amor. Todo regresa, inevitablemente, al inicio. Donde todo empezó.

Nunca había conocido la nieve, pero me dolió hacerlo cuando el frío me ponía más rígida la pierna. Los huesos me dolían bien recio, hasta la cadera; pero seguí caminando. El poco cielo que se veía, era gris, las nubes tupidas de hielo acariciaban los rascacielos. Estaba coja, pero mis pasos ya no dejaron de sonar como lo recordaba, desde que me levanté de esa banca en Reforma recuperaron el ritmo. Me aprendí el mapa que había en el metro y caminé, sólo eso sabía hacer.

La pierna estaba cada vez más tiesa por el frío, la palmeé en un intento de que la sangre corriera un poco más, no podía dejarme varada, no después de todo lo que habíamos pasado. Estábamos tan cerca. Llegué al campus y al primero que vi, le pregunté "du yu nou guer de lau escul is?" Señaló con el dedo y le agradecí con una sonrisa.

Todo en ese lugar era igual, extrañé mi Ciudad Universitaria tan heterogénea, así como México. Reí un poco. Pronto leí en un letrero la facultad, caminé más rápido.

El cabello le caía largo, casi hasta la cintura. Llevaba unos pantalones azules para el frío y una chamarra blanca. Mis pasos sonaron de nuevo como la primera vez.

Todos regresamos al inicio del círculo.

Toqué su hombro.

Ella sabía que mis pasos sonaban así, conocía el ritmo a la perfección.

—Lauren... —dijo en un susurro.

La iba a seguir a donde fuera y ella lo sabía. Sonrió.