30

8K 1.4K 342
                                    

Únete a nosotros en:

https://www.facebook.com/groups/SoniaLopezSouto/

Sígueme en:

Facebook: Sonia López Souto

Instagram: @sonialopezsouto

Tik Tok: sonialopezsouto

Y si te gusta lo que lees, puedes adquirir mis otros libros en Amazon:

https://amzn.to/2XZaMdM
_____________________________________

-Me preocupa - dice Lenox mirando hacia Ridley.

Hemos montado guardias rotativas de 3 horas para vigilar los alrededores hasta el amanecer. Desde que el helicóptero impactó hasta ahora Ridley no se ha despertado ni una sola vez. Pensaría que está muerto si no lo viese respirar porque tampoco se ha movido. Y esa, sin duda, no es buena señal.

-A mí también - le confieso. Si no se despierta pronto, tal vez no lo haga nunca.

-En cuanto amanezca tendremos que trazar la ruta y empezar a movernos - continúa -, se despierte o no. No podemos quedarnos aquí más tiempo. Tenemos buena visibilidad de la zona pero somos muy vulnerables. 

-Demasiados flancos que cubrir para cuatro personas - asiento, conforme con él. 

Estaremos a salvo siempre y cuando no tengamos que disparar. Una vez lo hagamos delataremos nuestra posición y acabarán por rodearnos en cuestión de minutos. Así que ahora mismo nuestras únicas opciones son buscar un lugar más fácil de defender hasta que los nuestros nos encuentren o llegar por nuestro pie hasta la base americana. Con Ridley inconsciente el plan de una buena defensa parece lo más lógico pero debemos contar también con nuestro limitado arsenal táctico. Podríamos acabar atrapados y sin munición. Tal vez no nos quede otra que buscar la base y rezar para que no nos descubran por el camino. Sea como sea, despierto o dormido, él se vendrá con nosotros. Dejarlo atrás no es una opción.

Mi pierna tampoco va a ser de gran ayuda en este estado. No me quejo de ella abiertamente pero cada vez duele más. Lo aguanto como puedo porque no quiero empezar con los calmantes todavía. Sé que los necesitaré para cuando nos pongamos en marcha, aunque la adrenalina también hará su parte del trabajo. Lo único que necesito es que los antibióticos mantengan a raya la infección hasta que podamos salir de aquí. Lo demás será soportable.

-¿Cómo va esa pierna? - Lenox nota mi incomodidad. No se le escapa nada.

-Bien - miento -. Mejor desde que la cosiste y dejó de sangrar.

-No te hagas el valiente, Keenan - me advierte -. Si te duele ponte los calmantes. Entre todos tenemos de sobra para ti. Te necesito al 100%.

-Me tendrás - le aseguro. Tampoco quiero dejarlos sin existencias, no sabemos si alguien más los necesitará más adelante.

-Y tu hijo también - dice mirando al horizonte después de unos minutos de silencio.

-¿Qué?

-Vas a ser padre, Keenan - me observa -. Ahora no eres solo tú. Independientemente de la relación que tengas con la madre, él es tu hijo y va a necesitarte en su vida, así que déjate de heroicidades y ponte el maldito calmante si te duele. 

No había vuelto a pensar en Helena y su embarazo desde que nos estrellamos. Supongo que mi mente se centró en la supervivencia y desechó todo aquello que no era importante en aquel momento. Ahora que Lenox me lo recuerda, los mismos temores me asaltan. No creo que vaya a ser un buen padre para ese bebé. Tanto Helena como su hijo se merecen un hombre que esté presente en sus vidas. No un padre ausente del que preocuparse porque no sabrán si volverá algún día.

Nunca conmigoWhere stories live. Discover now