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-Gracias, vuelva pront--. Un largo bostezo cortó su frase habitual, haciéndolo estirar la espalda hacia atrás sacándole hasta una pequeña lágrima del ojo derecho. El cliente ni siquiera le presto atención. Tallo con la palma de sus manos sus ojos intentando recobrar la compostura.

Según su celular recién eran las once y cuarenta y siete de la noche ¿Qué le depararia la madrugada si no podía mantenerse despierto como se debía a esta hora? Tenía que lograr sobrellevar la noche, siendo que no lo relevarían hasta las cinco de la madrugada, y pensar que ni siquiera había pasado la primera hora de trabajo ya lo estaba deprimiendo. Alguien como él, que llevaba más de un año y medio trabajando allí y casi un año entero en el turno nocturno, cinco días a la semana ya debería estar acostumbrado a las largas horas sin dormir, y él lo estaba. Pero, ese día había sido desalmadamente largo y cansador, desde el día anterior no había tenido tiempo de dormir más que en trenes y colectivos, parado releyendo apuntes entre cabeceos y ocasionales momentos en los que se dormía de pie casi recostandose sobre la persona parada junto a él, o sentado todo doblado casi cayéndose del asiento por los movimientos bruscos del transporte. Todo para llegar a su exámen de economía y posteriormente uno de filosofía, ¿por qué lo hacían cursar esas asignaturas si él era estudiante del departamento de danzas? Además de las prácticas con su grupo de danza esa misma tarde, ensayando antes de la entrega final frente a la profesora Kim; la coordinación y la exactitud eran esenciales en la coreografía que habían preparado, que incluso el mismo Shownu había ayudado a crear, pero que su cuerpo parecía que se había negado a realizar esa tarde, sin poder ser capaz de seguir el ritmo y los tiempos de los demás. La frustración esa tarde había sido mucha, y que sus compañeros de grupo decidieran que lo mejor era terminar antes, siendo implícitamente él el causante, sólo logró desalentarlo todavía más.

Las puertas volvieron a timbrar, instintivamente levantó la vista. Una chica. Nada interesante...

Todavía sentía el estupor del sueño abrazándolo por la espalda con lentitud, se removió incómodo en su silla detrás del mostrador donde segundos antes se había sentado. La clienta daba vueltas por el pasillo de las heladeras, deambulando con indecisión, se detuvo un par de veces mirando fijamente una que otra cosa a través de las puertas de vidrio hasta dar con su objetivo. Shownu se volvió a parar cuando la vio encaminarse a paso lento hacia él, la chica se veía joven como para estar llevando entre sus brazos dos botellas grandes de vodka, otras dos de tequila y una pequeña de licor de frambuesa, él no podía darle más de dieciséis o diecisiete años, sus facciones eran las de una niña, sin importar su maquillaje y vestuario ostentoso. El sonido del vidrio de las botellas golpeando la mesada frente a él lo sacó de sus reflexiones.

-Buenas noches, ¿efectivo o tarjeta?- Preguntó mientras pasaba las botellas por el escáner.

-Tarjeta.- La chica le extendió el pedazo de plástico brillante.

-¿Tiene alguna identificación?- Hora de la verdad. La chica se sobresalto un poco, como si no esperará que se la pidiera, sacándola de su cartera de mano para entregársela a Shownu quién rápidamente la tomó y a la misma velocidad dió su veredicto.

-Este documento es falso. No va poder comprar.- Sentenció dejando la credencial falsa sobre el mostrador, la cara de la chica se torció en una gesto de sorpresa y disgusto absoluto, apretando los dientes. Shownu se aproximó a tomar las botellas para guardarlas de nuevo, pero la chica tomó su mano impidiendolo, no con rudeza sino delicadeza, acariciando con el pulgar el dorso de su mano.

-Oppa~- . Dijo la chica alargando la última vocal con un tono lleno de coquetería. -Oppa~ necesito esas botellas~ ¿no podrías volver a ver mi credencial?- . Las palabras parecían casi ser ronroneadas por la chica, ahora levemente inclinada sobre el mostrador ladeando la cabeza ¿Qué le pasaba a esta chica? No era la primera en creer que con solo sonreír un poco y batir sus pestañas lograría obtener algo de él. Aunque esta chica ya sé pasaba, parecía dos personas diferentes. Shownu desvío la mirada unos milisegundos a la puerta que acaba de timbrar. -Seguro hubo un erro-

Instant ramen love / Showho [En Emisión!]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora