Juega Sucio Jimin Daddy (En Edición)

XXX

*narra jimin*

Ver a t/n irse de la mano con jeon fue algo para lo que no estaba preparado. Ella ya no es la niña dulce, tierna e inocente que me había robado el corazón con sólo unos besos.

Shin tenía razón, debo dejar de vivir en el pasado y comenzar a tomarme las cosas más en serio. Pasé por demasiada depresión y aislamiento a causa de esa chica, tengo que entender que ella cambió y que ya nada volverá a ser cómo antes. Aunque mi corazón se estremezca con sólo escuchar su nombre.

Cómo era de esperarse, seul le fue con el cuento a shin sobre lo que había pasado, la pude oír al teléfono mientras volvía a sentarme junto a Yong. Aunque sólo dijo "tranquila, lo dejamos para la próxima. Ya se fue" pude darme cuenta que se trataba de ella de quien hablaban.

No sé cuanto habré bebido...  Definitivamente no quería volver a mi casa. Sabía que encontraría a shin envuelta en un mar de lágrimas a causa de mi estupidez.
Estacioné fuera de casa y llamé a t/n cómo siempre lo hacía cuando bebía de más...  No contestaba, seguro estaba teniendo sexo con el idiota de jeon.

No sé si fue el remordimiento, los celos o mi conciencia. Pero entendí el punto. Así de triste de ha de haberse puesto ella cada vez que la dejaba para volver a casa con mi prometida. Que estúpido soy! No es que ella haya cambiado! Eso es sólo lo que shin me quiere hacer ver...  T/n sólo maduró y quiere darse su lugar cómo mujer! Que estúpido soy! Dios mio... Cuántas veces me pidió que me quedara con ella? Cuantas veces me dijo que me amaba y que quería una vida conmigo? Por que soy tan cobarde? Tan incapaz de hacer feliz a la única mujer que he amado...

Sé que esto puede ser a causa del alcohol, pero estaba dispuesto a dejar a shin. No me interesaba si no se iba de la casa, estaba decidido a dormir en la calle y si eso significaba poder ser libre y hacer mi vida con t/n.

Bajé del auto y con el corazón en la mano entré dispuesto a todo.

Cómo siempre estaba shin esperándome, sentada en el sofá con los brazos cruzados y cara de pocos amigos.

Fruncí el ceño mientras me sacaba el calzado en la entrada y medio mareado me senté junto a ella cerrando mis ojos y apoyando la cabeza contra el mullido sofá.

–hasta cuándo jimin? Hasta cuándo tengo que soportar que te comportes cómo un niño! -exclama-

–me duele la cabeza, no grites.  No tienes que soportar esto nunca más. Lo nuestro se acabó -solté sin pensar-

–esto debe ser una estúpida broma! Ni siquiera puedes mirarme a la cara para terminar conmigo? Mírame! -lo golpea-

–no hagas de esto un circo. Sabías que este día llegaría tarde o temprano. Ya no aguanto...  No lo entiendes? -clava su mirada sobre ella-

–no es tan fácil...  Fueron muchos años a tu lado para dejarte ir así...  Si no fuera por mi estarías muerto hace mucho!

–que no grites! -levanta la voz- yo estoy muerto hace mucho. Lo que te doy no es vida! Agradezco todo lo hiciste por mi. Pero date cuenta! Hace cuanto no te beso? O te toco siquiera? No mereces esto. Me iré y es mi decisión -se levanta-

–la besaste y por eso me dejas?

–la vengo besando hace mucho, por eso no puedo seguir contigo.