Capítulo 25

1.7K 41 3
                                    

-Lo siento mucho-dije abrazándola.

-No pasa nada-contestó sonriendo trístemente. Se hizo un silencio incómodo y ninguno de los dos sabíamos que decir. Afortunadamente, un bostezo rompió aquel silencio. Era Ángela que se acababa de despertar. Miró a todos lados y lo primero que dijo fue:

-¿Qué hora es?

-No sé, pero es algo tarde. Creo que es hora de que nos vayamos a casa ¿no?-preguntó Raquel.

-Supongo.-Miró por un instante a Jesús, que estaba a su lado y seguía dormido.-Qué mono, no lo quiero despertar.-Dijo sonriendo un poco. Se levantó sin hacer mucho ruido.

-Bueno, pues nos vamos. Hasta mañana, Dani-se despidió Raquel.

-¡Buenas noches!-añadió Ángela.

-Nos vemos mañana, guapas-respondí mientras cerraba la puerta.

Pov Ángela

Raquel y yo andábamos por las oscuras calles, acompañadas sólamente por la tenue luz de alguna que otra farola. Íbamos en silencio, sin articular ni una sola palabra, hasta que decidí preguntar.

-Raquel, ¿qué tal hoy con Dani?-cuestioné curiosa dándole un divertido codazo.

-¿A qué te refieres?-preguntó confusa, o mas bien aparentando estarlo.

-Lo sabes perfectamente.

-Pues, hemos hecho el trabajo y nos ha salido genial.

-No es eso. Me refiero a qué tal Dani y tú-dije obvia.

-En realidad es buen chico, tengo que reconocerlo-respondió sonriendo un poco.

-¿Ves? ¡Te lo dije! ¡Y tú decías que no!

-Pero...

-¿Pero qué?

-Lo veo más como un amigo ahora que lo he conocido. En serio-admitió.

-¡¿Qué?! Yo quería que estuviérais juntos-respondí desilusionada.

-Me da que no va a poder ser.

-Bueno, no pasa nada. Ni que te fuera a obligar a salir con él-solté una carcajada, y pasamos el resto del camino hablando de diversos temas. Al llegar mi madre nos echó la bronca, pero nos inventamos que habíamos estado en casa de una amiga.

Al día siguiente por la mañana, como haríamos desde ese día hasta final de curso, nos fuimos en el coche de mi madre al instituto. Llegamos y en cuestión de varios minutos sonó el timbre que indicaba el comienzo de las clases. Me senté en mi sitio y busqué a Jesús con la mirada, pero no había ni rastro de él. ¿Se habría puesto enfermo? El profesor dió comienzo a la clase y a los pocos minutos llegó Jesús fatigado y disculpándose por el retraso. Se sentó a mi lado.

-¿A que se debe que hayas llegado tarde?-le susurré.

-Mi hermano que no puso el despertador, según me ha dicho pensaba que hoy era sábado-contesta Jesús con el mismo volumen y rodando los ojos.

-¡Jesús, Ángela! ¿Queréis estar castigados esta tarde de 15:00 a 16:00?

-No, señor Mosca-dijo Jesús sin pensar. Le di una patada.-¡Digo, Bosca!

-Vale, ahora sí que os quedáis castigados, de 15:00 a 16:00.-Le di a Jesús una colleja y el se rió por lo bajo. Después de unas largas 3 horas, salimos al recreo. Salí rápidamente de clase pero Jesús me alcanzó en nada.

-Mira el lado bueno, por lo menos estamos los dos juntos-me susurró al oído y me dió un beso en la mejilla.

-Déjame, estoy enfadada-dije cruzándome de brazos.

-Venga guapetona, no te enfades por favor-me intentó dar un beso pero me aparté. Suspiró.-¿Qué tengo que hacer para que me perdones?

Me lo pensé un poco y al final contesté.

-Cántame algo.

-¿Ahora mismo? ¿En medio del pasillo?-preguntó y yo asentí.

-Está bien, por ti lo que sea. Allá voy...Ya no sé qué hacer para que estés bien 

si apagar el sol para encender tu amanecer 

Falar en portugués

Aprender a hablar francés 

O bajar la luna hasta tus pies

Yo solo quiero darte un beso 

Y regalarte mis mañanas 

Cantar para calmar tus miedos 

Quiero que no te falte nada 

Yo solo quiero darte un beso 

Llenarte con mi amor el alma 

Llevarte a conocer el cielo 

Quiero que no te falta nada...

-Ay, es que eres demasiado adorable como para estar enfadada contigo-lo abracé y me dió un largo beso en los labios.

Un amor de verano...¿O dos? (Jesús y Daniel Oviedo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora