Capitulo 31

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Sigo en espera de noticias, el señor Nicolas se fue junto con el doctor Young para hacerle la transfusión de sangre a Caleb. Me siento cansada y mi cuerpo doler han sido las horas más frustrante de mi vida, donde la vida de alguien más esta en peligro y no es la mía, esa opresión en mi pecho que se hace presente cada vez más seguido, me asusta sentir todo esto pero más me asusta perder a Caleb...

Patrick y Ketherin no se han despegado ni un solo minuto de mi lado, tienen sus caras tristes, Katherin sus ojos hinchados de tanto llorar, la entiendo pues es su hermano el que esta en una transfusión luchando para salvar su vida.

En mi campo de visión aparece Nicolas con las mangas de su camisa doblada hasta el codo y con una de su mano presiona un pequeño algodón, camina hasta mi, me levanto de mi asiento y lo alcanzo

-¿Como esta Caleb? -Es lo primero que pregunto

-Esta en terapia intensiva, lo tendrán ahí para ver como reacciona en las siguientes horas -Dejo salir un suspiro- tranquila shesid... el estará bien, confía en mi.. -Una sonrisa apenas visible se forma en mis labios, pero más que una sonrisa salio como una mueca, eso es lo que quiero que el este bien.

No se cuanto tiempo paso, tal vez fueron horas aproximadamente cuando el doctor Young pasa por el pasillo, no lo dudo y voy hasta el...

-Doctor ¿Como esta Caleb Palmer? -Le digo apenas llego

-El señor Palmer lo tenemos bajo observación. Hasta ahora no a presentado ningún síntoma del que haya que preocuparse -Siento como mi cuerpo se relaja al escuchar eso

-¿Puedo pasar a verlo? -El doctor se queda pensado un momento, mientras yo rezo mentalmente para que acceda

-Solo quince minutos -Mi corazón salta de alegría al saber que voy a poder verlo, necesito ver por mi misma que el esta bien y que se esta recuperando.

Caminamos hasta el área de terapia intensiva, el doctor me pide que me ponga un traje antes de entrar a la habitación, por lo que ahora no tengo ni la más mínima objeción, hago lo que el doctor Young me pide y me coloco aquel traje azul, el cubre boca y los guantes.

-Lista -Le aviso para que me lleve de una vez por todas con caleb

-Sigame por aquí -Me indica el camino de donde queda la habitación de caleb, al llegar puedo verlo a través de un cristal, siento como mi corazón se enloquece al solo verlo, pero también una ola de tristeza y culpa me llega, sin pensarlo abro la puerta y me adentro a la habitación, camino con pasos lentos y silencioso como si todo aquí fuera tan frágil y amenazara con romperse al más mínimo paso en falso que haga.

Llego hasta donde esta el, me siento en un banco que hay aquí, me quito los guantes y con mucha delicadeza le tomo la mano y la acaricio, solo tomar su mano me da un paz, tenerlo a mi lado me hace sentir completa, con mi otra mano acaricio su rostro, lo contemplo unos minutos y puedo ver que esta algo pálido, mi corazón se encoge al saber que no puedo hacer nada para ayudarlo, pero tengo la tranquilidad que se recuperara, todo nos indica que así será y yo solo me aferró a esa posibilidad, no puedo dejar de pensar positivo.

Agachó mi cabeza y la poso sobre su mano, una lagrima resbala por mi mejilla, es algo que no pude evitar, simplemente me siento tan sensible, alzó mi cabeza y con una mano seco mi rostro.

-Perdóname -Le susurro, un nudo se forma en mi garganta, trato de no ponerme a llorar de nuevo- En serio perdóname Caleb, por mi culpa estas aquí -Es imposible ignorar lo inevitable, la nostalgia me gana y las lagrimas vuelven a caer como cascada bajo mis ojos - Todo es mi culpa -Un sollozo sale de mi boca - Te necesito junto a mi -Respiro hondo - no me dejes sola.

Caleb...

Siento que alguien me tiene de la mano, pero se que no es cualquier persona, esas manos las puedo reconocer hasta en estos momentos, son pequeñas y suaves tan perfecta, esas mismas manos van hasta mi rostro me acaricia con delicadeza y se que es ella.

Shesid empieza hablar, a decirme que la perdone pero ¿de que voy perdonarla? Tengo muy vagos recuerdos de lo ocurrido pero estoy seguro que ella no tiene la culpa de nada; siento mi cuerpo doler, intento moverme pero no puedo, no puedo articular palabra mi lengua la siento pesada supongo que es efecto de la anestesia, como odio los hospitales siempre los odie.

Shesid a empezado a llorar, me duele escucharla así quiero levantarme y consolarla, decirle que estoy bien, que no tiene la culpa de lo ocurrido, mi pequeño ángel no le haría daño a nadie ella es tan pura y dulce, seria incapaz de hacerle daño a una persona, escucho que un sollozo sale de su boca y eso confirma mis sospechas...

-No me dejes sola -Escucho lo ultimo que dijo y hago todo lo posible por hablar...

-No.. voy a dejarte sola.. cariño -Con mucho esfuerzo logro hablar ya que mi cuerpo no me obedece en su totalidad, poco a poco abro mis ojos una luz blanca me lastima y los vuelvo a cerrar..

-¿Caleb? -Shesid toma mi rostro -Hablaste ¡Oh Dios! - Como señal de que estoy despierto aprieto más su agarre, intento nuevamente abrir mis ojos y la luz me lastimado un poco menos -¡Oh por dios! ¡Caleb! -Veo como su rostro se ilumina de alegría, pero también puedo ver que tiene los ojos hinchados y eso de seguro se debe a que estuvo llorando, puedo notar en su cara que esta cansada

-No voy a dejarte sola cariño -Le vuelvo a repetir las mismas palabras que hace un momento, esta vez sin hacer esfuerzo pues mi cuerpo me esta respondiendo poco a poco, alzó lentamente mi mano y con mi pulgar le limpio aquellas rebeldes lagrimas que de sus ojos empezaron a brotar.

-Yo lo sabia -Una sonrisa se ensancha en sus labios y eso me llena de regocijo al saber que ya no seguirá triste por mi, no quiero volver a haberla así.

Mi Dulce ContratoWo Geschichten leben. Entdecke jetzt