Somos Arte

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Tarde o temprano se van; quizás no por querer, ni por dejarte en soledad, es solo la necesidad de crecer, de madurar y entender que los sueños suelen ser irónicos, diferentes, y en casos como el mio, son sueños que rozan el desquicio.

Yo he vuelto a ver a muchos de ellos, los que se han ido, unos sin avisar, otros en medio de traumatismos, unos mas por la vida y sus cambios volátiles, algunos por amor, por no ser hipócritas y tener el orgullo para decir "no más", mientras se ladea la cabeza iniciando así el ritual previo al beso, al amor o en los casos mas simples, solo sexo en silencio.


Ausencias físicas, ese ha sido mi castigo, seguirles sintiendo, nunca se llevan los recuerdos.
La luna. Su noche, un escenario; sus miedos, simples nubarrones grisáceos. Se presenta bailando como le venga en gana, el Jazz no tiene pasos basicos, y si los tuviese serían sonrisas y miradas de nostalgia.
Hemos bailado un par de veces, ¿un par?, no creo, la verdad es que nos complacemos mutuamente, con el arte como conexión y su inocencia pone los limites que necesita el sentir humano.

Se van pero algunas veces regresan, mientras tanto uno entiende las ausencias del invierno, donde ella sobrevive pegada a mi; la luna inmutable observa, se niega a precipitarse hacia la tierra, hacia mi, con el pecado, el pecado de un beso casual.

Roto el cristal, si no encuentras el beso es porque se confundió entre lo pedazos; no te cortes con ellos, el amor duele solo cuando el miedo se cruza en medio del frenesí, quizás cerrando los ojos puedas ver con claridad mi mundo en dos minutos.

El regreso, algo esperado, siempre es mas perfecto cuando pasa, siempre es mas sencillo cuando se sueña, cuando se coloca el norte en tus preciosos ojos de esmeralda, ojos de sol y de luna; con el infierno y el paraíso del arte en dos circunferencias colocadas como portal a la ilusión; y en sus caderas el timón.

La poesía es para soñadores, y si se mantiene a tu lado es porque te eligió, entre el mundo y sus sandeces, te eligió como pecado, como redención. Recuerdas el beso, el primero borró el gato, y tu ausencia temporal me enseñó la verdad de la luna nueva.
Fase de menguante, no bajes los ojos del cielo, hay hienas en la tierra, un lobo en la estepa, en dirección opuesta al tejado, completamente paralela a vos.

Se fueron, era necesario; la presencia se desvanece aunque siga a nuestro lado, nosotros somos Arte.
El arte de amar artisticamente, de inmortalizar con literatura lo que solo entienden los amorosos. Sí, los de Sabines, los atormentados que no duermen hasta que aparezca en el aire el olor de la piel deseada y el matiz de aquella mirada.

Inmortalidad, aspecto primario del arte, un concepto propio de la ilusión.
Ahora no importa quien queda y quien se fue, vos y yo carecemos de ataduras hacia la piel; aunque insisto en la gloria de tocar la luna, por eso el pecado a tu lado no existe, no cuando te invita a redescubrir el arte del amor clandestino.

Espiritus libres siempre hemos de ser, a mi no me limita la piel, en vos los sueños son los ingredientes de la realidad.
Si acaso me sueñas es porque ya soy real, una realidad que solo debes mirar, para que comience a volar aferrada a tus manos.

La ausencia sabe que si estas vos, sea en el cielo o en la tierra, por lapsos o por la vida entera; no habrá un momento en el que la literatura no consiga la forma de llevarme a ti.

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⏰ Last updated: Nov 28, 2017 ⏰

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