CAPÍTULO 6

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No podía dejar de ver las páginas de brillante papel couché. Más allá de que hubieran incluido fotos mías en traje de baño ("¿cómo rayos me las tomaron?"), me impactaba la secuencia donde José Manuel y yo aparecíamos bailando en el antro, por tres razones: una, a través de la comparación, se evidenciaba mi cada vez más concluyente ruptura con lo masculino; dos, pese a que el lugar estaba atestado, la perspectiva nos hacía ver comprometedoramente solos; tres, aunque, día tras día, trataba yo de ahogar los recuerdos de esos momentos, su indómita presencia se me imponía.

En la primera imagen, enfocada hasta nuestras cinturas, contrastaban los hombros y los pectorales del chico (su enorme masa muscular, bajo una exigua camisa de lino) con mi espigado tronco. En la segunda, de perfil y de cuerpo entero, la sólida y cuadrada constitución física varonil enfatizaba mi silueta de reloj de arena (el mini vestido, súper ajustado, marcaba mis senos rotundos, mi talle estrecho y la muy pronunciada curva de mis nalgas que se fundía, maravillosamente, en mis largas y bien torneadas piernas). En la tercera, disparada de cerca, mi piel pulcra, mis antebrazos pequeños y mis manos gráciles (con uñas largas, bien pintadas, perfectas) se perdían en la abundante vellosidad, la desmesura y la rudeza de quien me abrazaba. En la cuarta, sólo de rostros, la atrevida cámara me había inoportunamente registrado en un gesto de coquetería, admiración y súplica (casi copiado a mi madre).

Un timbre metálico me hizo girar hacia mi celular (regalo de Chassier, que apenas había yo estrenado). Contesté:

–Diga...

–Sales en todas las revistas de espectáculos del país –era Fanny...

–Estoy viendo la primera –confesé–... Mi madre tuvo la precaución de dejármela, antes de irse con Adiel...

–Te guardaré ejemplares de todas... ¿Cuál tienes?

Le dije el nombre... Y agregué:

–Me sorprende el manejo que le han dado a la información... Es exactamente como el señor Chassier quería... Aunque hay un dato equivocado...

Fanny rio:

–La directora de esa revista es capaz de hacer cualquier cosa por dinero y por exclusivas... Ella asegura que no se vende, pero digamos que nuestro jefecito la alquila de vez en cuando... Cualquier error está calculado: créeme...

Suspiré:

–Te juro, amiga, que esto ya me parece un complot mafioso...

Fanny rió más forte:

–The show must go on –recitó–... ¿A qué horas vienes a la televisora?

–No jodas: hoy me tocó descanso... Tengo chequeo con el doctor Sáenz, pero me citó en su consultorio particular...

–Ya, ya... Chassier quiere ultimar pronto lo de tu vestuario... Ramiro ya tiene algunas propuestas... En fin... See you tomorrow...

Apagué al celular y volví a la revista. Ahora entendía los textos que acompañaban las fotos del antro: "Dos de los seleccionados del reallity show 'Jugar y cantar', Angie y José Manuel, se volvieron inseparables desde el primer momento. Nuestro paparazzo los captó en actitud apasionada. ¿Habrá romance en puerta?". Las de la playa, sin embargo, estaban rodeadas por un misterio: "Los participantes de la nueva producción del exitoso Yves Chassier, gozaron de las playas de Cancún, antes de iniciar las duras jornadas de trabajo. Angie, para regocijo de los varones, se bronceó en un atrevido traje de baño, presumiendo cuerpazo y mostrando que a sus 15 años es ya toda una sexy mujer". Reflexioné en silencio: "¿por qué aparezco con esa edad? Me han puesto casi en el límite señalado por la convocatoria del concurso".

Una Voz AngelicalWhere stories live. Discover now