Embrujado

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Bastante gente salía del metro al mismo tiempo que ella

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Bastante gente salía del metro al mismo tiempo que ella.

Mientras intentaba subir su maleta con ruedas por las escaleras notaba los rostros de aquellos apurados individuos que se abrían paso para ir a sus diferentes rutinas, esperando no llegar tarde por culpa de la muchedumbre. Podía notarlo por la expresión seria y cansada de sus rostros, esa que decía "he pasado demasiadas veces por esto", cada una de las personas que pasaban a su alrededor demostraban agotamiento en su mirada.

Pero ella no.

Ella mantenía firme una sonrisa, con ojos esperanzados, alejándose de los menos afortunados para no estorbarles la salida.

Finalmente, luego de dieciocho años, era libre de su rutina; era su momento de elegir lo que quería hacer con su vida, no por obligación, sino por puro deseo de hacerlo. Al fin podría hacer todo lo que siempre quiso. Aunque la verdad no sabía por dónde empezar.

Siendo recién cerca de las ocho de la mañana y después de haber dormido en una mala posición por horas viajando en el bus a Santiago, la idea de comenzar su nueva aventura estaba tercera en su lista de prioridades después de una siesta y una ducha. Aun así, no podía estar más ansiosa por dar inicio a su nueva vida, incluso si no tenía idea de qué quería hacer. Eligiese lo que eligiese, por primera vez no tendría que consultar a nadie antes de tomar una decisión. Ahora ella estaba al mando.

Avanzaba por la calle con seguridad, aún si en realidad no estaba segura si iba en la dirección correcta a su nuevo departamento, no dejaría que nada la detuviese. Mochila colgando en un hombro y maleta arrastrando las ruedas por la vereda, polera manga corta negra y shorts de jeans. No más blancos uniformes, o código de vestimenta en general.

Con cada paso que daba las ansias por crear su propia historia crecían más y más. No podía decir que odiaba completamente su antiguo estilo de vida, pero estaba más que contenta de haberse largado de una buena vez.

Su mente rápidamente salió de su burbuja cuando un hombro ajeno chocó con ella a causa de un apresurado andar, sin querer botando su mochila al suelo. Se agachó al instante a recogerla y guardar las cosas que se habían salido de su lugar y entonces notó algo que no recordaba fuese suyo: un trozo de papel con una dirección y un nombre escrita en él.

Se paró y volteó a buscar con la mirada a la persona que la había chocado, pues asumía debía ser algo importante, pero nadie destacaba entre los demás como para preguntarle si por casualidad eso era suyo.

Se quedó mirando la hoja un segundo, no muy segura de qué hacer, pero terminó por guardarlo en uno de sus bolsillos como recuerdo de su primer día en la ciudad.

Caminó unos minutos y en breve llegó a su destino, su edificio estaba cerca del metro y su departamento en el segundo piso. No se demoró mucho en desempacar, la verdad mucho no traía, y guardó todo en su lugar a excepción de una caja que dejó cerrada dentro del closet. Todo lo que era vestuario planeaba ir a comprarlo a penas se sintiese menos cansada. Un nuevo comienzo merecía una nueva imagen.

D.I.P: Detectives Investigadores ParanormalesWhere stories live. Discover now