ESPECIAL NAVIDAD 3:

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-Ey, Trav-preguntó Connor a su gemelo, que estaba sentado en el suelo frustrado haciendo tareas de matemáticas para el colegio

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-Ey, Trav-preguntó Connor a su gemelo, que estaba sentado en el suelo frustrado haciendo tareas de matemáticas para el colegio.-¿Aún no has acabado?

-Pues no, cara estiércol de centauro-se pasó las manos por la cara Travis.-Podías ayudarme un poco, tío.

-¿Y privarte del inmenso placer de aprender ecuaciones?

-No te aguanto.

Sonaron unos golpes en la puerta de su cuarto y la señora Stoll apareció, arrugando la nariz por culpa del olor de la habitación. Se deshizo el moño que se hacía para trabajar; el uniforme de la fábrica de envasados aún estaba manchado de grasa.

-Chicos, me voy a terminar de comprar los regalos de Navidad antes de que cierren las tiendas. Lis está en la cocina terminando su carta, ¿creéis que podréis echarle un vistazo, evitar que se queme la casa y que no os encierren en la cárcel por decimosexta vez antes de que yo vuelva de los grandes almacenes?-alzó las cejas la señora Stoll.

-Difícil petición, pero se cumplirá por el módico precio de dos tabletas de chocolate con M&Ms-se cruzó de brazos Connor, acercándose a la puerta.

La señora Stoll le revolvió el pelo y sonrió.

-Mamá, ¿cuánto es 72 entre ocho?-surgió la voz de Travis desde el suelo.

-Nueve.

-Gracias mamá, te quiero.

-Igual yo, portaos bien-advirtió la señora Stoll, y se volvió antes de cerrar la puerta.-Echadle un ojo a Lis, ¿vale?

-Oh, sí, claro que se lo echaremos-sonrió Connor cuando la puerta se cerró.-Ey, Trav, ¿molestamos a la enana un rato?

-Tengo que term..¡a la porra!-exclamó Travis, lanzando los libros a un rincón.-Renuncio a las mates; jugaré a la lotería, seré billonario y jamás me tendré que preocupar por estas cosas. Vamos a fastidiar a Lis.

Los dos avanzaron por la casa de puntillas, y llegaron a la cocina. La puerta estaba entreabierta y se podía ver cómo una niña de unos ocho años con una mata de pelo desordenado tarareaba mientras escribía en un folio con letra irregular. Los dos hermanos asintieron y, a la vez, se lanzaron al ataque; uno cogió la hoja de la niña y otro la alejó para que no pudiera resistirse.

-¡Eso es mío! ¡Devuélvemelo, cabeza bolindre!-comenzó a chillar Lis.-¡Brutos! ¡Imbéciles! ¡Pienso robaros todas las chucherías del día de Navidad! ¡Me comeré todos tus M&Ms, Con, juro que lo haré!

-Ah, ¿sí?-alzó la ceja divertido Travis, mientras agitaba el papel delante de ella. Connor tenía abrazada por detrás a su hermana, que por mucho que se revolvía no conseguía escapar.-¿Y mis chocolates también!

-¡Tus chocolates serán lo primero que me coma, gordo ladrón!

-Pues éste ladrón te acaba de quitar tu preciosa hoja.

Family (Stolls #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora