Epílogo/Extras.

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—EPÍLOGO.

Flashback.

«—Así que... ¿Tú eres el novio de mi rubio?... es un gusto conocerte al fin, Liam.—hace una pausa.—Quería pedirte un favor...

—El que sea señor...—respondió el castaño.

—Quiero que cuides mucho a mi Kend,—inquiere y logra incomodarle un poco.—él es alguien en quien puedes notar la felicidad a simple vista, mi pequeño jugador siempre está sonriente.—Tiene razón, ¿quién podría olvidar esa sonrisa de Ángel?—Y es aquí donde viene mi petición... ¿Te quedaras con él?—dice y deja sin habla al ojiverde.

—Y-yo... señor, le seré sincero... no sé exactamente qué es lo que siento por él...—el padre del rubio le mira desconcertado.—pero... cuando me mira, me siento cómodo, cuando estoy junto a él me siento tan... completo, y cuando sonríe... hace que quiera sonreír gracias al cosquilleo que provoca en mi estómago. Su sonrisa es demasiado hermosa...—concluyó.

Su cara cambia a una sonrisa débil.—Lo sé, heredó esa gran sonrisa de su madre, sería una lástima que la perdiera... mira, te dejo como tarea que averigües que es lo que de verdad sientes por él... pero por favor, no lo abandones en estos momentos.—inquiere.—Una última cosa... si al final quedan juntos, te daré este consejo para sorprenderlo; a Kend le encantan los niños...

—P-pero... somos hombres señor, no podemos tener hijos.—respondió.

—Existe la adopción...»

Fin del flashback.

Aquel momento resonaba en la mente de Liam, por mucho tiempo pensó seriamente en ello... y al decir verdad debía admitir que el rubio era muy bueno con los niños. Cuando lo llega a ver al hospital le encanta convivir con los niños, y realmente era una imagen que causaba mucha ternura y ablandaba su corazón.

Podía sentir la arena tibia entre los dedos de sus pies, también como la brisa del extenso mar a su derecha le daba directo en los costados. El cielo está teñido de un dulce naranja rojizo que le hacía ver un panorama simplemente precioso.

Exhaló lentamente.

De verdad que estaba algo nervioso, no le había consultado nada de esto, se supone que es una sorpresa por el día que están celebrando. ¿Lo tomará bien? ¿Le molestará que lo haya decidido sin su consentimiento? ¡Ya Liam! No puedes echarte para atrás.—pensó el ojiverde mientras volvía a tomar valor. Entonces vió al hermoso rubio caminando por la playa hacia él; llevaba sus pantalones enrollados hasta la rodilla, su camisa estaba desabrochada así que podía ver perfectamente su abdomen perfecto, lleva sus zapatillas en la mano, entonces le sonrió cálidamente haciendo que Liam se mordiera levemente el labio inferior. Joder, ¿cómo logra ser tan sexy?—cuando Kend llegó hasta él le plantó un corto pero tierno beso en los labios, el cual Liam correspondió sin titubear.

—¿Todo bien, amor?—interrogó el de ojos azules notando el nerviosismo en su esposo.

—¡Por supuesto!—contestó lo más "normal" que pudo.—Oh, veo que ya lo estás usando.—señaló el lujoso reloj en la mano de Kend, este sonrió.

—Claro, me lo dió mi persona favorita, sin duda podría decir que es el mejor regalo de cumpleaños.—Liam sonrió por ello.

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