Aplica Dictamo al pasado

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Lo único que me faltaba, cruce miradas con Malfoy el cual, igual que yo, no estaba para nada feliz con la orden del profesor, me fui lentamente adonde estaba con la mirada de la mayoría de mis compañeros (como casi siempre) y el chico de cabello carmesí haciendo muecas de apoyo mientras iba a la mesa donde estaba Neville

-Hola Mal... - recordé lo que había dicho Max antes de entrar al salón y me encogí ligeramente – Draco

- Ni sueñes que te llamare Harry – el rubio platinado me miro con una ceja alzada cruzándose de brazos, como siempre con su actitud petulante, pero esta vez no iba a pelear, ya había tenido suficiente de peleas.

- ya lo hiciste Draco – contrarreste sonriendo al ver la cara de enojo que tenía cual era muy cómica.

-Como sea, empecemos con esto – Mientras yo sacaba mi libro él estaba escribiendo unas cosas en un papel.

- Trae estas cosas Potter – no me miro ni un segundo mientras me tendía el pedazo de pergamino, fruncí un poco el ceño, pero sin darle muchas vueltas fui al armario de ingredientes, en este estaba Sam.

- Me toco de compañera una chica que da miedo - dijo con los ojos medio llorosos, gire para ver y al parecer a la pequeña y tímida Sam tenia de compañera a Pansy.

 - Tranquila, yo tampoco estoy saltando de felicidad por quedar con Malfoy – digo para reconfortarla mientras miro la hoja, me sentía como cuando me mandaban a hacer las compras, aunque claro, esta no era una lista kilométrica con miles de cosas que tendrían mas peso que yo

- No creo que sea un mal chico, solo quiere lucir fuerte – dijo la chica tomando las cosas que necesitaba, yo hice lo mismo y volví a mi lugar, Sam tenia razón, y creo que yo era una de las pocas personas vivas que lo sabía con certeza, pero hablar de eso con Draco... Tenía que hacerlo, pero mi tenía miedo que abrir esa caja de pandora.

- Listo, creo que fue todo lo que pediste – dije tratando de espabilar todos los pensamientos, aunque se me hizo casi imposible quedarme viendo unos segundos la cara de Draco, se veía menos pálido y demacrado que la ultima vez que lo vi, la vez en que su madre me había salvado la vida, él noto mi mirada y extrañado me la devolvió.

- ¿Qué? – su tono era entre molestia y confusión.

- Nada – aparte la mirada y dejando las cosas en la mesa me pongo a buscar la receta para la poción de díctamo, cuando por fin la había encontrado me di cuenta que el platinado ya había comenzado y ya la mitad de las cosas estaban en el caldero.

- Vaya, vas rápido – de inmediato me había arrepentido de decir una frase tan estúpida, mire por el salón sintiéndome un inútil cuando veo a Max (el cual tenía a Neville haciendo casi todo el trabajo) haciéndome mas señas para que hablara con Draco - ¿Ya la habías hecho antes?

- Mi padrino me enseño y la tuve que hacer un par de veces el año pasado – estaba agitando el líquido con la varita mientras hablaba – Me sorprende que tu no sepas hacerla.

- Hermione consiguió solo un poco de díctamo así que ella fue la que la hizo – dije algo apenado mirando como se movía el líquido.

- Entonces el elegido ni siquiera sabía cómo curar sus heridas, interesante – dijo con una medio sonrisa sarcástica señalando una bolsa de con polvo de escamas de dragón.

- Si, prácticamente soy un inútil – sonrió de la misma forma pasándole la bolsa – Incluso tú me salvaste una vez así que deberías de saber que tan inútil soy, gracias, por cierto.

Justo después escuchamos una fuerte explosión detrás nuestro, volteo para ver a Max ayudando a su amiga a levantarse mientras le sacude el uniforme y ella llora por las leves quemaduras, el profesor dice que la lleve a la enfermería.

- Pobre, no era broma lo que decía Max, espero que este bien – digo viéndolos salir del salón.

- Luego podremos visitarla en la enfermería, solo espera un minuto – el contenido del caldero se había evaporado en su mayoría y solo quedaban un poco de color naranja fuerte.

Lo colocamos en una botellita y se lo llevamos al profesor, él, al ver un buen resultado, nos dejó salir un poco antes, les lanzo una mirada a Hermione y a Ron para decirles que iba a ver a Sam, ellos asienten, pero se ven algo desconfiados cuando ven que me voy con Draco.

Los pasillos estaban medio vacíos, caminamos hacia la enfermería en un silencio algo tenso, cuando llegamos a la enfermería Madame Pomfrey estaba apenas atendiendo a Samantha.

- Buenos señor Potter, señor Malfoy, por sus heridas puedo adivinar que es amiga suya – dijo la enfermera aplicándole un tipo de crema que parecía baba de caracol a la cara de nuestra amiga – Listo, en unos minutos estará como una flor en primavera.

Se levanto y se fue a atender a unos de primero que por lo visto habían caído en la broma del caramelo vomitivo.

- ¿Qué tal estas Sam? – dijo Draco mirando la chamuscada chica

- La crema se siente refrescante – dijo sonriendo ligeramente

- No es la primera vez que pasamos por esto, la ultima vez hizo una masa purpura que cada vez crecía más y más – Dijo Max moviendo sus brazos para remarcar lo que decía, luego sonrió y paso estos por los hombros míos y los de Malfoy – Vaya, vaya, por lo visto no se odian tanto como pensé, eso me alegra porque ustedes me caen realmente bien chicos y se que podemos ser amigos 

Sorpresivamente nos dio un beso en la mejilla y se apartó antes de que Draco, enojado, le diera un golpe, yo solo me limpio la mejilla  y río por esa caricaturesca actitud.

Tension SexuelleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora