Aprendí a sonreír cuando me faltaba aliento por tanto llorar.
Creo que de ti,
aprendí la valentía de seguir siendo feliz a pesar de las tristezas.
Siempre te tildé de cobarde, cuando en realidad, aunque eres imperfecto,
al fondo sólo luchaste por ser feliz.
Me dejaste una lección que atesoro cuando lloro.
Siendo innecesaria la rima,
le da mas sazón al poema.
La lección que aprendí fue:
que no importa cuan abajo caiga,
Siempre habrá motivos para levantarme.
ESTÁS LEYENDO
Los 365 poemas Parte II
PoetryContinuación de Los 365 poemas, porque no puedo publicar más de 200 partes de un libro en este sitio.