Capítulo 20:

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Narra Sam:

Me levanto cuando el móvil empieza a vibrar. Bostezo y estiro la mano para cogerlo. Es Inés.

Yo:Dime.

Inés:Son las 10:30. Vente a mi casa a pasar el día.

Yo:No sé,Inés...me da pereza.

Inés:Venga...voy a estar sola.

Yo: Está bien. Dame un par de horas.

Colgué y bostecé de nuevo. Fui a desayunar y a prepararme.

Mamá:Ya me llamó Inés y me pidió permiso para que fueras.

Yo: Esta Inés...

Mamá:Parecía muy insistente así que acepté. No tengo mucho que hacer,pero voy a tarde un rato y luego te llevó.

Subí a mi habitación a hacer tiempo,así que coloqué el armario y cuarto.

Me miré en el espejo,estaba horrible con este apósito por mucho que dijera ese tal Alex que estaba  guapa.

Mamá:¡Cielo,baja ya!-dio una voz desde abajo. Cogí mi bolso y fui hacia donde estaba ella.

Yo:Bien. Vamos.

Subimos al coche y me llevó al pueblo,concretamente a la casa de Inés. Timbré,me abrió la puerta y subi a su casa.

Inés:Hola señorita cicatriz.

Yo:Deja de bromas anda.

Inés:Bueno,¿preparada para un buen día?

Yo:No sé por qué es un día especial.

Inés:Pues siempre es un día especial si te levantas.

Encogí los hombros,no la entendía. Pasamos el día en su casa viendo pelis,pintándonos las uñas,y las cosas que hacíamos en las típicas fiestas de pijamas,solo que hoy era un día normal y no entendía nada.

Inés:¿Me dejas peinarte?

Yo:Es una tontería,¿peinarme para estar en casa?

Inés:Venga,he visto peinados chulos.

Calentó las planchas y estuvo enrredando en mi pelo mientras yo cotilleaba a la gente en mi móvil. Al acabar vi que me hizo unas óndulas en el pelo bastante bonitas. Realmente tenía el don de peinar.

Miraba constantemente el reloj,yo ya tenía hambre.

Yo:Tengo hambre.

Inés:He pedido comida...debe estar al llegar. Acompáñame abajo.

Esperamos en la puerta,miraba la hora.

Inés:Pronto llegará.

De repente el coche de Marc apareció.  Miré a Inés extrañada y me acerqué a él.

Yo:¿Qué haces aquí?

Marc:Vas a pasar un día increíble.  Inés me ha ayudado. Sube.

Fui a Inés y le di un abrazo. Luego subí en el coche.

Yo:¿Dónde vamos?

Marc:Ya lo verás, hoy es nuestro día especial.

Agarré su mano mientras él conducía. Eché mi cabeza en su hombro y cerré los ojos. Al fin estaríamos solos.

Narra Marc:

No sabía que hoy iba a ser un día inolvidable,o al menos eso quería yo que fuera. Aproveché que Hugo quedó con Jess para hacer todo esto.

Aparqué,puse una venda en los ojos y la guié agarrando su cintura.

Sam:¿Queda mucho?

Yo:No.

Abrí la puerta y dirigí al salón. Encendí las velas y quité su venda.

Ella se llevó las manos a la boca al ver la casa preparada para nuestro día.

Sam:Me encanta. Pero, ¿y mi hermano?

Yo:Jess quería que quedásemos los tres. Me he escabullido y han ido los dos a la ciudad.

Sam:Más le vale que no tenga intenciones con mi hermano-dijo frunciendo el ceño.

Yo:Relájate. Es nuestro día. -dije dejando un beso.-siéntese,a continuación le serviré el menú de hoy-dije a modo camarero,ella rió.

Puse la comida en los platos,los llevé a la mesa. También unos refrescos.

Sam:¿Es comprado?

Yo:Aún no sé cocinar algo suficientemente bueno-dije rascando la cabeza.

Sam:Es perfecto-dijo sonriendo.

Comimos mientras charlábamos. Llevábamos tanto tiempo deseando pasar un día a solas que era increible. Al acabar de comer,recogí la mesa.

Sam:¿Y ahora?

Yo:Peli,mantitas y achuchones.

Sam:Me encanta-dijo besándome mientras rodeaba mi cuello con sus brazos.

Yo:Tú me encantas a mí,ponte cómoda.

Fui a por la manta y pelis que compré, las típicas románticas que a ella le gustaba.

Sam:Esta quería verla.

Yo:¿Y qué mejor forma que conmigo?

Sam:Creído.

Vimos la peli,ella echada en mi pecho mientras nos tumbamos en el sofá. Eran las 5:30,dejaría que durmiera más mientras fregaba los platos.

Estaba recogiendo la cocina cuando sentí sus brazos en mi espalda. Me di la vuelta.

Yo:¿Te he despertado?-ella negó con la cabeza. Besé su frente.  La cogí y senté en la encimera.

Yo:¿Qué quieres merendar?

Sam: A ti.

Sonreí y seguidamente la besé. Ella agarraba mi cabeza mientras seguíamos el cálido beso que tánto deseábamos. Cada vez subía más la temperatura

(Continuará )

La edad no importa...¿o sí? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora