18. Mambar: El Chico de los Cupcakes

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El Chico de los Cupcakes

* One-Shot también publicado en mi otra cuenta, >----> FrozenLita42

Historia basada en hechos reales, si, si, muy trágica mi vida.

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¿Qué hace una aplicada y bien portada estudiante de universidad en una escandalosa fiesta a las 12 de la madrugada? Lo mismo que debería estar haciendo en su casa, estudiando para el período de exámenes, ¡Patrañas!

No sé ni para qué vine, me hubiera quedado en casa esperar a que Delfina llegara de su cita con Pedro. Pero no, Jazmín me compra un lindo vestido y me soborna para que le acompañe a su dichosa fiesta... y todo porque no quería venir sola. No conozco a nadie, estoy aburrida y ya de seguro aumente 5 kilos solo con venir.

Yo debería estar estudiando para los intensivos de la universidad, no aquí en la cocina del bar comiéndome los dulces que no han servido.

Uh, no debí abusar con las trufas... sentí como mis tripas se revolvían y mi estómago comenzaba a gruñir.

[...]

Al salir del baño mis ganas de seguir en el bar eran casi nulas. La gente bebiendo y embriagándose, otros casi teniendo sexo en la pista de baile, el sonido que producían las bocinas era ensordecedor... me dispuse a irme pero recordé que Jaz tenía las llaves y mi teléfono, maldita.

A estas alturas no sé si Jazmín sigue en la fiesta, si se fue con uno de eso chicos que follan duro contra el muro, si esta en el baño de hombres sumergida en una ebriedad sin retorno... si va a salir y me va a decir que esto es un experimento social... ¡no lo sé!

¡Al carajo! Me iré en autobús, y si hace falta quedarme fuera de mi apartamento como una niña perdida lo hare.

Hey Ámbar, vamos a una fiesta, será divertido, prometo no dejarte sola seré el chicle en tu zapato —canturree imitando la voz de la mujer de color de cabello renovado.

Me moví estratégicamente entre los cuerpos sobre la pista de baile —los cuales eran como algas pegajosas; si uno no me invitaba a bailar el otro me jaloneaba como a un peluche—, camine hacia la salida una vez me libere de todo ese tumulto.

—Ay, ¿ya te vas tan rápido linda? —dime que no eres un violador, dime que no tienes aspecto de violador. Voltee la cabeza muy lentamente, como si de la niña del exorcista se tratase. Pero me sorprendí al ver a un chico un poco más alto que yo, de tez clara, ojos color café y cabello castaño, con indicios de barba; a decir verdad era muy apuesto.

Dios, he visto a un ángel.

Fue como si la música dejara de escucharse a mí alrededor y las personas bailando se detuvieran.

Despierta estúpida.

— ¿Quién? ¿Yo? —examine el lugar esperando decepcionada a que se dirigiera a otra persona, pero era la única de pie en el sitio—. Oh, ¡no! Solo buscaba a mi amig—

No pude terminar la oración porque un grupo de especímenes del sexo opuesto —ignorantes de mi burbuja personal, por cierto—, me empujaron y se acercaron al ángel, que digo, al chico lindo, que digo, al guaro castaño.

—Eh, hombre, ¡que te estamos esperando! —así sin nada más que decir, me sonrió de lado y se encogió de hombros dando a entender que se disculpaba, dejándose guiar por la jauría de lobo—, ebrios, hombres muy ebrios.

Soy Luna | ONE SHOTSOù les histoires vivent. Découvrez maintenant