LOS FANTASMAS DE AGRESTE

CAPÍTULO 4

Gabriel caia mientras veía al espíritu que tenía una mirada que daba miedo que incluso uno creeria que lo podría matar, el señor Agreste seguía cayendo lamentándose de no darse cuenta de sus errores antes de llegar a su fin; a tan solo unos centímetros de caer dentro del sarcófago y quedar encerrado para siempre en aquel lugar cerro sus ojos para lo que se venia, cuando no sintió ningún golpe decidió abrir uno de sus ojos y vio que estaba a tan poco te tocar la madera que estaba debajo de el, al voltear a su alrededor vio que estaba en su habitación y que a tan poco estaba de caer de su cama de no ser que sus sabanas se atascaron con la madera de una de las decoraciones de su cama haciendo tension y mantendiendolo colgando, Gabriel de inmediato se desenredo y volteo a todas partes y se dio un levé golpe a si mismo para saber si seguia soñando o no.

-¿E-estoy vivo? ¡ESTOY VIVO!- Grito eufórico.

Empezó a bailar y reír por saber que seguía vivo dando a conocer que los Espíritus le dieron la segunda oportunidad de seguir con vida para así remediar todos sus errores, alegre se asoma a su ventana y ve pasando a una pareja de jóvenes justo en ese momento.

-¡Oigan jovenes! ¡¿Saben que dia es hoy?!-

-¡Es Navidad señor!- Le contesto el muchacho.

-¿Es Navidad?- Extrañada la pareja volvió a confirmar el muchacho.

-Si señor.-

-Entonces no me perdí de nada... muchacho, ¿Sabes donde puedo encontrar el dia de hoy un lugar donde vendan pavos enormes?-

-Claro, de hecho mi compañera de la vida y yo estábamos de camino para comprar uno.-

-¡Perfecto! ¿Podrían hacerme el favor de ordenar uno para mi?-

-No lo se...-

-Por favor, si lo hacen les pagare su pavo y si me lo traen lo antes posible le pedire a mi mejor chef si les hace el favor de cocinarlo para ustedes.- Lo meditaron por unos segundos mas hasta que accedieron.

Gabriel estaba feliz, ya que con un pavo muy grande haria feliz a la familia que su asistente Nathalie ayudaba, tanta era su emoción que no espero mas que salió a las calles de Paris en su ropa de dormir, todos lo que lo conocían se les hizo muy extraño, incluso algunos creían que era un mal presagio, ver a aquel señor de un buen humor, no paso mucho cuando la pareja que les pidió comprar el pavo llego junto con dos enormes pavos, uno lo tenia el joven y el otro uno de los empleados; antes de que los jóvenes se fueran le pidió a su chef personal que los acompañara y que les preparara el pavo, mientras que el otro señor le pidió que se fuera en carruaje hacia la casa donde estaria Nathalie en esos momentos, claro que le pidió de favor que no le mencionara a la familia quien se los enviaba.

Después que todos ellos se  fueron a Gabriel le dio la sensacion de haber visto antes a la joven pareja, pues el muchacho era de cabellos negros y ojos verdes, en especial por sus ojos aunque aquellos que el veía del joven destellaban un toque de diversión, mientras que la muchacha era de un inusual cabello rojizo y ojos azules que destellaban de vida y no como el pensaba, tristes y apagados. Pero eso no evito que su felicidad y su determinación de cambiar le afectara.

Ya en las calles de Paris empezó a caminar para ver en que mas podía ayudar antes de ir con su sobrino y encontrarse con el muchacho de ojos esmeraldas para disculparse en mas de un sentido; mientras caminaba vio a unos señores que estaban en una campaña de recolección de dinero para los pobres, se acerco a ellos y para sorpresa de los señores Gabriel les ofreció una buena suma de dinero y cada semana recibirían mas de lo que podrian aceptar o recaudar en tan solo un año. También paso discretamente a la zona mas pobre para ver a la familia a la que le envió el pavo; sin que se dieran cuenta se asomo por la ventana viendo como estaban felices al tener enfrente de ellos un pavo tan grande que incluso las niñas estaban que por poco y se les cae las cascadas de baba, a los padres de las niñas podría jurar que estaban llorando junto con Natahlie y la joven estaba que ni se la creía.