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Observé a Diem alejarse de mi auto, sin decirme otra palabra, la vi perderse dentro del hospital Sacred. Espere unos minutos, con la vista fija en el parque frente al frívolo y ostentoso hospital, tantos recuerdos, tanto dolor. Hacia años que no había estado tan remotamente cerca como ahora, había veces que huía de mi casa porque sentía el aroma a hospital penetrar mis fosas nasales y me hacía recordar vagamente lo que había vivido, imágenes tenues se impregnaban en mi cabeza volviéndome vulnerable y odiaba esa sensación con todas mis fuerzas. Con el tiempo, fui enterrando cada parte que me lastimaba, perdiéndome en lagunas mentales, supongo que había sido una forma de luchar con los traumas que esos años me habían ocasionado.
El crujido de la puerta del hospital me sacó de mis pensamientos, observé cómo Xavia salía acompañada del mejor amigo de mi padre, Ryker Costello, el prometido de Diem.
Un cirujano y anestesiólogo experimentado, aclamado no solo en Sherslovia, sino por todo el continente europeo. Ryker había atendido los casos más insólitos y excéntricos en temas intensivos que necesitaban cirugías de urgencia, siendo un éxito y catalogado como uno de los cirujanos más codiciados del país.
Él junto a mi padre, un también reconocido doctor dedicado a la neurología e infectología, también se dedicaba a investigar diversas patologías enigmáticas y peculiares, siempre un hombre innovador en el ámbito de casos indescifrables, había escrito incluso un par de libros. Ambos habían inaugurado Sacred, un hospital privado y de mucho prestigio dónde solo acudían personas con una buena posición económica, de vez en cuando cuando había casos incomprensibles que les llamaban la atención, los tomaban a cambio de guardar los historiales de aquellos pacientes.
—Pero mira nada más...—murmuró risueño mirándome, con una sonrisa—. Que extraño verte por aquí, ¿te encuentras bien?
—Sí, solamente traje a Xavia a recoger unas cosas—le murmure de vuelta, brindándole una leve sonrisa para evitar que siguiera con la charla.
Hacía un par de años que evitaba a Ryker, todo por el oscuro romance que habíamos empezado a tener y que tanto como Diem como yo, queríamos guardar ese secreto en un cofre y perder la llave para siempre.
