Sobreviviendo a la muerte (Daryl Dixon) [Publicaciones lentas]

Los Salvadores (2/3)

P.V: Green

-¡TENGO HAMBRE!-Grité golpeando la puerta con fuerzas.-¡NO PUEDEN DEJAR A UNA MUJER EMBARAZADA SIN COMER, INHUMANOS!

Patee enojada la puerta y solté un grito, irritada para sentarme en el suelo del cuarto. Bebí un sorbo de la botella de agua que me habían dejado y solté un suspiro, acariciándome el vientre.

-Vamos a salir de esta, parásitos, no se preocupen.-Aseguré trazando caricias en círculos.

Sonreí al sentir como se movían y apoyé la cabeza contra la pared, intentando relajarme. Había despertado encerrada en este cuarto, con una manta y la herida de mi vientre curada.

Al menos no son tan malos, creo.

Sin embargo, no sabía dónde estaba Dwight y me preocupaba demasiado. ¿Qué pasaba si lo habían matado? Pese a que era una gran posibilidad, dudaba que lo hubiesen hecho, es decir, ¿por qué ahora y no antes? De pronto, la puerta se abrió de golpe y la luz me cegó por unos segundos.

-Disculpa a los maleducados de mis hombres, no sé cómo pueden...¿Lexie?

-¿Profesor Negan?-Abrí los ojos como platos y cuando me acostumbré a la luz que entraba, reconocí al hombre que estaba parado frente a mi.-No puede ser...

-Dios mío, ven, levántate de ahí.-Me tendió una mano y ayudó a pararme, sacándome con rapidez de ese cuarto.-Y estás embarazada...¿te sientes mal? ¿Necesitas algo urgente?-Me revisó de pies a cabeza y al ver que estaba en buenas condiciones,-dentro de lo que se podía-, me abrazó con fuerza para luego besarme la cabeza.

-Me gustaría comer algo a decir verdad...-Admití separándome de él y sorbiéndome la nariz.-¿Y mi amigo? ¿Dónde está?

-Tú, idiota, anda a prepararle un cuarto a Lexie con todas las cosas de lujo que tengamos y tú, ve y trae al doctor para que la examine.-Ordenó Negan a dos hombres que lo acompañaban.-Y tú, vas a buscar a los imbéciles que los trajeron acá y quiero que liberen de inmediato a su amigo.

Los hombres asintieron y rápidamente desaparecieron por distintos caminos a cumplir las ordenes de Negan. Al girarse para verme, su rostro rápidamente se suavizó y volvió a abrazarme con fuerza.

-Ay, no sabes cuánto me alegro verte a salvo...-Murmuró meciéndome ligeramente.-¿Qué pasó con tu hermana?

-Ella...ella no lo logró.-Susurré sintiendo como las lágrimas bajaban con rapidez por mis mejillas.-La cuidé lo más que pude pero yo...no pude. Pero me vengué, ¿sabes? Lo hice y no me arrepiento de nada.

-Lo sé, bonita, lo sé.

-¿Qué pasó con Lucille?-Ante el largo silencio que me dio por respuesta, entendí que había sucedido.-Lo siento tanto, Negan, de verdad.

-No te preocupes, ya pasó hace tiempo...Anda, ve con él, ahora estás a salvo.-Murmuró separándome de él.

Asentí con la cabeza y me despedí de él besando su mejilla. Con algo de desconfianza,-algo que todos tenían producto de este apocalipsis de mierda-, seguí al hombre por los pasillos hasta una pequeña puerta.

-Adentro encontrarás ropa y puedes darte un baño, tenemos agua caliente. En un rato te traerán comida y el médico...esperamos que llegue durante la tarde.-Anunció el hombre mientras me abría la puerta.

Asentí y entré con rapidez al cuarto, cerrando la puerta con llave detrás de mí.

-Woooow...esto está bellísimo.-Murmuré observando maravillada el cuarto.

Había una cama pegada a una pared, en diagonal a una puerta que supuse sería la del baño. Había una pequeña televisión sobre un mueble y un gran librero con unos pocos libros en los espacios y un ropero mediano conformaban la mueblería del cuarto.

Me daré un baño mejor.

Como me había pasado la primera vez que pisé la estación de servicio, lloré cuando el agua caliente barrió toda la mugre y sudor que tenía pegado en el cuerpo. La verdad era que el olor que desprendía, tanto yo como Dwight, no era agradable pero después de un tiempo terminabas por acostumbrarte.

Tienen hasta sales de baño...Creo que las probaré otro día.

Cuando se refería a lujos, jamás creí que tendría la opción de elegir entre varios tipos de shampoo y acondicionadores ni mucho menos la posibilidad de usar exfoliantes y rasurarme. No era algo que me importara especialmente pero debía admitir que tener pelos en la axila hacia que el olor se mantuviese más tiempo y el resto me daba lo mismo.

Una capa extra para mantener el calor a decir verdad.

-A ver...¿qué me quedará bueno de todo esto?-Murmuré rebuscando en el ropero algo.

Terminé por ponerme un vestido junto a unas calzas de polar que era lo único que estiraban lo suficiente para no parecer embutido. Al poco rato de sentarme en la cama golpearon la puerta y al abrirla apareció una mujer con una bandeja.

-Muchas gracias.-Murmuré cuando la dejó sobre la cama.

-No hay de que...¿Necesitas algo más?-Preguntó con una pequeña sonrisa.

-¿Sabes cuándo podré ver a mi amigo? Negan dijo que lo liberarían y todo...

-Voy a preguntar.-Prometió antes de abandonar el cuarto.

Oh, Dios, tienen aceitunas.