Capítulo 15

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Adaptarme al ruido, el humo, las personas gritando groserías y la comida de la calle no fue tan difícil. Los días junto a él valían la pena.

O al menos los días que él estaba.

No soy quien, para reclamarle, pero en serio tenía la pequeña esperanza de que conviviríamos más tiempo juntos y que no se la pasara tanto en el "trabajo". No puedo llamarle trabajo a esas salidas nocturnas en las que después había millones de fotos de él junto a chicas muy hermosas.

¿A quién quería engañar más que a mí misma por pensar que un hombre como él podía ser alguien estable? Un par de besos no firma un contrato de fidelidad.

Papá y mamá llamaban casi a diario, hablábamos hasta que Chad los regañaba y les decía que me dieran mi espacio. Chad fue muy amable en quedarse con ellos durante mi estancia en Nueva York para no dejarles solos, ya que Gregg regresará a los Ángeles por un tiempo acompañado de mis tíos, Hollie y Tory. Zac tiene un viaje a no sé dónde para un nuevo proyecto de los Hamilton. Otro hotel lo más seguro.

Esperé diez minutos más hasta que me di por vencida y agarré mi abrigo.

De nuevo, faltando a las citas, Asheron.

Central Park estaba lleno de personas haciendo ejercicio, paseando, citas románticas en carruajes. Luego estoy yo, una chica de veinte años, en una ciudad que no conoce, completamente sola. Podía pensar en mil cosas para no pensar en él, pero eso no evita que mi corazón se sienta deprimido. La conciencia seguía llamándome tonta e ingenua.

Un hombre, solo es un hombre entre miles de millones en el mundo. Y, ¿Qué si es un supermodelo con un cuerpo de infarto y una voz que me derrite? No es nada difícil encontrar a alguien así en Nueva York.

¡Podría cerrar los ojos, contar hasta cinco y lo tendría justo enfrente de mí!

Estoy volviéndome loc...

—¡Lo siento!

Cerré los ojos esperando que el dolor de mi cabeza se calmara un poco. ¡Mi suerte últimamente como que se tomó unas vacaciones en Cancún porque esto ya no es normal! Primero el hombre que me atrae me deja plantada, nos besamos, nos vamos a vivir juntos, me deja plantada de nuevo y ahora chocó con alguien y me doy un buen golpe contra el suelo. Perfecto, ¿no? ¿Qué diablos he hecho yo para merecerme esto? Lo siento tanto por querer algo solo para mí. Siento ser una egoísta, pero, sobre todo, siento mucho ser una tonta que esperaba algo de romance por parte de ese hombre... lo siento tanto.

—Oh Dios. Estás llorando. ¿Te duele demasiado? ¡Llamaré una ambulancia ahora mismo!

Abrí los ojos para ver a un chico de algunos catorce años mirándome nervioso. ¿No podía ser un hombre de veintitrés años? De nuevo, la mala suerte.

—¡Flynn! —gritó una voz detrás del chico. El chico volteó y aún con la poca luz lo pude ver palidecer.

¿Los dioses me escucharon? ¿Me mandaron un ángel? Si es un demonio tampoco me importaría porque joder, pedazo de hombre el que tengo frente a mí.

Miró al chico, Flynn, antes de agacharse a mi lado y tocar mi mejilla... ¡Está tocándome!

—¿Qué crees que haces? —Quité su mano de un golpe y me senté. Su mirada es muy intimidante, pero nada que ver con la de mi mamá—. No puede venir y tocarme como si fuera una cualquiera, pedazo de...

—Tienes un golpe en la mejilla —me interrumpió pasándome un pañuelo que sacó de su saco negro. Hombre de negocio—. Solo es un pequeño rasguño, pero alrededor está algo rojo. No dudo de que podrías tener un morete mañana.

Agarré su pañuelo, algo desconfiada. Chad me hablo de posibles secuestradores y violadores en Central Park. Con mi suerte no puedo rechazar que él no lo sea, pero ningún secuestrador usaría zapatos de marca... ¿o sí? Debí haber visto más CSI con Zac.

—Gracias...—susurré mirando hacia su reloj de marca. Tenía un borde dorado y unos pequeños destellos. Oro y diamante.

—¿Puedes levantarte? Me gustaría comprobar que no tienes ningún problema antes de dejarte.

Me ofreció su mano, pero no la acepté. Me levanté con cuidado, ya que mi trasero dolía un poco o más bien mucho. ¿También tendré un morete ahí? Estoy empezando a dudar si a válido o no la pena conocer a este hombre tan atractivo.

—Estoy bien. —Miré al chico quien retrocedió ante mi mirada.

—Me disculpó por mi hermano. No sabe entender cuando le digo que preste atención a lo que pasa enfrente de él —dijo el hombre, señalando al joven causante de esa tacleada, quien se mantenía un poco sonrojado unos pasos lejos de nosotros. Tenía una patineta en la mano, unos anillos de oro y pude ver una pequeña cadena oculta bajo su camiseta. Familia adinerada o tal vez solo está en la época de querer ser un rapero—. ¿Quieres que te acompañe a la salida?

Dejé de mirar a Flynn para ver al atractivo hombre de ojos claros. Su cabello brillaba por la luz de los focos y pude ver que era rubio. Aun que lo que más me atraía de él son sus ojos y labios. Me pedían a gritos que lo tomará como mi aperitivo. Oh, que vampírico salió eso.

—No, estoy bien. Solo tengo que ir por la derecha y encontraré el restaurante mexicano. —Le entregué el pañuelo en su mano y le sonreí—. Gracias por tu amabilidad.

Di media vuelta, caminando hacia la salida cuando me agarró del brazo. Me asusté un poco, pero me regañé a mí misma por ser una cobarde. Hasta ahora ha demostrado ser amable así que no tenía por qué preocuparme. Solo es mi mente dándome una mala pasada.

—El restaurante mexicano no es hacia ahí.

Me di la vuelta para responder, pero me mareé. Me agarró de la cintura evitando que volviera a caer y hubiera disfrutado más el momento si no estuviera viendo doble. ¿Me drogó? ¿Es eso? Oh no...

—Estás sangrando —murmuró o gritó, no sé. Estoy completamente desconcertada—. Parece que el golpe en la cabeza fue más fuerte de lo que pensaba. Te llevaré al hospital.

—No...—susurré aferrándome a su brazo. Las piernas me temblaban y sentía los ojos pesados—. No...

—Tranquila. Me llamo Ian Collins, soy dueño de una compañía muy importante y te dejaré comprobar mis documentos o puedes llamar a quien quieras para darle mis datos, pero solo quiero llevarte al hospital porque te ves muy mal y estás sangrando. ¿Me dejas ayudarte, por favor?

Ian... Ian... Bien, creo que es mejor ser secuestrada por un sexy hombre que caer inconsciente en el frío y sucio piso de Central Park. ¿Qué digo? ¡Las dos opciones son terribles! Pero ya que no tengo muchas opciones, tendré que fiarme de él y confiar que mi mala suerte no será tan mala por esta vez.

Lo único que pude hacer luego de escuchar sus palabras, fue asentir antes de perder el conocimiento.

Hamilton Girl |Serie Hamilton| #1 (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora