Capítulo dieciocho

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✨Capítulo editado✨
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Después de haberme desmoronado en frente de Tae, después de haberle mostrado mi faceta más vulnerable y rota, ambos nos habíamos ido hacia la azotea, en donde creía que sería un buen y cómodo lugar para estar con él por unos minutos antes de pensar en volver.

Ambos nos sentamos sobre la baranda de mármol. La cálida brisa rozando nuestros rostros, ambos sonriendo con nuestras manos entrelazadas, pero esta vez con otro sentimientos de por medio. Antes no lo entendía muy bien, pensaba que solo era mero acto de amistad, una muestra de afecto entre amigos más que nada, pero sabía perfectamente que eso no era así, y nunca lo fue. Siempre supe que habían sentimientos más grandes que los de una amistad, pero no quería darme cuenta de ellos.

—¿No crees que es un hermoso día hoy? Tan radiante..Ah..—suspiro sonriendo.

Me gire a verle ¿Su perfil había sido siempre tan perfecto?. Sus ojos cerrados, con su cabeza inclinada al cielo azul sobre nosotros, con una rectangular sonrisa en sus labios.

—¿Por qué sería una día hermoso Tae?—pregunté, acercándome un poco más a él. Apoyando nuestras manos sobre mi muslo izquierdo—Es un día común como cualquier otro, no tiene nada de especial—sus ojos se abrieron y se giraron a verme. Tan detenidamente.

—Por que por fin puedo ver una sonrisa sincera de tu parte, cuándo me miras, lo único que puedo en tus ojos cuando me miras en la felicidad desbordante que caen de ellos, es gratificante Isabella.., saber que por mí, volviste a sonreír.

Por un momento sentí mis ojos arder.
Me había vuelto tan sensible de un tiempo hasta acá, que a la más mínima palabra bonita de otra persona me hacía querer abrazarlo sin importarme el tiempo, ansiando que el tiempo se detuviera en ese instante, para asegurar una felicidad infinitamente. Sólo no quería tener que derramar más lágrimas.

—Sí puedo sonreír así, es gracias a ti Taehyung—dije, abrazándome con algo de vergüenza a su brazo—Gracias por haberme escuchado y no haber huido en ese mismo instante, esa simple acción me hace confiar aún más en ti..

—¿Por qué huiría? Entiende que tú no tuviste la culpa de nada, la culpa la tiene ese desgraciado—mi rostro nuevamente decayó ante el recuerdo de él—Él te maltrato tanto meses Isabella, no sabes la impotencia que me da saberlo, las mujeres fueron creadas para ser respetadas y adoradas por el hombre, no para hacerles daño ni mucho menos..

—También tengo culpa Tae. Tengo tanta culpa como él ¿Y sabes porque? Porqué normalice sus tratos a mí, creía que todo lo hacía meramente por amor,  ¿Ridículo no?—suavemente acarició el torso de la mano que descansaba sobre la suya—No hubo momento en que no quise entenderlo, saber lo que pasaba por su mente cuando me decía todas esas cosas, me asustaba por todo, esos meses anduve muy paranoica por todo, porque temía que algo le molestara, no quería que él volviera a pasarme esos cigarros por mi piel, era como estar entre las llamas del mismísimo infierno.

Aún sentía la sensación vívida en mi piel, como si solo hubiera pasado hace pocas horas. Fue horrible.

—No dejaré que vuelvan a hacerte daño, no permitiré que alguien vuelva a siquiera pensar en tocarte uno solo de tus cabellos, eres la flor más hermosa de todo el jardín y mereces que te den la atención que te mereces Isabella, ese amor que tanto te a hecho falta..—paso sus mano por mis mejillas, no había notado que las lágrimas habían salido—Yo te daré todo el amor que guardo en mi corazón, y seré tu escudo ante los peligros de la sociedad, no volverás a saber lo que es un llanto o un dolor..si estas a mi lado, si batallamos juntos..

Sin palabras había quedado.
¿Será que Taehyung es ese regalo que me tenía guardado el universo? ¿Será Taehyung esa felicidad que tanto había estado buscando en mi vida? Al parecer sí, y no podía estar más feliz por eso.

Si no podía estar más feliz era simplemente porque no se podía. Estaba ya en la cúspide de mi felicidad.
Me acerque a él, sin romper aquel precioso lazo de sus manos sobre mi piel, apoye mi frente contra la suya, sonriendo con lágrimas en los ojos, en este momento le había entregado mí corazón y alma a Tae indirectamente.

—Eres simplemente maravilloso. Por favor nunca te vayas de mi lado, o sino te buscaré por cielo, mar y tierra para traerte de vuelta a mí ¿Oíste?—le escuche reír—No dejaré que te vayas..

—Y yo tampoco lo haré. No te preocupes por eso nunca más, no me iré a ninguna  parte si no es contigo, bonita.


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Había estado mirando gran parte de la tarde aquél bello adorno que colgaba y envolvía la piel de mí muñeca. ¿Hace cuánto yacía ahí? Ya ni recordaba muy bien hace cuanto fue que me la dieron. ¿Quizás ya eran más de un año? No lo sabía con exactitud, lo que si sabía era que ya llevaba mucho tiempo allí, y quizá ya era momento de sacarla de allí. 

Pero por más que quería, no podía sacarla de ese lugar que por derecho le corresponde. Sentía que traicionaba una parte de mí la cuál aún seguía aferrada a esos bellos recuerdos que mantenía con aquél hombre que alguna vez me robo el aliento. Sabía que estaba mal, pero aún no me sentía capaz de desprenderme de esta pieza importante en mi vida.

La poca luz que quedaba del Sol comenzaba a desvanecerse por los cielos, pintándose de bellos colores rosas y morados, la nubes desapareciendo con el. Hoy había sido un lindo día, en donde pude reflexionar, pensar las cosas, obteniendo la ayuda de aquél chico que se había vuelto tan importante para mi en este casi mes de estancia en el continente asiático.

Deje después de varios minutos de pensar en ese tema. Lo único que no le había dicho a Taehyung esta tardé, fue el significado de este brazalete, sentía que aún no era algo primordial el saberlo. Tampoco quería incomodarlo diciéndole que aún guardaba el brazalete de mi ex novio, no sería apropiado decirle aún.

—Isabella, hay alguien que te espera afuera en la puerta, no lo hagas esperar más, el pobre se ve muy entusiasmado—habló Sarah parada en el umbral de la puerta, viéndome con esa sonrisa tan cálida y llena de afectó—No sabes lo feliz que estoy de verte por fin bien..feliz como siempre a tenido que ser..

—Mi corazón no puede más de la felicidad Sarah, después de mucho tiempo creó que por fin tengo mí parte..mi tan deseado momento en donde dejaría atrás las penas para recibir nuevas sonrisas..

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