La Extraña

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Yo no podía hacer nada más que mirar con asombro lo que pasaba frente a mis ojos.

-¡Eres un maldito imbécil!-Chilló la mujer poniendo sus manos sobre el pecho del Alfa y empujándolo tan fuerte que casi se cae sobre el escritorio, desafortunadamente sus reflejos fueron muy veloces y se sujetó al borde con tiempo para enderezarse y darle una mirada molesta a la hermosa chica.

-No seas exagerada, Sacha.-Escupió el Alfa, acariciándose la mejilla que esta mujer, aparentemente llamada Sacha, le había golpeado. Era claro por su velocidad y fuerza que ella no era sólo una Beta, pero un Lobo fuerte y poderoso además para poder desestabilizar a este Alfa de esa manera.- Te lo iba a decir.

-¡Me lo ibas a decir?!- Repitió ella con incredulidad poniendo ambas manos en las caderas y mirándolo con odio. Parecía lista para echar fuego por la boca y una sonrisa se alzó en mis labios. ¡Cómo me encantaría ver eso!

- ¿Sabes lo humillante que fue para mí?-Continuó Sacha acercándose lentamente hacia el Alfa, lista para saltar otra vez. En ese momento y por más divertido que me pareciera mirar como este tipo que me había hecho la vida imposible se quedaba con la cola entre las patas, aterrorizado por quien no podría de ser otra más que su novia, me pregunté si no debería de escapar silenciosamente y volver a la habitación con Jason. Ahora su atención estaba completamente devota al Alfa pero... que sucedería se diera vuelta y viera que yo estoy allí? Viendo como reaccionaba contra él, no tenía muchas esperanzas a que me diera tiempo de explicar mi situación; que si fuera por mí, sería cualquier otra cosa menos Mate de este engendro. Pero también pensé que resultaría peor si me descubriera tratando de escapar, por lo que decidí permanecer pegada contra la pared, tratando de fundirme con el tapiz de papel color crema y pasar desapercibida. Sacha vuelve a hablar,- Estaba hablando con Volks y me dice "oye y que es eso de que Ryan ya encontró una Mate"- Usa una imitación de una voz grave y que no suena muy inteligente.- Y yo me reí, porque ¿Quien diría que tú de todas las personas te tomarías el tiempo de buscar una Mate si quiera? Y luego el idiota va y me muestra el documento, ya firmado y me dice que fue ingresado hace unas horas.- Desde este ángulo no puedo ver su rostro, pero su voz se pone grave y me imagino la expresión de odio, rechinando los dientes.

El Alfa suspira, molesto.- No es como si te tuviera que contar todo lo que hago Sacha.

-¡Ni siquiera sabía que tenías una novia, idiota!- Le grita e intenta darle otro cachetazo, pero el Alfa se lo esperaba y esta vez lo esquiva. ¡Dios! Esto es fantástico. Una vez en nuestra manada sucedió algo similar, un Omega le había prometido amor eterno a su novia y todo eso, sólo para descubrir que una semana después el tipo había elegido otra Mate de la nada. Resultaba que él había estado saliendo con otra Loba de otra manada por años sin decirle a Sally (ese era su nombre) y cuando ella se enteró se le tiró encima y con una garra intentó arrancarle los genitales (si, en serio no es broma)... ¿Me pregunto si algo similar podría pasar acá? Con una sonrisa, imaginé mis problemas resueltos de una vez y para siempre.

- Encima me tuve que enterar por el idiota de Volks, ¡Volks!-No se quién era ese sujeto, pero era claro que no le agradaba.- ¿Puedes creerlo? ¡Que mi propio primo tiene una Mate!

¡Espera!...¿Primo?...

Había creído que esta mujer era una novia furiosa que se había enterado que Ryan era un imbécil (aunque dudaba que no lo supiera antes) y venía recriminarle el elegir una Mate que no era ella. Pero ahora que lo pensaba, los dos si se parecían un poco. No mucho, claro no sólo estaba el asunto de los ojos pero sus facciones eran distintas. Ryan tenía grandes ojos enmarcados por largas pestañas, unos labios llenos y una nariz aquilina todo dispuesto en una cara angulosa. Esta chica Sacha, por su parte tenía el cabello unos grados más claros que el Alfa siendo un castaño tirando a rubio oscuro, sus ojos eran más bien con forma de almendra y su nariz era pequeña y terminando en un botón. Sus labios eran pequeños pero redondos y su cara era redondeada también. Pero ambos tenían la misma altura, aunque la chica Sacha tenía unos centímetros de más gracias a sus tacos y ambos tenían ese mismo color de piel semi-dorado, sin mencionar ese leve acento que todavía no sabía de donde venía.

Tenía sentido pero... gran parte de mí se desilusionó al saber que eran primos. Si hubiera sido una novia celosa, por lo menos le hubiera hecho la vida miserable y me hubiera ayudado en el proceso. En cambio ahora sé que debe de estar herida porque su primo no le confió esto, pero supongo que no le arrancará los genitales.

Bueno, una chica puede soñar.

-¿Quién es siquiera esta Loba? ¿La conozco? ¡Por Dios me estuve revolviendo los sesos en el camino aquí tratando de adivinar quién diablos era y no puedo hacerlo! No es como si conocieras muchas mujeres...

-¡Sacha!- Su voz fuerte retumbó en la pequeña oficina y las dos dimos iguales sustos de sorpresa y miedo, aunque supongo que de miedo sólo salté yo. El Alfa dirigió la mirada hacia mí para comprobar que yo estaba, de hecho, observando todo lo que sucedía. Me señala con un gesto.- Sacha ella es Kristal, Kristal ella es mi prima Sacha.

La mujer se da vuelta de un golpe y me mira por un segundo.

-Ah, hola.- Repone como si no se hubiera dado cuenta de que estaba allí y, considerando como entró hecha una furia dudo que haya notado algo más allá de su primo al cual odiaba en ese momento. Se da vuelta enseguida y permanece de brazos cruzados, esperando a su primo cuando por fin se da cuenta y se da vuelta lentamente.

-Oh.- Dice nada más descruzando los brazos y los ojos se le abren un poco en sorpresa.- Lo lamento tanto, es que con esa ropa creí que eras una Delta.

No puedo culparla, ya que eso es exactamente lo que soy y lo que mis ropas representan pero no puedo evitar que aún así la vergüenza me inunde ante su comentario. Me siento como un bicho vestido en harapos al lado de una hermosa y alta mujer con ropa de diseño.

Sacha me mira con una sonrisa sorprendentemente amable, considerando como estoy vestida además de lo iracunda que estaba hasta tan sólo unos segundos atrás. Pero en menos de un momento la sonrisa se le borra de la cara y sus ojos se abren más allá de lo que jamás creí posible.

-¡Dios mío! Tus ojos...-Ella susurra y veo que detrás de ella el Alfa se incorpora de un respingo. La cabeza le da vuelta como un látigo y lo mira a su primo.- Ryan... ¿Acaso ella es...?

Pero no pudo decir nada, porque el Alfa le tapó la boca con la mano y la arrastra fuera de la oficina.

Vendida al Alpha #Wattys2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora